“Los buenos restaurantes dan de comer. Los grandes restaurantes dan esperanza”, lo afirma un buen amigo y vuestro cronista gastronómico favorito (un apunte: yo) lo cree a pie juntillas: siempre nos quedará la buena mesa y una botella de amontillado, narices
Ya se puede caer a cachos el resto del mundo y Montoro tocarnos un poquito más las narices (imposible, más) que en la gastronomía seguiremos encontrando nuestro Macondo particular. Nuestro Dorado, nuestro Camelot. Donde somos felices, en suma.
Ha sido un año intenso y maravilloso (en lo gastronómico) en la Comunidad Valenciana; Guía Hedonista nació un veintidós de abril —como Lenin— ocho meses con cientos de experiencias gastronómicas; ¿memorables? Las hubo, como también hubo tiempo para conversaciones, nigiris, terrazas, barras y sobremesas.
“El turismo gastronómico en Valencia es un turismo de alpargata”, fue el arranque de la conversación con Ricardo Gadea (propietario de Askua); la primera en la frente de un sector (el gastronómico) demasiado acostumbrado a verlo todo demasiado color de rosa. También hablamos de esta, la nuestra, generación de restaurantes sin casta: “En Valencia hubo tres grandes, tres veteranos: Vicente Aleixandre (Sento), Alfredo Alonso (Rías Gallegas) y Loles Salvador (del grupo Sucursal). Pero no hubo, no hay una generación que los sustituya, y aquel modelo de restaurante de producto quizá no tenga sentido en el mercado de hoy en día. Básicamente porque el buen producto hay que pagarlo y en esta ciudad pocos, muy pocos están dispuestos a ello…”.
También nos sorprendieron las declaraciones (son argentinos) de Germán Carrizo y Carito Lourenço, propietarios de Fierro y Doña Petrona: “El buen servicio es la asignatura pendiente de la restauración valenciana”. Y nos regalaron una pista de hacia dónde irá la próxima revolución gastronómica (agotada ya la figura del chef estrella): “Y sigue siendo su gran asignatura pendiente. Es muy difícil para nosotros encontrar a gente de sala; nadie saca la cabeza por la sala, todo el mundo quieres ser cocinero. Tenemos claro que es la revolución que está por venir…”
Hablamos con Sergio Adelantado, presidente de la Academia de Gastronomía, sobre la influencia (o no) de esta “institución privada pagada por los académicos”, sobre los Premios de la Academia y los Premios Nacionales de Gastronomía.
Memorables comidas y cocineros desatados —recuerdo perfectamente el nigiri de salmón braseado frente a “ese trozo de Japón en Valencia” cuando hablamos de los mejores “japos” de Valencia: Diego Laso en Momiji, Nuria y José Miguel en Nozomi y Nacho Honrubia junto a Andrés Pereda en Komori. Hablamos del Cap i Casal como destino gastronómico y (esto sí es raro) todo estuvimos de acuerdo: “Valencia es uno de los destinos más interesantes de Europa para un fin de semana japo”.
Memorables también las bravas del Rausell —que fueron elegidas democráticamente (tras preguntar a un buen puñado de cocineros y profesionales de la sala) como las mejores bravas de Valencia, a la verita de las de Casa Montaña y Askua. ¿Más? Cabanyal gastronómico, las mejores terrazas donde “ver pasar la vida” y la creatividad de Miguel Ángel Mayor: acabamos la temporada (felices) en Sucede, el restaurante del que tanto hablaremos este año. ¿Apostamos?