MADRID (EFECOM/Óscar Tomasi). En cuestión de meses el negocio de entregar la compra del supermercado en un plazo máximo de diez minutos ha pasado de convertirse en poco menos que una quimera a ser una realidad, con cuatro empresas emergentes o start up que compiten en España por liderar un sector todavía incipiente pero que crece a un ritmo de vértigo y que mueve inversiones millonarias.
Glovo, Dija, Getir y Gorillas mantienen una encarnizada lucha marcada por sus continuas rondas de financiación, fusiones y adquisiciones, una carrera por expandirse en cada país donde operan y donde contratan a miles de empleados, y todo ello a una velocidad inusitada para un mundo ya acelerado de por sí como es el de las empresas emergentes.
Su modelo es similar, basado en tejer una red de pequeños almacenes cerrados al público distribuidos por la ciudad en los que cuentan con unas 2.000 referencias (alimentos, bebidas, productos de limpieza e higiene) que ofrecen a la venta a través de su aplicación.
El cliente hace el pedido por el móvil, se prepara en tienda y un repartidor se encarga de entregarlo en bicicleta o moto en menos de diez minutos; para poder cumplir los plazos de estos envíos "ultrarrápidos", la clave pasa por la proximidad, por lo que desde cada establecimiento sólo reparten en ese limitado radio de acción.
Por el momento, su surtido es adquirido directamente a los fabricantes y proveedores, aunque fuentes del sector ya especulan con la posibilidad de que acaben llegando a acuerdos con cadenas de supermercados tradicionales que podrían incluso "externalizar" por esta vía su servicio de venta "online".
"Muchas de estas compañías se van a dar cuenta de que hay alternativas más eficientes y rentables, y que pueden externalizar ese servicio para ahorrarse dinero y quitarse preocupaciones", augura un directivo del sector de la distribución.
"Yo vengo de dos sectores que pensé que iban rapidísimo, el del envío de comida a domicilio y la micromovilidad sostenible, y lo de este sector es trepidante, están pasando muchas cosas y muy rápido", reconoce en declaraciones a Efe el director general para España de Getir, Hunab Moreno.
Su caso es buen ejemplo: creó junto a otro socio una empresa emergente llamada Blok en Barcelona, en marzo empezaron a operar y en julio ya habían sido absorbidos por la compañía turca.
"Entramos justo antes de que empezara a haber grandes movimientos, en el sur de Europa estaba Glovo y el mercado es grande... Pero el panorama cambiaba radicalmente de un mes a otro y en pocas semanas vimos que esto se había convertido en una guerra de titanes. Solos no podíamos seguir a la rapidez que requería el mercado", detalla.
El sector se encuentra en ebullición, y sólo esta semana Getir -valorada en 7.500 millones de dólares (unos 6.400 millones de euros al cambio actual)- ha oficializado su aterrizaje en Madrid y Barcelona y Glovo ha hecho pública la compra de Lola Market, un supermercado puramente "online" que ya tenía acuerdos con importantes cadenas de distribución tradicionales.
Hace un mes, la británica Dija fue adquirida por la estadounidense Gopuff, mientras que la alemana Gorillas comenzó a funcionar en España a mediados de junio.
La primera incursión en España en el negocio de repartir la comida del súper a domicilio fue la de Glovo, que a finales de 2018 abrió un primer "súper fantasma" en Madrid.
Con la adquisición de Lola Market, la empresa pretende dar la opción a sus usuarios de pedir una cesta más grande y programada, a lo que se suma su oferta para hacer la típica compra de conveniencia (en cadenas como DIA o Carrefour con las que colabora y que puede enviar en 30-45 minutos) y la ultrarrápida (en 10 minutos).
"Últimamente todo se ha acelerado, ha habido muchísimas operaciones de levantamiento de capital en este sector y se han cerrado rondas con valores muy importantes -de muchos millones de euros-", señala a Efe el fundador de Lola Market, Luis del Val.
Tanto Del Val como Hunab Moreno coinciden en apuntar a la covid-19 como el factor diferencial que ha roto la barrera de la venta "online" de alimentación en España, un país que cuenta con una red de supermercados de proximidad más amplia que otros mercados europeos y donde tocar y ver el producto físicamente tenía más relevancia.
Las restricciones por la pandemia llevaron a muchos a probar a hacer la compra por la web, y los datos revelan que la tendencia se mantiene: "es imparable, vivimos una transformación que va mucho más acelerada que antes y no tiene marcha atrás. Seguirás yendo a la tienda a comprar algo para una cena especial, pero no para lo del día a día", vaticina Del Val.