VALÈNCIA. Los vientos de cola han dejado de soplar sobre las exportaciones de la Comunitat Valenciana, tal y como ha venido advirtiendo este diario en los últimos meses. Lo han hecho hasta el punto de que solo en abril, último dato del informe de Comercio Exterior de la Comunitat Valenciana publicado ayer, se hundieron un 20,9% frente a la caída del 2% en el conjunto nacional donde solo Castilla y León (-23,4%) lo hizo peor. Además, y en cuanto a áreas geográficas, solo Oceanía (+60,8%) presentó números ascendentes en los cinco continentes; mientras que todos los sectores registraron cifras descendentes en comparación con abril de 2016.
Desde el pasado mes de diciembre, las exportaciones valencianas no registraban una caída mensual aunque entonces el descenso fue del 10,9%. Claro que hay que remontarse mucho tiempo atrás para ver un acumulado negativo, dado que entre enero y abril del presente ejercicio las ventas de productos de la Comunitat Valenciana fuera del territorio nacional se redujeron ocho décimas -fue junto a Castilla y León (-3,9%) la única CC AA a la baja- frente al 9,8% que crecieron en España. Todo lo contrario que las importaciones regionales, que crecieron un 7,3% por debajo del 12,4% que lo hicieron en España en los cuatro primeros meses del año en curso.
Una vez más, tal y como Valencia Plaza viene apuntando, el 'efecto Trump' y el Brexit siguen pasando factura sobre las ventas hacia Estados Unidos y Reino Unido respectivamente. Entre enero y abril de este año, las exportaciones de la Comunitat hacia EE UU descendieron un 10,8%; mientras que hacia tierras británicas la bajada fue del 6,2%. En ambos casos incluyendo el 'efecto divisa' y, además, teniendo en cuenta los nubarrones que se ciernen sobre ambos países, bien en forma de políticas o bien por el Brexit.
Para María Dolores Parra, directora general de Internacionalización de la Conselleria de Economía, los "datos son sorprendentes pero hay que tener en cuenta que la factoría Ford de Almussafes paró una semana en abril, aprovechando la Semana Santa, y no hay que olvidar el peso que tiene el sector automovilístico en las exportaciones. Pese a todo en el acumulado seguimos en la tercera plaza exportadora de España, que es lo que venía siendo normal, por lo que el acumulado no nos preocupa".
Como bien apunta Parra, Ford tiene mucho peso en las ventas valencianas al exterior, dado que representa en torno a una cuarta parte de las exportaciones autonómicas; y en abril el desplome del sector de automóviles fue del 38,7% en comparación con el mismo mes de 2016. Pero lo que también es un hecho es que el pésimo dato exportador de abril -con caídas en todos los sectores y mercados salvo Oceanía- deja un cierto poso amargo en una de las palancas del crecimiento económico de la Comunitat Valenciana.
Por su parte, Basilio Pascual, director Regional de Empresas Levante y Baleares de Deutsche Bank, advierte que la caída de las exportaciones en la Comunitat Valenciana vienen provocadas por el mal dato de la provincia de València (-3,2% en los cuatro primeros meses), mientras que en Castellón y Alicante son positivas, con repuntes del 3,6% y 1,7% respectivamente, por lo que "no podemos afirmar que la tendencia de las exportaciones valencianas en general sea negativa".
Además, Pascual recuerda que "en el sector de la automoción, que supone más del 20% de las exportaciones de la Comunitat, por ejemplo, tiene un peso muy importante la presencia de una multinacional -por Ford-, por lo que no puede extrapolarse como tendencia para el conjunto de las pymes valencianas exportadoras. Por nuestra parte observamos que nuestros clientes que son pymes exportadoras mantienen un buen ritmo de ventas en el exterior".
Otro sector que ha experimentado una caída en el mes de abril (-7%) es el de la alimentación. "En este ámbito, además de la estacionalidad de los cítricos, hay que tener en cuenta que las exportaciones al Reino Unido, que tienen un peso importante, han sufrido la depreciación de la libra. Los productores de fruta y hortalizas han visto como, con el mismo volumen de ventas, el contravalor en euros ha disminuido, además del ajuste de precios que debe realizarse para mantener las ventas en este mercado". De ahí que el experto de Deustche Bank recuerde al empresario exportador la necesidad de "tener en cuenta en el futuro el efecto de la divisa en el conjunto de la facturación, como ya venimos viendo en los últimos meses, y anticiparse para cubrir estos riesgos”.
Lo preocupante del mal tono exportador valenciano es que los datos hasta abril no recogen la huelga de los estibadores. Ayer, la patronal del sector de azulejos, Ascer, advertía que existe una máxima preocupación y que de no solucionarse el conflicto "un tercio de la exportación cerámica española y una cuarta parte del empleo se pueden ver afectados". Por lo pronto desde el inicio de la huelga "se está dejando de cargar diariamente mercancía por valor de 4 millones de euros". Cabe destacar que cerca del 80% de la facturación del sector son exportaciones y que el sector exporta a todo el mundo (2.570 millones de euros en 2016). "Cualquier mercado al que accedemos por vía marítima resulta afectado. Por barco sale en torno al 70% de las ventas exteriores", informaba Ascer en un comunicado.