Además, el centro sigue apostando por esta línea al organizar en noviembre un taller pedagógico para mostrar las "posibilidades creativas" que ofrece la tecnología
VALENCIA. La residencia que están llevando a cabo la compañía La Coja Dansa y el grupo de arte e investigación Manusamo & Bzika en el centro de innovación y creación Las Naves durante este mes de agosto, utiliza la realidad aumentada como resorte para crear un formato que rompe con los límites establecidos entre el público y los actores. DanzAR es el nombre de este laboratorio de investigación en el cual Manusamo & Bzika, formado por Alena Mésárosová y Manuel Ferrer, han estado creando con hardware y software libre escenarios virtuales. Espacios a base de los conceptos de muros, madrigueras desde las cuales los participantes tienen que salir y rastros estelares que dejan cada uno de los participantes en el escenario. Estas imágenes creadas se pueden visualizar a través de unas gafas de realidad aumentada y también a través de proyecciones sobre el escenario.
Posteriormente, los componentes de la Coja Dansa, compañía formada por Tatiana Clavel, Olga Clavel, Raúl León y Santi de la Fuente, han estado investigando con diversos grupos de bailarines con el fin de ver las posibilidades que esta tecnología puede ofrecerles en el campo de las artes escénicas.En este formato no existe una historia que contar, sino que se forma un collage de situaciones entre los participantes que llevan las gafas de realidad aumentada encima del escenario, los participantes que únicamente se dejan llevar por el escenario basándose en las imágenes que se proyectan, y los que están entre el público esperando a ser los siguientes en subirse a las tablas.
Este laboratorio de danza y realidad aumentada no pretende ser una obra en sí misma, sino una herramienta que pueda utilizarse en un futuro en composiciones escénicas. Para exponer todo lo investigado a lo largo de agosto, el próximo mes de noviembre abrirán sus conocimientos a pequeños grupos para que puedan experimentar desde las tres posiciones que conforman la investigación. Desde el control que genera los escenarios virtuales a través de una tablet, desde la posición del bailarín con gafas de realidad aumentada y desde el prisma del participante que no lleva gafas.