Las rurales valencianas de Cajamar modifican sus estatutos para adaptarlos a las exigencias del BCE

VALÈNCIA. Las cooperativas de crédito de Alginet, Torrent, Vilavella, Xilxes, Burriana y Villar, cinco de las 17 de la Comunitat Valenciana integradas en el Grupo Cooperativo Cajamar, han aprobado ya la adaptación de sus estatutos sociales y el contrato que rige el funcionamiento del primer grupo cooperativista español a los requerimientos del Mecanismo Único de Regulación (MUR). Se trata de uno de los pilares de la unión bancaria de la Unión Europea (UE), que fue constituido en 2016 y vendría a ser el Fondo de Reestructuración Ordenada Bancaria (FROB) a nivel europeo, cuyo brazo ejecutor es el Banco Central Europeo (BCE).

El resto de las 17 entidades de la Comunitat Valenciana integradas en el Grupo Cooperativo Cajamar (Altea, Nules, Callosa, Petrer, Alqueries, Sant Vicent de la Vall d'Uixó, Cheste, Turís, Almenar, Vilafamés y Nules) irán también en adaptando sus estatutos sociales y el contrato regulador. Lo harán a medida que vayan celebrando sus respectivas asambleas a lo largo de las próximas semanas, dado que uno de los puntos del orden del día es el que reza textualmente 'Propuesta de modificación del contrato regulador del Grupo Cooperativo Cajamar'. Precisamente también se ha adaptado ya a los nuevos requerimientos del MUR el banco cabecera del grupo, Banco de Crédito Cooperativo, tras aprobarlo en la junta general de accionistas del pasado día 7.

Se trata de dar respuesta a una exigencia normativa que afecta a todas las entidades españolas y europeas, que lo van a adaptando -cada una en lo que le corresponde- y que en el caso del Grupo Cooperativo Cajamar conviene recordar que su banco es una de las entidades supervisadas por el propio BCE.

"Las recomendaciones del MUR se refieren al procedimiento en la toma de decisiones de las entidades y al funcionamiento del grupo; “y hemos aprovechado este proceso de revisión, a nivel interno, para introducir otras modificaciones relacionadas con el sistema de mutualización y otras de menor calado, pero convenientes para la mejor redacción y clarificación de los estatutos sociales y del contrato por el que se rige nuestro grupo", apuntan fuentes de Cajamar a este diario.

Las mismas que reconocen que "las asambleas de las cajas rurales están registrando una amplia participación de socios, ya que la aprobación de dichos puntos requiere de un quórum mínimo de la masa social. Así ha ocurrido en el caso de Caixa Rural Vilavella, Caixa Rural Xilxes -las primeras en reunir a sus socios-, así como la de Caixa Rural Burriana que lo hizo el pasado viernes en el Teatro Payà de la localidad, lugar elegido para acoger una asistencia de socios tan mayoritaria".

Asimismo, los socios han aprobado los resultados de las entidades en el ejercicio precedente, que han anotado crecimientos importantes que ponen de manifiesto la positiva evolución del Grupo Cooperativo Cajamar, su fortalecimiento y cohesión interna en línea con los principios y valores cooperativos que constituyen su razón de ser. Conviene recordar, tal y como avanzó este diario el pasado 23 de marzo, que dicho grupo ganó un 39% más durante 2018. 

Progreso social y cultural

Dichos resultados permiten a las cajas rurales del primer grupo cooperativista en España revertir a la sociedad una parte importante de sus beneficios, a través de las actividades sociales y culturales que desarrollan en sus localidades promovidas por sus fondos de formación y promoción cooperativa. 

Y es que la banca cooperativa se caracteriza por contribuir al crecimiento y progreso de las poblaciones donde desarrolla su actividad a través de su inversión financiera, pero también por propiciar su progreso social y cultural mediante acciones asistenciales, sociales y culturales como entidades comprometidas con su territorio.