VALÈNCIA. Las comarcas de l'Horta se dividen histórica y administrativamente entre Horta Nord y Horta Sud. Sin embargo, en las últimas décadas ha aparecido una nueva nomenclatura que ha causado estupor y confusión a partes iguales entre las instituciones y los propios vecinos de la zona: l'Horta Oest. Una demarcación territorial que no ha sido oficialmente reconocida por ningún organismo pero que, sin embargo, se abre paso en algunos documentos oficiales e incluso en los medios de comunicación.
Esta 'subcomarca' está supuestamente compuesta por diversos municipios de l'Horta Sud: Torrent, Mislata, Aldaia, Manises, Xirivella, Alaquàs, Quart de Poblet y Picanya. Y, además, también incorpora de manera "aleatoria" un municipio de lo que oficialmente es Horta Nord, Paterna. "Esa división territorial no tiene ningún sentido porque las Hortas se dividen por el paso del río. Todo lo que queda arriba es Horta Nord y todo lo que queda abajo es Horta Sud. Es lo lógico", expone Julio Huerta, coordinador de la Fundació Horta Sud.
Ahora, l'Horta Oest podría tener los días contados después de que l'Institud Cartogràfic Valencià se haya comprometido a eliminar esta nomenclatura de toda la producción administrativa oficial. Una noticia que se ha acogido con especial alivio en l'Horta Sud, donde llevaban años reivindicando su eliminación.
¿Pero de dónde sale la concepción de l'Horta Oest? ¿A qué criterios territoriales, cartográficos o demográficos podría hacer referencia? Hay quien cree que los municipios de l'Horta Oest se han agrupado de esta manera por ser grandes localidades con una importante densidad de población, a lo que además se une una intensa actividad industrial. En base a esta explicación, los miembros compartirían una serie de rasgos sociales y económicos lo suficientemente fuertes como para ser considerados un territorio coherente e independiente.
Pero lo cierto es que esta justificación nunca ha llegado a quedar probada. De hecho, las primeras apariciones registradas de la nomenclatura 'Horta Oest' demuestran que su nacimiento fue mucho más banal: se hizo por motivos puramente estadísticos. "No sabemos exactamente cuál fue su primer uso, pero sí que sabemos que surgió para representar datos estadísticos por parte de alguna conselleria", explica Huerta.
Y es que, los 20 municipios que conforman oficialmente l'Horta Sud son el tercer territorio más poblado de la Comunitat Valenciana. Así, es muy probable que las administraciones valencianas intentaran hacer una subdivisión que rebajara el volumen de datos a ordenar y tratar. Pero esto, nuevamente, ha tenido importantes consecuencias negativas para l'Horta Sud: "No tenemos datos estadísticos absolutos sobre nuestra propia comarca porque para sacarlos tenemos que hacer sumas y restas por nuestra cuenta: unir los municipios que nos han quitado, luego restarle Paterna que no es Horta Sud...", lamenta el coordinador.
A todo esto hay que añadir que, según relata Julio Huerta, no hay ningún organismo oficial ni tan siquiera extraoficial que reconozca la existencia de l'Horta Oest como un territorio con contexto histórico, administrativo o económico: ni partidos políticos, ni municipios, ni organizaciones, ni asociaciones. Nadie. Una comarca "fantasma" que se creó exclusivamente para ordenar información. Así, la denominación de Horta Oest ni siquiera se corresponde con las principales motivaciones que suelen suscitar las "guerras" por el nombre u ordenación de un territorio: políticos, históricos o ideológicos, los más comunes.
"Su aparición en documentación oficial ha hecho que se extienda el uso de esta demarcación, y que los medios de comunicación incluso la hayan aceptado como válida. Pero a la hora de la verdad no tiene ningún reconocimiento", apuntilla Huerta. De hecho, hasta hace poco tiempo todas las comarcas estaban en un limbo legal, incluso las más consolidadas. Esto se debe a que no existía suficiente legislación como para que fueran reconocidas como tal.
Una situación que se revirtió sensiblemente en el año 2018 con la Ley de Mancomunidades, pero que todavía tiene por delante un largo camino que recorrer hasta que se redacte una ley propia para las comarcas. "La poca credibilidad de l'Horta Oest ya quedó demostrada cuando se constituyó oficialmente la Mancomunitat de l'Horta Sud y todos los municipios se unieron sin excepción. Desde la mancomunitat ofrecemos todos los servicios comunes y coordinamos todas las políticas. Incluso los grandes partidos políticos, independientemente de su color, tienen las demarcaciones comarcales dividas entre Horta Nord y Horta Sud", concluye Huerta.
"Trabajar la cohesión del territorio y el sentimiento de pertenencia no es fácil, mucho menos cuando las administraciones públicas y los medios de comunicación reflejan una realidad que no existe". Así, Julio Huerta teme que la insistencia en visibilizar el nombre de una comarca sin base legal pueda erosionar a la larga el sentimiento de pertenencia social a la comarca de l'Horta Sud.
Aunque, por el momento, ni siquiera esto parece un peligro inminente, puesto que las principales asociaciones y colectivos sociales se han constituido siguiendo la inercia norte-sur: agrupaciones falleras, ampas escolares, foros de empresarios... Todos ellos han decidido hacer de su circunscripción territorial l'Horta Sud. Así, muere el nombre de una comarca que, en realidad, nunca ha llegado a existir.