último debate municipal de las elecciones del 28 de mayo

Los candidatos al Ayuntamiento se pasan al descafeinado en un último debate sin historia

19/05/2023 - 

VALÈNCIA. Este jueves se celebró el cuarto y último debate electoral con los candidatos a la alcaldía del Ayuntamiento de València. Un encuentro organizado por À Punt en el que participaron cuatro de los cinco cabeza de lista de los partidos políticos que cuentan con representación en el Consistorio: Joan Ribó (Compromís), Sandra Gómez (PSPV), Fernando Giner (Cs) y Juan Manuel Badenas (Vox).

La cita estuvo marcada por la ausencia de María José Catalá, la candidata del PP a ostentar la vara de mando en la ciudad, que con un embarazo avanzado no pudo participar en el debate porque se encontró indispuesta a última hora de la tarde. En su lugar, intervino el número dos de la lista del Partido Popular, Juan Carlos Caballero

El formato elegido por la cadena fue similar al que TVE había realizado ya la noche del miércoles. Cuatro bloques principales para hablar de los grandes temas de la ciudad: Vivienda y Modelo urbanístico; Movilidad; Turismo y convivencia ciudadana; y Proyectos de futuro y economía. La pretensión era finalizar con posibles pactos, si bien nadie entró en esta cuestión. Al cierre, eso sí, todos tuvieron el tradicional minuto de oro para que cada candidato pudiera pedir el voto al ciudadano. Cada uno pudo disfrutar de cuatro minutos para intervenir en cada bloque, que pudieron emplear como quisieron. Tan solo los inicios de cada uno estaban asignados a un partido concreto y se repartieron por un sorteo previo que celebró la cadena. 

Ahora bien, a pesar de que el formato y la estructura fue similar al debate de la jornada anterior -que destacó por su dinamismo, el ritmo de las intervenciones y los comentarios incisivos de unos candidatos a otros (especialmente de Catalá a Ribó y de Gómez a Catalá)-, el de este jueves tuvo un ritmo en exceso pausado. Los presentadores, Victoria Maso y Mathies Muñoz, no cesaron de instar a los candidatos a tomar la palabra, de invitarles a que se interrumpieran, que debatieran entre ellos y confrontaran los distintos modelos y programas que tienen para la ciudad. 

Sin embargo, tras la apertura de cada bloque, parecía que nadie quisiera tomar la palabra, aunque con excepciones en algunos momentos, cuando Giner tomaba la delantera para 'salir a ganar'. La ausencia de Catalá, a quien todos desearon una pronta recuperación para incorporarse de nuevo a la campaña, afectó a la agilidad del debate. Pues, si bien Caballero resolvió con solvencia la puesta en escena y la defensa del proyecto del PP, lo cierto es que la candidata a la alcaldía ha sido una figura clave en los anteriores debates, bien por los rifirrafes que se propiciaban entre ella y su contrincante del PSPV, Sandra Gómez, o por sus envites a menudo certeros hacia el actual alcalde y candidato a la reelección, Joan Ribó.  

Con todo, Gómez perdió a su principal objetivo, aunque tampoco dejó de fijar en Caballero sus ofensivas, especialmente en la recta final del debate. Y para Ribó el escenario fue más cómodo que en las citas anteriores. Mientras, Giner y Badenas jugaron la partida por su parte. El primero fue efectivo a la hora de aprovechar cada intervención para exponer y sintetizar en poco tiempo su programa de gobierno: para crear viviendas, reducir el atasco de las licencias, mejorar la accesibilidad de València o la política fiscal, entre otras muchas ideas. Sin embargo, ninguno de los otros candidatos le interpeló para debatir con él. Y lo mismo ocurrió con el candidato de Vox. Tras las intervenciones de ambos, los silencios tenían que ser atajados por los moderadores. 

Un clima en el que los candidatos parecían conformarse con el escenario que habían dejado los tres debates anteriores. En definitiva, una suma de factores que hicieron del de ayer jueves, un debate sin historia. 

Vivienda y modelo urbanístico

El debate arrancó con Caballero, que criticó que en el último mandato el gobierno conformado por PSPV y Compromís hayan construido "apenas 14 viviendas". Unas cifras bajas teniendo en cuenta el escenario de difícil acceso a vivienda en la ciudad por el auge de los precios del alquiler, la dificultad de emanciparse de los jóvenes ante la imposibilidad de ahorrar o la implantación de pisos turísticos. Por lo que se comprometió a "construir 1.032 viviendas asequibles para jóvenes, más ayudas al alquiler, desarrollar el PAI del Grao y hacer más verde València". 

Gómez, por su parte, puso sobre la mesa la propuesta de su partido de imponer lo que han bautizado como la "tasa Airbnb" con el objetivo de que "no sea rentable implantar un apartamento turístico", así como aplicar una moratoria para que no puedan instalarse en la ciudad por un periodo determinado. 

Badenas advirtió que su partido apuesta por un modelo en el que los jóvenes puedan tener una vivienda en propiedad "y no tengan que conformarse con un burdo alquiler", mientras Giner planteó fomentar la colaboración público-privada en este ámbito para poder construir 6.000 pisos durante los próximos 4 años. Y Ribó comenzó su participación confrontando el modelo de urbanismo que tiene ahora mismo la ciudad respecto al que tenía València cuando gobernaba el PP: "Hemos pasado de un urbanismo especulativo, del despilfarro, a uno de proximidad, sin grandes avenidas y pensando en la regeneración de barrios antiguos". 

Tras la 'cortesía' inicial, el representante del Partido Popular, Caballero, subrayó que el máximo activo que tiene un político es la credibilidad y se preguntó "qué credibilidad" tiene el Gobierno del Rialto cuando se comprometen a construir viviendas y mejorar el acceso a las mismas, si en los últimos cuatro años han logrado construir 14. "Ninguna". 

Badenas tomó el testigo para advertir que en València existe mucho suelo que "no sale a oferta" y si esa situación se mantiene "no se pueden regular los precios". Unos segundos de silencio después, Gómez se dirigió a Caballero y le afeó la credibilidad de su formación "que en 24 años que gobernó en la ciudad hizo 264 viviendas asequibles y las vendió" o que "no pagó a 60.000 familias las ayudas al alquiler y ahora ha tenido que ser Ximo Puig quien terminara de abonarlas". Ribó apoyó los datos de Gómez y reforzó la importancia de aplicar una moratoria a los apartamentos turísticos. "Hay que conciliar el turismo con la vivienda". 

Alejado de las rencillas que entre PSPV y PP, Giner continuó por la senda de su programa electoral y se comprometió a sacar 2.500 viviendas asequibles al mercado del alquiler y aprobar un plan de rehabilitación para mejorar las antiguas, de manera que también se pueda ampliar el parque público no solo construyendo vivienda nueva, sino también rehabilitando. 

Movilidad  

Ribó fue el encargado de abrir uno de los bloques donde Compromís suele sentirse más cómodo: el de la movilidad. Como en los anteriores debates, el candidato a la reelección sacó pecho de la gestión del transporte público que se ha hecho estos años en la ciudad: "Hemos comprado 368 autobuses, hay 24 líneas nocturnas, hemos habilitado nuevas líneas exprés, hemos recuperado nivel de pasaje, y hemos pacificado tránsito", expuso tras advertir que los carriles bici "no solo son para bicis o patinetes" sino que también están facilitando los desplazamientos para personas con "movilidad reducida". 

Un análisis que ni Giner ni Badenas le compraron. El primero le afeó lo "mal resuelta" que está la accesibilidad en València, y el segundo bautizó la concejalía de Grezzi como la de la "inmovilidad". "En la calle Colón, el carril izquierdo atascado, mientras hay dos carriles vacíos dedicados al transporte público", criticó para, acto seguido señalar que la EMT cada vez tiene menos usuarios "y tiene a los conductores en huelga". 

Caballero tomó la palabra, pero no para discutir con los candidatos de Vox y Ciudadanos, sino para dirigirse al alcalde e insistirle en que la seguridad es "primordial" cuando se habla de movilidad. "Desplazarse en bicicleta hoy es sinónimo de peligro", aseveró tras sacar a colación el carril bici de Gran Vía Marqués del Turia, sobre el que el alcalde aseguró que no dejaría circular por él a su nieto porque "pasan cerca coches". "¿Si usted no lo recomienda a su nieto por qué lo hizo para los valencianos?", le preguntó. "Le han dejado la gestión de la movilidad al kamikaze Grezzi", criticó. 

En este bloque, Gómez ejerció de nuevo de escudera del actual alcalde como hizo el miércoles. "¿Conocen el carril bici de la Avenida del Puerto? Lo hizo el PP y es uno de los que más incidentes registra", asestó tras enumerar dirigiéndose a la audiencia las diferencias entre socialistas y populares. "Donde nosotros proponemos bulevar cultural, ellos intentan paralizarlo con recursos, y donde ellos quieren grandes avenidas, nosotros queremos parques y zonas verdes".

A continuación, Giner, Ribó y Gómez consideraron que es necesario reforzar las conexiones con el área metropolitana de València. Y los socios en el Consistorio, además, celebraron sus políticas de peatonalización de las plazas. Caballero volvió a insistir con el carril bici de Gran Vía, pero tras la falta de respuesta en esta ocasión, el candidato de Ciudadanos continuó con sus propuestas: suprimir el pago de la ORA y construir parkings disuasorios para que las personas que vivan fuera de la ciudad pero trabajen en València, puedan estacionar en ellos y trasladarse al centro con un servicio lanzadera. 

Así, Giner criticó la "complicidad" del PSPV "con el señor Grezzi", que ha podido desarrollar sus políticas de movilidad por la "permisividad" de sus socios. Y a colación de esta crítica, Caballero acertó a señalar que desplazarse por la ciudad en transporte público "es complicado". "La gente no se desplaza en coche oficial como usted. La bici queda muy bien en foto el primer día de campaña, pero la gente necesita tener alternativas para poder moverse cómodamente", atacó el representante popular

En esta ocasión se produjo uno de los momentos tal vez más rudos, cuando la candidata socialista le señaló como el político "más joven" en subirse a uno de ellos: "Con 20 años ya se subió a un coche oficial", sentenció.

Turismo y convivencia ciudadana

En cuanto a cómo hacer compatible la convivencia ciudadana con el turismo, Badenas abrió el bloque y consideró que se debe apostar por un "turismo de calidad y no enfocar Valencia como una ciudad comarcal". Mientras tanto, Ribó hizo una comparación de cómo estaba Valencia en 2015 y cómo está ahora. "Era capital de la corrupción y ahora es una de las mejores ciudades para vivir. Algo ha cambiado y alguna pequeña revolución hemos hecho", apreció, para acto seguido apostar por implantar la tasa turística en cuanto finalice la moratoria actualmente en vigor. 

Caballero apostó por "promocionar las fiestas de verdad que tiene la ciudad, que son las Fallas y no las Reinas Magas; o potenciar las playas cuidando la calidad de las aguas", espetó en relación a los "vertidos de bacterias fecales" que se produjeron hace unos años en la playa de la Malvarrosa. "El turismo es el 11,8% de nuestro PIB", advirtió en relación a la importancia que este tiene respecto a la economía de la ciudad. Y como en los bloques anteriores, Gómez le reprochó que Exceltur ha determinado que València es la ciudad que mejores políticas de turismo tiene, frente a Alicante, donde gobierna el PP. 

El bloque dio pie a que el candidato de Vox hablara del aumento de índices de criminalidad y de la falta de seguridad en València, pero también Caballero. Y como ya hizo en los debates anteriores, la candidata socialista espetó que la "tasa de criminalidad" que se ha eliminado es la de los políticos "porque el PP no gobierna en las instituciones". 

Un guante que Caballero no dejó pasar: "No voy a aceptar lecciones del partido de Tito Berni, ni del usted, que tenía contratado como asesor al presunto cabecilla de una trama corrupta, a Rafa Rubio. Habría que preguntarle de qué le asesoraba. Y no voy a entrar más en el juego de la confrontación que busca la candidata del PSOE", concluyó el popular

La afrenta dio pie a que Gómez volviera a hacer uso de los segundos que todavía tenía para indicarle que la "cabecilla" de la trama corrupta que mencionaba era "Rita Barberá", recordar que el PP la reprobó en su día y que el PSPV "no tiene investigados porque a diferencia de ustedes, los expulsamos. Ustedes, por contra, proponen nombrar a Barberá alcaldesa honoraria o poner su nombre a un puente". Caballero no entró al trapo, pero Badenas sí alzó la voz para decir que lo que diferencia a Vox del PP es que su partido siempre defenderá "a una persona fallecida y que murió con presunción de inocencia". 

Proyectos de futuro y economía

Para cerrar el debate, los candidatos discutieron sobre los proyectos futuros para la ciudad y medidas fiscales. Gómez y Ribó defendieron que València se ha convertido en una ciudad que atrae empresas, y sacaron a colación la instalación de Lufthansa o Siemens, además de mencionar las oficinas que ha abierto la filial de Volkswagen, PowerCo, tras la llegada de la gigafactoría a Sagunto. Y sacaron pecho de ser una de las ciudades con las cuentas más saneadas, de tener superávit en los presupuestos, y cuyos datos de desempleo han bajado.  

Caballero, por su parte, prometió una rebaja del IBI, dado que "València tiene el IBI más alto de España". Y también instó a ejecutar los presupuestos "y no tener 300 millones de euros en los bancos" que podrían destinarse a inversiones en la ciudad, "que este año solo se ha ejecutado un 4,2%". "Valencia tiene ratas en las calles, no han construido una escoleta, ni un centro de mayores; recibieron grandes infraestructuras que dejó el Partido Popular y no las están manteniendo". 

Acto seguido, Gómez criticó que con el PP la deuda del Ayuntamiento se desbocó o que los populares "quitaron el subsidio a las personas desempleadas cuando había más paro en toda España". Tras el lanzamiento de Giner de varias propuestas, como "cargarse la plusvalía" o "devolver el remanente del presupuesto al bolsillo de los ciudadanos por no haberlo gastado a través de bonificaciones del IBI", Caballero volvió para contraatacar a Gómez y asegurar que estaba haciendo muchas referencias al pasado "porque pronto se va a convertir en eso: en pasado". 

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