VALÈNCIA. (EFE). CCOO, UGT, CSIF y Sindicato Libre, con el 85 % de la representación de los trabajadores de Correos, han anunciado este jueves un paro de dos horas el próximo 7 de junio a nivel nacional para exigir al Gobierno que atienda sus reivindicaciones ante "el desmantelamiento y la precarización" del servicio público postal.
Así lo han manifestado en una rueda de prensa representantes de los sindicatos, que han destacado que si el Ejecutivo "sigue haciendo caso omiso" a sus protestas, convocarán tres huelgas generales en el último trimestre de 2018, con el fin de defender "los derechos de sus trabajadores" y "los de la ciudadanía".
El portavoz del Sindicato Libre, Toni Montes, ha reivindicado que este servicio público "garantiza el derecho a las comunicaciones que la Constitución reconoce" a los ciudadanos.
Los sindicatos han apuntado asimismo como motivo de estas protestas el "ataque del Gobierno" a empleados y ciudadanos, que se refleja en un recorte de 180 millones de euros en los dos últimos años que implica una reducción de la plantilla de un 30 %, así como la merma de la calidad del servicio "por exceso de rotación en el personal temporal".
Entre las consecuencias, han enumerado también la imposibilidad del reparto cinco días a la semana (de lunes a viernes), que repercute en los distritos de València, así como en capitales, pueblos y polígonos, con la reducción del servicio y el cierre de algunas oficinas.
Asimismo, han denunciado la supresión de 15.000 puestos estructurales en la última década "con una grave precarización del empleo y pérdida de poder adquisitivo", así como la ausencia de un Plan Estratégico, que impide la modernización, y la congelación de la regulación laboral -convenio y acuerdo- desde hace más de cuatro años.
Montes ha subrayado que Correos puede ser una empresa viable, ya que cuenta con la infraestructura necesaria, pero el Estado no está apostando por él porque "no hay voluntad política".
Por su parte, el secretario provincial en Valencia de CCOO Correos, Emilio Andrés, ha sido rotundo al afirmar que "se ha acabado la paz social en Correos" por la "actitud destructiva" que a su juicio mantiene "el Estado".