VALÈNCIA. El president de la Generalitat, Carlos Mazón, no tiene intención de tirar la toalla para llegar a un acuerdo con la oposición con el fin de reivindicar asuntos de la agenda valenciana: financiación, la ampliación del Puerto de Valencia o la renovación de los órganos estatutarios, entre otras. Algo así como demostrar que su perfil es propositivo y son PSPV y Compromís los que en esta ocasión no quieren tender la mano para alcanzar un gran entente.
Así lo quiso trasladar este jueves durante la sesión de control en Les Corts Valencianes el jefe del Consell después de que los partidos de la oposición ya le hubieran dejado claro días atrás sus posicionamientos respecto a este pacto. Cabe recordar que Compromís no asistió a la cita, los socialistas sí lo hicieron pero anunciaron que no volverían a reunirse con él y Vox, sus socios en el gobierno, tampoco escondieron su malestar por no haber conocido las intenciones de Mazón -pactar también con la oposición- con anterioridad.
Un balance que dejaba bastante claro cuál era el escenario, pero ante el que el president de la Generalitat decidió este jueves insistir en tribuna a sabiendas de que su plan muy probablemente no llegará a buen puerto. Primero lo hizo con los socialistas, después de que la síndica del PSPV, Rebeca Torró, le preguntara si creía estar haciendo todo lo posible para mejorar la vida de los valencianos. "Sí, lo creo" -ironizó- "realmente estoy convencido de ello", respondió un Mazón escueto para acto seguido tratar de redirigir el debate hacia el pretendido pacto.
"Siento que le moleste, siento que le moleste, pero vamos a seguir pidiendo diálogo. Me dijeron ustedes ayer que no, y que para hablar con el Consell hay que desmontar el Consell, lo que es metafísicamente imposible. Yo le propongo esto, que es acuerdo del pleno en Elche para reivindicar inversiones, que ya lo han hecho allí y que han participado ustedes, señores del PSPV. Nombre a sus representantes en la mesa del agua, hablemos de la renovación de los órganos estatutarios. Insisto. Se lo digo y se lo volveré a repetir hasta que se hiele el infierno. Lo que haga falta", subrayó Mazón.
No parece, sin embargo, que el president del Consell ahora vaya a tener éxito. De hecho, Torró, a quien este jueves acompañaba en la bancada por primera vez en la legislatura el expresident de la Generalitat, Ximo Puig, enumeró las razones por las que no llegarían a acuerdos. Argumento con los que, sintetizando, acusaba al jefe de Consell de mentir: "El presupuesto está basado en mentiras. Dijo que blindarían la Sanidad valenciana por ley y que tendría el 30% del presupuesto total, y representa el 28,6%. Cuando el Botànic destinó el 29% le parecía poco. En total, 400 millones menos de los que prometió que ¿qué ha pasado con ellos? Que se los ha perdonado a los que más tienen", dijo en referencia a la eliminación del impuesto de Sucesiones.
"También dijo que el trasvase Tajo-Segura había sufrido recortes 30 veces sin que la Generalitat lo recurriera ni una sola vez. En realidad, el Consell de Ximo Puig lo recurrió hasta 40 veces. Segunda mentira", concluyó. La portavoz de los socialistas, además, le invitó a que si quiere "llegar a pactos y a consensos, dé la espalda a la ultraderecha" y subrayó que los socialistas ya le tendieron la mano al inicio de la legislatura sin obtener "ninguna respuesta".
Más tarde, ocurrió lo mismo con los valencianistas. Eso sí, en esta ocasión el portavoz de Compromís, Joan Baldoví, introdujo un nuevo factor que hasta ahora no había salido a escena por el que su grupo parlamentario no tiene predisposición a sentarse a negociar: Isabel Díaz Ayuso. "Cuando la señora Ayuso arremete contra la condonación de la deuda diciendo que es repartir miseria, usted mantiene la boca cerrada. Ayuo ha denunciado el Plan Hidrológico, poco más que cree que el agua es suya. ¿Y usted? ¿Le responderá? ¿Le va a exigir que retire esta denuncia? Cuando usted habla con Ayuso es como Bambi, encantador y no le replica", dijo Baldoví.
El síndic también trató de hundir el dedo en las grietas del gobierno de PP y Vox para justificar el plantón de su grupo: "En financiación no tienen propuesta y su consellera dice que no tienen ninguna. No sabemos qué es lo que piensa su gobierno de la condonación de la deuda, que es buena para lo valencianos porque pagaremos menos y tendremos más recursos. Pero no sabemos cuál es su posición y es muy grave que una parte de su Consell esté en contra de que perdonen una deuda ilegítima a los valencianos". "Y lo mismo con el derecho civil, que su socio está en contra de recuperarlo", añadió. "Por todo eso no hemos ido a la reunión, porque si hay que ir, se va, pero ir para nada... es tontería", concluyó el portavoz parafraseando al humorista José Mota. En definitiva, que existen cuestiones que dividen al Consell y que hacen inviable que haya un entendimiento.
La intervención de Baldoví no quedó sin respuesta. Mazón recogió el guante lanzado por el líder de los valencianistas para afearle que también el Botànic en su momento tuvo serias discrepancias sobre algunas cuestiones: "Que me hable usted de gobiernos poco cohesionados… He de reconocer que con la tasa turística nunca he llegado a entender quién estaba a favor y quién en contra. Al menos, en el PSOE. A lo mejor hoy salimos de dudas", dijo en relación a que este mismo jueves se votó la derogación de la reforma legal planteada por el tripartito la legislatura pasada. "Y con el requisito lingüístico también nos han dado una lección de coordinación", continuó con sorna el jefe del Consell, quien concluyó que a pesar de que el Gobierno autonómico lo integran "dos partidos distintos, se han puesto de acuerdo en cosas".
"¿Y de Ayuso qué?", contraatacó el síndic de los valencianistas, que, además, explicó que no pueden llegar a acuerdos con los populares sobre algunas cuestiones como por ejemplo los órganos estatutarios cuando los partidos que integran el Gobierno han registrado una enmienda que "es un asalto" a la televisión pública, À Punt. La enmienda en cuestión de los populares a la Ley de Acompañamiento de 2024 trataba de cambiar la composición del Consejo Rector de la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC), eliminaba la mayoría reforzada necesaria para los órganos e introducía modificaciones en la elección de los consejeros que facilitaban un aumento del peso del PP en el ente público.
El texto, sin embargo, no saldrá adelante porque el propio jefe del Consell anunció en la sesión de control que su grupo retiraba la enmienda. Una decisión que exhibió como gesto para tratar de llegar a un acuerdo con Compromís pero que a la vez era interpretado entre la bancada de la oposición como toda una rectificación ante las protestas de sindicatos y trabajadores de À Punt que despertó este texto legal a las puertas del Palau de la Generalitat días atrás.
Pese al rechazo reiterado, Mazón zanjó la sesión de control insistiendo en dialogar con todos. "Si hace falta lo haré hasta que se hiele el infierno, lo que haga falta. Ahí estará el president de la Generalitat Valenciana", espetó antes de acercarse al escaño de Baldoví para entregarle una carpeta con las propuestas que englobaría el hipotético pacto.