VALÈNCIA. La institución más importante que el Partido Popular retuvo en las elecciones de 2019 fue la Diputación de Alicante. Al frente de la misma se situó Carlos Mazón (Alicante, 1974), durante una década gerente de la Cámara de Comercio tras haberse iniciado en el mundo de la política a finales de los 90 dentro del gobierno presidido por Eduardo Zaplana.
El presidente de la corporación provincial y portavoz del PP en la Federación Valenciana de Municipios y Provincias (FVMP), visita Valencia Plaza para analizar la actualidad política: su relación con el Consell de Ximo Puig, las medidas contra la pandemia, las posibles salidas económicas frente al coronavirus y las relaciones de Botànic con la Diputación de Alicante.
-¿Cómo califica la gestión tanto sanitaria como económica de Ximo Puig y el Botànic durante esta pandemia?
-Nosotros hemos intentado colaborar. Le hemos echado buena fe y trabajo. Es cierto que somos conscientes de la dificultad de gestionar la situación y no me corresponde valorarla, pero sí puedo poner de manifiesto algunos hechos: nos hubiera gustado que se trasladara a las diputaciones y ayuntamientos información, cosa que no ha ocurrido. Hemos echado de menos mayor cercanía en este sentido. Nos pareció también que en el momento de pasar de fase se tenían más en cuenta criterios políticos que sanitarios o científicos, y dio la sensación de que el Consell del Botànic no influía demasiado en el Gobierno de España, lo cual nos perjudicó mucho. Hay que recordar que Puig anunció un jueves que el lunes siguiente estaríamos todos bañándonos en las playas valencianas y ocurrió justo lo contrario.
-¿Ha sido sólo una cuestión de transmisión de datos?
-Igualmente, del proceso de apertura o no de los aeropuertos de la Comunitat nos enteramos a través del presidente de los empresarios y no a través del presidente de la Generalitat. También ha faltado hasta el momento sensibilidad con los sanitarios: todavía no sabemos cómo va a acabar el tema de la paga extra a este colectivo, cosa que en la Diputación ya hemos solucionado y, además de todo ello, la Generalitat ha recibido respuestas judiciales sonrojantes. En materia económica, lo peor todavía está por llegar, pero hay tantos partidos dentro del tripartito, que a menudo no sabemos si se apoya no se apoya el turismo, a los autónomos, a la innovación... de hecho uno de los recortes que se ha producido es la supresión de la ayuda I+D+i. Así que la conclusión a la que podemos llegar es que se han producido buenas palabras, algún buen gesto y demasiada confusión, porque seguimos sin saber qué Consell es el que habla cada vez que habla alguien del Consell.
-¿Comparte las restricciones que, a día de hoy, rigen en la Comunitat Valenciana?
-No tengo más remedio que compartirlas. No sabemos si están basadas en datos o en un comité de expertos que desconocemos si existe, así que como soy bien pensado debo entender que están basadas en criterios científicos.
-¿Cree que debería apostarse por un mayor aperturismo en hostelería o turismo como se está haciendo en Madrid?
-Sí creo que debería existir mayor capacidad de adaptación a cada momento. Esta crisis es una crisis viva, que no solo va por autonomías o provincias, sino también por municipios. Tan malo fue el mando único del Gobierno de Sánchez, que demostró no estar preparado, como el desprenderse de toda responsabilidad y arrojarla a las Comunidades Autónomas. Lo mismo es exigible a la Generalitat: no se puede tomar la Comunitat Valenciana como un todo y creo que no ha habido capacidad de adaptación a las distintas zonas con sus sectores, su economía o con su realidad pandémica. Está faltando capacidad de adaptación para cada una de las situaciones que viven las diferentes localidades de la Comunitat Valenciana.
-¿Cuál cree entonces que debe ser la prioridad de la economía: adaptarse a las nuevas circunstancias económicas o salvar empresas?
-Lo primero es decir toda la verdad sobre quiénes y por qué toman las decisiones sanitarias. Quiénes son esos expertos y por qué se toman esas decisiones. Ha habido muchas medidas de restricción que no se han entendido porque no se han explicado. Todavía no entiendo, por ejemplo, por qué no estamos exigiendo ante el Gobierno de España corredores turísticos como sí se están preparando para las Islas Canarias. Tampoco sé por qué no se están atendiendo algunas zonas de especial incidencia turística como puede ser la ciudad de València, Gandia, Torrevieja o Benidorm, donde el sector ha demostrado que está preparado para establecer corredores con las mismas garantías o más que las Islas Canarias. ¿Por qué no se está trabajando en esto?
-¿Cree que el turismo volverá a ser como antes después de la covid-19?
-Si no lo trabajamos bien, será complicado. Si seguimos en la línea de subir impuestos, de no plantear un Imserso importante para el segundo semestre de 2021, si seguimos con las divisiones respecto a temas como la tasa turística y si continuamos ofreciendo zozobra y falta de criterio a los turoperadores y a los mercados emisores de turistas, la recuperación será más difícil. Ahora bien, si preparamos esos corredores sanitarios con el sector turístico, si les bajamos los impuestos para que los empleadores puedan recuperar sus trabajos lo antes posible y lanzamos el mensaje de que no vamos a aplicar tasas a los turistas, estaremos en la buena dirección. Ahora no se está.
-¿Cómo ve el acuerdo fiscal del Botànic por el que bajan el listón para el impuesto de patrimonio a 500.000 euros e incrementan el gravamen para las grandes fortunas?
-Es el peor momento para subir cualquier impuesto y es el mejor momento para facilitar a los empleadores que mantengan puestos de trabajo. Las noticias que nos encontramos de los distintos tripartitos, España, Generalitat y Ayuntamiento de València, son muy negativas para los contribuyentes. Bajo el grito de que paguen los ricos se están anunciando o se mantienen medidas que las pagamos todos: ¿o es que el IVA no lo pagamos todos? ¿por qué no se baja el IVA turístico al menos al 4%? ¿por qué se decide desde el Gobierno de España que dejen de desgravar los planes de pensiones?. Para nosotros es un error. Desde la Diputación de Alicante, uno de los pocos impuestos que podemos modificar es el recargo de Impuesto de Actividades Económicas, que vamos a bajarlo del 20,5% al 10%, pese a que nos cueste entre 2,5 y 3 millones de euros, pero con el objetivo de seguir dinamizando a los empleadores. Espero que no me acusen a mí también de hacer 'dumping' fiscal.
-Hablando de eso, ¿no considera que existe ese 'dumping' fiscal desde Madrid que perjudica a otras autonomías como la valenciana? No es algo que diga solo Ximo Puig, sino que también se han presentado enmiendas a los presupuestos desde ERC.
-No hay 'dumping' fiscal. En todo caso, lo que hay es sometimiento a ERC y ya sabemos lo que ocurre cuando el Gobierno de España, con el aplauso de la Generalitat Valenciana, se rinde a ERC. Lo que hay es un agravio entre las CCAA que gobierna el PP y las que están gobernadas por tripartitos como la nuestra. ¿Cuál es la razón por las que un gobierno autonómico no puede exprimir sus competencias para rebajar la presión fiscal a sus habitantes? Los que estamos en un agravio comparativo somos los que estamos gobernados bajo tripartitos como el Botànic. Ahora hablan de armonización fiscal: van a conseguir demonizar esa palabra, porque cuando dicen eso quieren decir subida de impuestos para todos.
-Pero es innegable que muchas empresas obtienen beneficios fiscales debido a que Madrid recibe más ingresos por las ventajas de la capitalidad. ¿No está de acuerdo?
-Cuando se analizan los impuestos no solo hay que analizar las tasas impositivas, sino también el impacto que tienen las bajadas de impuestos en el bolsillo de la gente, en el empleo, en la bienestar y en la economía. Qué casualidad que las CCAA que han hecho un mayor esfuerzo fiscal para rebajar la presión son las que más actividad han generado. Por otro lado, creo que la decisión de las empresas de establecerse en una localización determinada depende de más factores que la carga fiscal. Es muy difícil relacionar la bajada fiscal con ser un paraíso fiscal: en todo caso, los que viven en un paraíso son el récord de asesores de la Generalitat o los altos cargos que han visto crecer sus sueldos en un 8% desde que gobiernan.
-¿Ve voluntad en la parte socialista del Botànic de asumir las transferencias impropias de la Diputación de Alicante, como son las sanitarias?
-No. Con Compromís, concretamente respecto al hogar provincial, sí ha habido un principio de acuerdo con el departamento de Mónica Oltra. Fíjese que estoy en las antípodas ideológicas de ella, pero he visto ahí una sensibilidad concreta que no he visto en el Partido Socialista.
-Si se replantea esto, ¿podría sumarse al fondo de cooperación local?
-Nosotros sí hemos entrado en varios fondos con el Gobierno valenciano porque hay algunos departamentos que sí han decidido coordinar y no imponer. Por ejemplo, el fondo de cooperación social con Oltra ha sido pactado, y también estamos negociando un fondo de cooperación turístico que se está trabajando conjuntamente. Sin embargo, algunos representantes de Presidencia de la Generalitat están obsesionados en imponer un fondo de cooperación que, en primer lugar, perjudica a los municipios pequeños; que en segundo, quieren imponérselo a las diputaciones y, en tercer lugar, hacerlo sin querer absorber competencias impropias. Si la Generalitat quiere abrir un proceso de diálogo y participación en este punto, estaremos encantados de sentarnos a buscar acuerdos. Lo hemos hecho antes y lo volveremos hacer.
-¿Qué opinión le merecen los Presupuestos de la Generalitat para 2021? ¿Satisfacen las necesidades de la provincia de Alicante?
-De arranque, solo decidir la subida de impuestos ya nos parece inadecuado. Estamos en fase de enmiendas y no me gusta pronunciarme hasta que se termine el proceso. De entrada, me parecen mejorables. Si es cierto lo que pregonan tantas veces de que están dispuestos a dialogar, tienen una magnífica ocasión para demostrar que es verdad, y no solo humo, eso que repiten del 'tots a una veu'.
-¿Cómo se equilibra la defensa de la provincia de Alicante sin chocar con la vertebración de la Comunitat Valenciana?
-Lo que hay que desechar es el concepto sucursalista de Cataluña, donde no creen en las provincias. Creo que para la Comunitat Valenciana sea más fuerte, las tres provincias deben tener cada vez más fuerza. Eso no va en contra de la autonomía, sino que suma. La suma de tres es mucho más que el servilismo de tres para una centralidad.
-Recientemente presentaron el plan 'Apoyamos nuestra provincia', al que se sumaron el resto de grupos; también ha recogido bastante consenso en el cambio de reglamento de la Diputación... ¿qué nivel de colaboración está encontrando en la oposición?
-Para que la oposición colabore lo más importante es que haya un gobierno dispuesto a hablar. Con la oposición, no es que hablemos, es que hasta las bases de los planes de ayuda frente a la covid las hemos pactado desde el principio. Y no como nos ocurrió a nosotros con el Plan de Recuperación del Botànic que, a 48 horas vista, no teníamos aún las más de 300 medidas propuestas. Para que gobierno y oposición se entiendan, la iniciativa siempre tiene que ser del gobierno, y yo esa iniciativa no la veo en la Generalitat en relación al PP.
-¿Qué apoyo espera encontrar para los presupuestos?
-En 2020 fueron fruto de un acuerdo con Compromís y con el voto en contra del PSPV. Hemos puesto en marcha una mesa de trabajo con los distintos grupos de la Diputación y soy optimista, porque estamos intentando buscar todos los puntos de encuentro posibles para que sean los presupuestos de todos.