VALENCIA. Moody's ha advertido de que el reciente incremento de la participación de la empresa familiar de los Gimeno Fomento Urbano de Castellón (Fucsa) en Aguas de Valencia (AdV) va a crear "más deuda pero a un nivel manejable", según Erica Gauto, analista de dicha calificadora.
Conviene recordar que Eugenio Calabuig y sus hermanos culminaron la semana pasada la compra del 33% de Aguas de Valencia que estaba en manos de Suez Environnement y Criteria (grupo La Caixa). Lo hicieron con un año de antelación sobre la primera de la fechas previstas para cerrar la operación.
Con la adquisición del nuevo paquete, que se llevó a cabo a través de las participadas Inversiones Financieras Agval (IFA), Valoria 2015 y la propia AdV (en autocartera), Fucsa se hacía con el 97,35% del capital del grupo Aguas de Valencia.
El resto del capital está repartido entre los pequeños accionistas que no vendieron -o no acudieron por despiste como suele suceder en estos casos- a la OPA de exclusión del valor en mayo de 2009, cuando cotizaba en el histórico Mercado de Corros de la Bolsa de Valencia.
Moody's, que tiene calificada a AdV con un rating de 'Baa3' dentro del grado de inversión y una perspectiva 'estable', recuerda que Fucsa ya ejercía el control sobre Aguas de Valencia al contar con un 60,69% antes de la nueva compra de la semana pasada.
"La adquisición de las acciones adicionales de Aguas de Valencia por Fucsa se financió principalmente vía deuda y el aumento del apalancamiento creará cierta presión adicional sobre la situación financiera de AdV", señala la analista Gauto, que recuerda los altos dividendos que abona la compañía.
Pese a ello espera que "los ratios financieros consolidados para el grupo en general, incluyendo también la deuda de Valoria 2015, permanecerán en línea con la nota actual de la calificación". Dicho rating ('Baa3') "ya incorpora el efecto de la posición financiera del grupo" donde están las participadas de la familia Gimeno Valoria 2015, Inversiones Financieras Agval y la propia Aguas de Valencia.
Un rating que, por otro lado, le permitió ganarse la confianza de los inversores institucionales a la hora de colocar la semana pasada 17,2 millones de euros en bonos -más deuda al fin y al cabo- a través de la Bolsa de Luxemburgo como avanzó este diario. Una emisión al amparo del Programa Euro Medium Term Notes (EMTN) bajo la coordinación de Bankinter, cuyo importe máximo registrado asciende a 50 millones de euros aunque de momento solo ha emitido poco menos de un tercio.