VALÈNCIA. El inicio de las negociaciones entre los sindicatos y la dirección de la EMT de València para alumbrar un nuevo convenio laboral coincidirán con la elaboración de las conclusiones de la comisión de investigación por el fraude perpetrado contra la empresa el pasado mes de septiembre. Circunstancias intrincadas que auguran unos meses de poco sosiego en el seno de la empresa municipal de transportes, que preside el edil de Movilidad Sostenible, Giuseppe Grezzi.
Las organizaciones sindicales ya se preparan para las conversaciones después de que el actual convenio, suscrito en 2017, expirara finalizado el año 2019. Este mismo jueves el Comité de Empresa presentará a la asamblea de trabajadores su plataforma, esto es, la propuesta de convenio que el Comité ha acordado y que pretende llevar a la mesa de negociación. Así, previsiblemente se superará el primer paso: que los empleados refrenden el texto. Un documento que es, en realidad, un planteamiento de máximos a partir del cual empezarán a negociar los representantes de los trabajadores.
Son numerosas las cuestiones que se pretenden incluir en el convenio, muchas de ellas de cariz técnico. Pero en líneas generales destacan la mejora salarial, la rebaja de las horas de trabajo, la reivindicación para que se cumplan los descansos previstos y el mantenimiento de las prejubilaciones que se firmaban hasta 2018 y que la empresa considera irregulares.
La plataforma del Comité de Empresa, a la que ha tenido acceso este diario, pide que se rebajen entre 40 y 50 horas la jornada laboral anual para los empleados de todos los grupos profesionales. Así, para el grupo de dirección y administración solicitan que se pase de las 1.646 horas al año a 1.606. Y en el caso de los grupos de operaciones y técnica, de 1.758 a 1.718. Pero además, se negociará que esta merma de la jornada laboral se pueda acumular en las fechas que lindan con el período de vacaciones.
En términos de horario laboral, por ejemplo, una de las peticiones es que el grupo de administrativos y directivos pueda extender tanto el horario de entrada como el de salida. Así, si hasta ahora se podía acceder al puesto de trabajo hasta las 8:30 de la mañana, los sindicatos pretenden alargar la horquilla una hora más. También para la salida, que pasaría de las 17:00 como hora límite, a las 18:00. Para los conductores, la intención es exigir que el límite superior de horas de conducción efectiva -descontando descansos y tiempo de recaudación- se reduzca 20 minutos hasta las siete horas y media.
Y por otro lado, los sindicatos llegan a la mesa de negociación con una reivindicación: que se cumpla el tiempo de descanso fijado en el convenio para los conductores. Según recoge el actual acuerdo, éstos pueden hacer un descanso del 15% del tiempo que dura el trayecto. Sin embargo, explican fuentes sindicales, esto no se cumple, y advierten que será un caballo de batalla en las negociaciones con la empresa, a la que solicitarán un mayor compromiso sobre esta cuestión.
Las retribuciones también serán objeto de negociación. Los sindicatos exigirán un aumento del salario base conforme a la Ley de Presupuestos Generales del Estado. Sin embargo, pedirán mejoras en algunos complementos. Por ejemplo, piden que se creen dos tramos más en el complemento por antigüedad, para aquellos que hayan trabajado más de 29 y 34 años. Hasta ahora, el último tramo es a los 24 años. Y en este sentido, para los empleados que lleven más de 29 años, exigen 15 días más de vacaciones.
También plantean que el complemento para aquellos trabajadores que realicen tareas de recaudación -1,83 euros por día trabajado- se pague a empleados en situación de incapacidad temporal, de permiso retribuido o que se encuentre en jornada de descanso. Y que el complemento por puntualidad se extienda a los administrativos y los técnicos. Así, como estos, se piden mejorías en otros complementos salariales.
Para justificar estas mejoras, los representantes sindicales aluden al incremento de sueldo que se aprobó en el último otoño a la cúpula de la empresa. Entonces, el Consejo de Administración dio luz verde a la subida salarial de un 7% para el gerente, Josep Enric García, cuya remuneración pasó de 70.000 a 75.000 euros anuales. También el que fuera hasta el momento jefe de gabinete del gerente, Toni Martínez, vio su salario aumentar de los 50.000 a los 60.000 euros (+20%) al ser ascendido a director adjunto.
Asimismo, los sindicatos pedirán que se recojan en el convenio las prejubilaciones que se estaban firmando hasta 2018 en virtud de un convenio laboral suscrito por la anterior dirección durante el gobierno del PP. Según estas condiciones, los empleados acogidos a las jubilaciones parciales debían realizar 65 jornadas laborales. Algo que la nueva dirección considera ilegal, ya que la normativa fija en 131 las jornadas a realizar en esta situación. Así pues, la empresa sostiene que aquellos acogidos a las prejubilaciones hasta el momento estaban trabajando los 65 días pero cobrando como si lo hicieran el doble.
Por ello, la empresa decidió llevar el convenio a la Agencia Antifraude, que cifró en más de un millón de euros el coste por estas horas de más, y lo elevó a la Fiscalía, donde se archivó el asunto. Por su parte, el Tribunal de Arbitraje Laboral (TAL) dio la razón en un laudo a los sindicatos y al Partido Popular al avalar las 65 jornadas laborales.
Aunque el asunto parecía haberse zanjado con el archivo de la Fiscalía, la cuestión se encuentra ahora en el Tribunal de Cuentas para dirimir si hubo responsabilidad contable en los anteriores gestores. Ahora bien, esta maniobra de la dirección de la EMT en plena investigación del fraude ha sido entendida por algunos representantes sindicales como una "cortina de humo". Los sindicatos, en este sentido, esperan hacer valer el fallo del TAL que avalaba el acuerdo de 2013 para volver a recoger en el nuevo pacto aquellas condiciones.