VALÈNCIA (EFE/Jordi Ferrer). La ingeniera y reciente premio Jaime I en la categoría de Nuevas Tecnologías Nuria Oliver (Alicante, 1970), asegura en una entrevista con la Agencia EFE que tiene mejor conexión a Internet en Alicante que en Estados Unidos, que le gusta practicar yoga, que le va la comida saludable y que es muy cinéfila.
¿Siente que le hemos hecho caso en el análisis de los datos de la covid-19?
Quizás sí. La idea de crear equipos de expertos durante la pandemia para colaborar en la toma de decisiones ha sido positiva. Creo que hemos sido valorados y tomados en cuenta.
¿A pesar de los ataques políticos por su cercanía con el Consell?
Una de mis obligaciones como investigadora es compartir e informar sobre ciencia y tecnología. En el marco actual de la política, con tanta crispación y polarización, para algunos es irrelevante lo que digas, no hay voluntad de encontrar acuerdos. Por eso no he dado importancia a las críticas, no creo que sea nada personal, no tengo filiación política.
La pandemia, ¿mejor pasarla en Alicante que en Boston (MIT) o Redmond (Microsoft), no?
Fue un acierto venir -hace cinco años-, básicamente por estar cerca de la familia, mis padres y hermanos, y ahorrar en incertidumbre y preocupación. Pero la familia de mi marido está en Alemania y Canadá y la cercanía no ha sido plena, llevo dos años sin ver a mi suegra, que está en Vancouver.
El teletrabajo no es nada nuevo en su familia ...
No. Mi marido es arquitecto de software para Microsoft, lleva muchos años trabajando desde casa -su equipo está en Seattle-, y yo igual desde que nos mudamos a Alicante. Es evidente que no es lo mismo con los tres niños en casa y con el estrés que produjo la incertidumbre durante la pandemia, pero lo hemos llevado bien.
¿Y cómo van de ancho de banda?
España es uno de los mejores países del mundo en conexión de alta velocidad (cuarto del mundo, según la OCDE). Nosotros lo necesitamos porque vivimos conectados a ordenadores que están en el otro extremo del mundo. Creo que podemos sentirnos orgullosos en España de esta infraestructura. De hecho, cuando viajamos en verano nos sorprenden los problemas que encontramos incluso en EEUU, que en ocasiones es tercermundista.
¿Cómo pasa el tiempo libre Nuria Oliver?
No suelo tener mucho, ja ja. Me gusta el yoga Ashtanga Vinyasa y aunque estos últimos meses no he podido ir a clase, lo hago en casa. También procuro ir a caminar, porque si no, no saldría de casa.
¿Cuándo fue al cine por última vez?
Uff, hace muchísimo. Pero he visto todas las pelis de los Oscar comprándolas en Internet. Soy muy cinéfila, durante muchos años el cine ha sido como un alimento tras 14 o 16 horas trabajando, una evasión.
¿Y qué prefiere para comer?
Cualquier cosa ‘healthy’, me va lo vegetariano y la comida del sudeste asiático, pero también una tortilla de patatas con cebolla. Me animo a cocinar cualquier cosa. En casa cocino yo, sencillo para el día a día, pero la cena bien pronto, sobre las 18.30-19 horas. Los viernes se cena pizza, se ha acordado así en casa, eso es imperdonable.
En Alicante, la oferta es buena y extensa para salir de casa. Comer con mi marido es algo que aprecio mucho. Solemos frecuentar sitios de menú del día, o tomar tapas en la plaza Gabriel Miró. Y en ocasiones especiales, pues al Monastrell, Terre, Nou Manolín o Piripi, hay donde elegir.
Cada vez vemos aplicaciones más sorprendentes de la inteligencia artificial, coches autopilotados o los vídeos ‘deep fake’. ¿Qué será lo próximo?
Hay avances que hasta hace poco nos parecían ciencia ficción. Poderle hablar al móvil o a los altavoces de casa, por ejemplo. Pronto los algoritmos decidirán si vamos a una universidad o no, si nos conceden un crédito, si nos hacen un contrato laboral, un seguro o nos aplican un tratamiento médico. Por eso es importante que el desarrollo tecnológico vaya acompañado siempre de leyes y ética.