VALÈNCIA (EFE). Trabajadores y empresarios del ocio de Alicante, Castellón y Valencia han escenificado este jueves ante Les Corts un "botellón simbólico" para denunciar que las administraciones les vuelven a "señalar y a convertir en el chivo expiatorio" por la "falta de organización y relajación" del Consell desde que finalizó el toque de queda.
La Coordinadora Empresarial de Ocio y Hostelería de la Comunidad Valenciana (CEOH), convocante de la protesta, ha pedido al Consell que asuma su responsabilidad por la "caótica planificación durante el proceso de desescalada para frenar los desmanes que se han producido en calles, plazas y playas, con botellones multitudinarios, y en fiestas clandestinas".
Pide asimismo que "no cargue la culpa" a los pubs y discotecas que tienen activados todos los mecanismos y protocolos para que el riesgo de contagio sea el mínimo posible, informa CEOH.
En este sentido, ha recordado que ya advirtieron que esta situación de ocio descontrolado y no reglado en la calle iba a producirse y lamenta que "no se hayan tomado las medidas de prevención, control y seguridad necesarias que el propio sector viene reclamando".
Del mismo modo, desde la CEOH han reprochado al Consell que "una y otra vez" haya hecho "oídos sordos" a las propuestas del sector para garantizar una desescalada progresiva y segura, "resistiéndose a aplicar protocolos científicos y tecnológicos para garantizar, más todavía, la seguridad en los establecimientos reglados de ocio y de hostelería", e incluso campañas de concienciación y de prevención dirigidas a público y empresarios.
La coordinadora lamenta que "hasta el momento han hecho todo lo contrario", y se han limitado a adoptar medidas "cortoplacistas, cargando el peso de éstas contra la actividad de los locales de ocio".
Más bien, han subrayado, es una "mera cortina de humo" ante su incapacidad para gestionar y atajar de raíz el descontrolado repunte de casos de contagios juveniles, manteniendo el orden en la vía pública, combatiendo el botellón y todo tipo de concentraciones multitudinarias que son un auténtico factor de riesgo para el contagio, en estos momentos, entre los más jóvenes.
Han insistido en que se ha hecho sin medir las graves consecuencias que todo ello supone para los cerca de 1.100 locales de ocio que han logrado sobrevivir a la crisis y que no tienen ya capacidad de resistencia para soportar nuevas restricciones.
Por eso, durante la protesta han vuelto a reclamar, con carácter inmediato, un tercer plan de ayudas económicas directas, que no deje fuera a ninguna empresa y que compensen las pérdidas económicas hasta que recuperen su actividad al 100 %.
Asimismo, han reclamado poner sobre la mesa la implantación del Certificado Digital covid de la Unión Europea, poder utilizar la realización de test de antígenos o los carnets de vacunación, que permitiría recuperar la actividad de los locales, con total garantía sanitaria, en vez de limitarla.