VALÈNCIA. La vivienda se ha convertido en el principal activo de los españoles. De hecho, en España la mayoría de las personas mayores han materializado sus ahorros en forma de inmueble y cuentan con poca liquidez financiera para hacer frente a sus necesidades como puede ser, llegado el caso, la asistencia a domicilio o una residencia. ¿Cómo sufragar ese gasto con escasos recursos? Son muchas las alternativas que a lo largo de estos años han ido surgiendo para facilitar financiación mediante el uso de una propiedad inmobiliaria.
En este contexto, nace Pensium, una startup que ofrece una solución financiera a las familias que necesitan una residencia o servicios asistenciales para sus mayores dependientes y disponen de una propiedad para ponerla en alquiler. Eso sí, sin perder la propiedad.
La compañía, fundada en Barcelona hace tres años, parte de la iniciativa de varios profesionales de diferentes ámbitos como el financiero, asistencial e inmobiliario que, conscientes del problema para hacer frente al coste de una plaza residencial con las actuales pensiones, idearon un sistema con el objetivo de encontrar una solución para aquellas personas con alto grado de dependencia "que necesitan una residencia o una atención domiciliaria, pero cuya pensión no les alcanza para pagarla", explica a este diario el socio fundador y responsable de la empresa en València, Pedro Gómez.
El funcionamiento es sencillo. La empresa pone la vivienda en el mercado de alquiler residencial, encargándose de realizar todas las gestiones y garantizando a la familia la conservación de la propiedad sin hipotecas ni avales. Como el alquiler no es suficiente para cubrir los costes de la plaza en la residencia o la asistencia, Pensium anticipan unos importes semestrales que pueden llegar a ser el doble del alquiler durante un período máximo de 10 años.
Por ejemplo, si una persona cobra una pensión media de 800 euros, cuenta con una propiedad que puede alquilar por 600 euros y la residencia que necesita cuesta 1.800 euros, Pensium podrá anticipar hasta el doble del alquiler para poder pagar la cuantía total que se precise.
Cuando la persona mayor fallece, cesan las aportaciones y el importe pendiente se va reduciendo con los alquileres que se siguen obteniendo, hasta que la deuda se liquida o se solicita la cancelación. En ese momento, los herederos vuelven a disponer de la vivienda. Y es que la regla principal de la empresa es que la propiedad siempre la conserva las familias y en ningún caso la pierde. "Nuestro objetivo es que la persona tuviera los recursos que necesita, pero sin perder la vivienda", afirma el responsable de la compañía en la ciudad.
De hecho, la operación se puede cancelar en cualquier momento. Así, por ejemplo, si se le concede una plaza en una residencia pública y ya no necesita el complemento puede abandonar el programa. "Esto tiene una finalidad asistencial o bien para pargarles la residencia o para pedir asistencia. Si ya no se necesita, las familias pueden abandonar sin problemas. Esto no es una cadena perpetua. Nuestra vocación es social", remarca Gómez.
Para poder acceder a este sistema, las personas deben estar en una situación de dependencia reconocida o en proceso de reconocimiento con una edad a partir de los 75 años. Cada caso se analiza de forma particular y se diseña un programa personalizado y gratuito para las familias a las que se da un período de reflexión mínimo de 15 días para asesoramiento externo, con todos los documentos y el detalle pormenorizado de los gastos.
Actualmente, Pensium cuenta con una plantilla de 18 personas entre economistas, trabajadores sociales y abogados y tiene oficinas en Madrid, Barcelona y València. Además, en Zaragoza atiende a sus clientes mediante un acuerdo con la Fundación Rey Ardid y en el País Vasco con la empresa Antonia. Su objetivo es llegar a las 1.000 operaciones anuales.