VALENCIA. El 9 de mayo de 2013, los alumnos de las facultades valencianas salieron a la calle en una jornada de huelga estudiantil contra el entonces ministro José Ignacio Wert. Lo que a priori era una protesta pacífica, acabó siendo una lucha campal entre alumnos y Policía.
En esas revueltas, varios jóvenes fueron detenidos. Ahora, casi tres años después, uno de ellos se enfrenta a tres años y siete meses de condena de prisión, además de al pago de una multa de 300 euros y una indemnización de 3.400 euros por enfrentarse a la Policía Nacional. Para el fiscal, el joven cometió los delitos de desórdenes públicos, por los que le pide siete meses de cárcel; atentado, por lo que se enfrenta a una pena de tres años y un mes de prisión, y una falta de lesiones por la que le pide una multa de un mes a razón de 10 euros diarios.
En la calificación fiscal, a la que ha tenido acceso Valencia Plaza, el representante del Ministerio Público asevera que “el acusado el día 9 de mayo de 2013, durante las protestas estudiantiles, interrumpió el tráfico y volcó contenedores en Blasco Ibáñez. Sobre las 11.30, junto con otras 30 personas, se refugiaron en la facultad de Psicología”.
El fiscal prosigue diciendo que “el procesado junto con dos menores sacaron del hall una mesa ovalada que utilizaron a modo de parapeto procediendo a lanzar piedras contra los funcionarios del Cuerpo Nacional de Policía”.
Al parecer, y siempre bajo la versión del fiscal, una de las piedras, según la calificación, una sola, “impactó contra un coche aparcado fuera de la facultad causando daños en la luna delantera, techo, capó y puerta trasera”.
Acto seguido, “lanzó otra piedra contra un policía, que si bien al principio consiguió esquivarla, finalmente fue alcanzado por ella tras rebotar en el suelo causándole una contusión en la rodilla derecha (…), por la que le ha quedado un dolor en la rodilla al realizar esfuerzos”.
El escrito de la defensa solicita la absolución del joven ya que, según su abogada Cristina Tébar, el acusado no lanzó las piedras que causaron los daños y las lesiones por las que está acusado. Su letrada empieza pidiendo una prueba pericial del vehículo dañado en la que solicita que un experto acredite si una sola piedra puede causar todos los desperfectos, en diferentes partes del vehículo, que según el Ministerio Público una sola piedra ha causado.
También se pide que se aporte “la grabación efectuada el 9 de mayo de 2013 en el campus universitario de la avenida Blasco Ibáñez y puerta de acceso de la Facultad de Psicología, tanto de cámaras del centro como las realizadas por periodistas o por la propia Policía, y en la que quedaría acreditada su versión”.
La letrada afirma que “en las grabaciones puede identificarse plenamente al acusado y comprobar cuál fue su actuación durante los hechos enjuiciados, grabación cuyo visionado se solicita expresamente en el acto de la vista oral”.
Los criterios de diseño pasaron a tener más importancia a orden de Betoret, pero esos cambios supusieron en algún caso "que las chicas llevaran corsés o faldas cortitas"