WASHINGTON (EFECOM). El presidente de la Reserva Federal (Fed) estadounidense, Jerome Powell, ha dicho este miércoles que lo adecuado es seguir haciendo "más aumentos de tipos de interés en el futuro", hasta que la inflación esté controlada. Ha hecho estas declaraciones en rueda de prensa, momentos después de que la Fed haya anunciado una subida del tipo de interés oficial de 0,75 puntos porcentuales, el quinto aumento desde marzo y el tercero consecutivo de tres cuartos de punto.
"Con la acción de hoy, hemos elevado las tasas de interés en tres puntos porcentuales este año. En algún momento, a medida que la postura de la política monetaria se endurezca aún más, será adecuado reducir el ritmo de los aumentos", ha añadido. Junto a la subida de tipos, la Fed ha comunicado sus previsiones económicas, que contemplan, entre otras cosas, una tasa de interés del 4,4 % para finales de 2022, un punto por encima de lo estimado en junio.
Para finales de 2023 prevén que los tipos suban ligeramente, hasta el 4,6 %, para después bajar al 2,9 % a finales de 2025. Estas estimaciones no representan una hoja de ruta, ya que las decisiones del banco central dependerán de la evolución de la economía y de los efectos que la vuelta a una política monetaria más restrictiva tengan sobre la inflación.
En este sentido, Powell ha admitido que la Fed sabe que los aumentos de tipos probablemente causarán "un período de crecimiento económico por debajo de la tendencia", y que las condiciones del mercado laboral, extremadamente robusto desde que comenzó la recuperación pospandemia, seguramente empeorarán. "El mercado laboral sigue estando desequilibrado, con una demanda de trabajadores que supera con creces la oferta", según el presidente del banco central estadounidense.
En las predicciones de la Fed de este miércoles se contempla, de hecho, un aumento de la tasa de desempleo, que alcanzaría el 4,4 % a finales de 2023 -actualmente se encuentra en el 3,7 %, una situación de prácticamente pleno empleo-. Powell ha defendido, sin embargo, que las decisiones del banco central buscan siempre "servir a su misión pública", que es la de mantener el empleo en niveles máximos sin sacrificar la estabilidad de los precios.