VALÈNCIA (EP). El proyecto 'LIFE Renaturwat', liderado por la Universitat Politècnica de València, celebra el Día Mundial del Agua con una iniciativa que "mejora la biodiversidad y la conservación de los humedales artificiales" diseñados en la urbanización de Los Monasterios en Puçol (Valencia): reintroducir ejemplares de gallipato, tipología de anfibio originario de la zona, y de este modo, reforzar el núcleo poblacional y asegurar el crecimiento de esta comunidad a largo plazo.
Estos animales vertebrados, denominados Pleurodeles waltl, históricamente han existido en las charcas colindantes al lugar donde se ejecuta el proyecto, pero lamentablemente la mayoría desaparecieron en los últimos años a causa de la desecación de las lagunas. De hecho, esta especie se encuentra catalogada como vulnerable en el Catálogo Valenciano de Especies de Fauna Amenazada.
Por ello, el pasado año, el Centro de Conservación de Especies Dulceacuícolas de la Comunitat Valenciana (Generalitat Valenciana) cedió alrededor de medio centenar de ejemplares para su reintroducción en los humedales de Puçol.
"En un muestreo realizado recientemente se ha podido encontrar a uno de estos ejemplares. Concretamente se encontró un gallipato adulto macho, que presentaba las extremidades anteriores muy desarrolladas y de color oscuro, lo que indica que está ya en fase reproductora", señalan desde el proyecto LIFE Renaturwat.
En este contexto, con el fin de reforzar el núcleo poblacional y asegurar el crecimiento de esta comunidad a largo plazo, se ha decidido realizar una introducción adicional.
"La reintroducción de Pleurodeles waltl representa un paso significativo en los esfuerzos de conservación en la zona, demostrando el compromiso de los socios del proyecto LIFE con la protección y preservación de las especies autóctonas. No sólo pretendemos rebajar los niveles de contaminación de las aguas, sino que además buscamos mejorar la calidad biológica, generar hábitats y secuestrar carbono, fundamental para mitigar el cambio climático", destaca Miguel Martín Monerris, investigador del IIAMA-UPV y coordinador del proyecto.
El gallipato emerge como un símbolo de la biodiversidad ibérica, ya que es el mayor anfibio urodelo de Europa y un "verdadero tesoro" de la naturaleza. Esta especie se caracteriza por su hábitat dual y prospera tanto en ambientes acuáticos como terrestres.
Conocido por su capacidad para adaptarse a zonas de aguas temporales, el gallipato vive dos vidas distintas: una acuática y otra terrestre. Su período reproductivo se desencadena con las primeras lluvias otoñales, extendiéndose hasta los inicios de la primavera, lo que permite una reproducción continuada a lo largo de varios meses.
En cuanto a su alimentación, el gallipato se muestra como un voraz depredador; consume larvas acuáticas de insectos, crustáceos, anélidos y otras pequeñas criaturas acuáticas. Su dieta incluye incluso el canibalismo y contribuye de manera significativa al control de la población de mosquitos y otros insectos.
El proyecto LIFE Renaturwat, financiado por la Unión Europea a través del programa LIFE, es liderado por los investigadores del IIAMA-UPV (Instituto de Ingeniería del Agua y Medio Ambiente de la Universitat Politècnica de València), Miguel Martín Monerris y Carmen Hernández Crespo.
En un consorcio integrado por entidades como Global Omnium, EMIVASA, Grupo de Economía del Agua de la Universitat de València, Fundación Global Nature, Aguas de Portugal, Agencia EFE, Municipio de Carrícola, Valle Residencial Los Monasterios y Fundació Mediambiental, el proyecto tiene como objetivo principal mejorar la calidad ambiental de las aguas residuales urbanas mediante tratamientos sostenibles.
Para ello, han construido unos prototipos de humedal artificial en las EDAR de Carrícola y Los Monasterios (Puçol), ubicadas en la Comunitat Valenciana, incorporando un material adsorbente, como es el fango para el tratamiento de aguas residuales urbanas.
"El proyecto integra los principios de economía circular al mejorar la calidad ambiental de las aguas residuales urbanas a través de tratamientos sostenibles. De hecho, el uso de fangos deshidratados de potabilizadora refleja un enfoque circular al transformar los residuos en recursos para el tratamiento sostenible de las aguas. Esto no solo contribuye a reducir la contaminación ambiental, sino que también fomenta la eficiencia en el uso de recursos y promueve la sostenibilidad a lo largo de todo el proceso de tratamiento de aguas residuales", concluyen desde el LIFE Renaturwat.