VALÈNCIA. Una playa fluvial, pasarelas, árboles que configuren un bosque urbano y un barco donde puedan jugar los niños que busca imitar, a una escala menor, al conocido parque de Gulliver. Con él, se emularía el naufragio del famoso personaje literario. Estos son, a grandes rasgos, algunos de los detalles del proyecto ganador para el Parque de Desembocadura, el tramo final del Jardín del Turia.
El alcalde de València, Joan Ribó, y la vicealcaldesa de la ciudad, Sandra Gómez, dieron a conocer este jueves en rueda de prensa cuál había sido la propuesta ganadora del concurso de ideas convocado por el Ayuntamiento de València para terminar, años después, el Jardín del Turia. (Con)fluir ha sido el proyecto elegido por expertos, vecinos y la Autoridad Portuaria de València de los cinco que se presentaron.
Aunque no existe un plazo para su ejecución, Ribó y Gómez detallaron que los ganadores dispondrán de ocho meses aproximadamente para redactar el proyecto básico y de ejecución que, posteriormente, saldrá a licitación. Un margen temporal por el que calculan que la aprobación del proyecto definitivo tardará en producirse un año. Por esta redacción, los ganadores -cuyo nombre de la empresa no fue revelado en la rueda de prensa y no se conocerá hasta que se proceda a la apertura de sobre- ingresarán 1 millones de euros.
El coste de la obra completa está cifrada en 35 millones de euros, de los cuales la primera fase supondrá 16,5 millones de euros. Al tratarse de un plan cofinanciado por el Puerto de València -forma parte del jurado-, el 75% correrá a cuenta del órgano presidido por Aurelio Martínez.
La propuesta ganadora no solo permitirá recuperar "la morfología original del río", sino que también pretende hacer lo propio con el caudal del río, y tratará de "mitigar el impacto acústico y visual" que le supone situarse al lado del puerto. En comparación con los otros cuatro proyectos finalistas ('Ombra, riu i conviu', 'Sendes d'aigua', 'Riu-Diversitat', y 'Ver-Marí'), (Con)fluir también plantea que el parque de Desembocadura recupere en un futuro la salida al mar. Una petición histórica de los vecinos del barrio de Natzaret.
El diseño ganador incluye zonas de juego y embarcaderos. Preguntados sobre si la playa fluvial inundable que plantea permitirá el baño de los vecinos o realizar actividades acuáticas, Ribó y Gómez advirtieron que aunque se trate de una lámina de agua, los vecinos no podrán bañarse en ella "por su proximidad a unos colectores y habría peligro de arrastre". No obstante, la redacción del proyecto detallará si podría ser navegable con barcas o piraguas como ocurre ahora mismo en el exterior de la Ciudad de las Artes y las Ciencias.
En este sentido, el alcalde defendió que la iniciativa es "totalmente coherente" con el modelo de ciudad "verde" que defiende y con el reconocimiento de València como Capital Verde Europea. La vicealcaldesa, además, celebró que el proyecto haya sido elegido "por unanimidad" y que permita "transformar el sur de la ciudad y reparar la deuda histórica con los barrios del Grao y de Natzaret", principalmente.
Gómez agradeció la labor del jurado y de todos los equipos presentado al concurso, quienes percibirán 12.000 euros aunque no hayan sido finalmente los elegidos. Con la idea ganadora se actuará para llevar a cabo la primera fase del Parque de Desembocadura, 95.000 metros cuadrados desde el Puente de Astilleros a toda la zona de Natzaret. La propuesta también contempla la reforma de este puente, por el está previsto que pase la L10 y crea un puente peatonal entre la calle Mayor del barrio y el otro lado del río.