VALÈNCIA. La industrialización de la vivienda va cogiendo fuerza en el sector de la construcción. La reducción del tiempo de la obra, el control de la calidad y la reducción de desperdicios son algunas de las ventajas que están llevando a muchas promotoras a dar el salto a esta alternativa al 'ladrillo' tradicional. No son pocos los proyectos, principalmente en tipologías de adosados o unifamiliares, que ya se van levantando mediante módulos construidos en fábricas. Pero, poco a poco se va un paso más allá y también llega a los edificios en altura.
Así, el Grupo Proyme, que hace años se lanzó a la promoción inmobiliaria con la firma iHomes Urban Life tras una larga trayectoria en la construcción, ha decidido recurrir a esta fórmula en su nuevo proyecto de 62 viviendas en Patraix. En su caso, la industrialización será en la fachada del complejo y los aseos, una labor que llevarán a cabo en sus instalaciones de Alginet y que les permitirá mejorar en eficiencia energética y acometer más rápido la actuación. El proyecto también recurrirá a un método digital robotizado de replanteo en obra, así como a sensores electrónicos para la resistencia del hormigón en la estructura.
Precisamente, la velocidad de entrega y la eficiencia de la construcción con el mínimo desperdicio de material son dos factores que están fomentado el crecimiento de este sistema en las nuevas edificaciones. Y, especialmente, en un momento en el que la sostenibilidad marcan la llegada de los fondos europeos para la recuperación económica. La principal particularidad de este proceso es que se construyen los inmuebles o una parte de ellos en fábricas mediante procesos industrializados y mecanizados, lo que permite una mayor precisión en los acabados y, por tanto, controlar su calidad.
Concretamente, la nueva promoción de Proyme, ubicada en la calle Vicente Clave esquina con la calle José Roca Coll, está formada por 62 viviendas divididas en siete alturas. El suelo se adquirió hace dos años a propietarios privados y se está ahora en plena construcción, después de que su proyecto de baños prefabricados fuera elegido como una solución innovadora por la Dirección General de Innovación Ecológica de la Conselleria, en el marco del plan de Impulso a la Innovación e Investigación aplicada para la Transición Ecológica en la Arquitectura (IRTA).
La particularidad de su iniciativa, por tanto, es que la fachada del edificio será prefabricada de hormigón como también los baños de los inmuebles, que construirán en su fábrica en Alginet, y se trasladarán ya montados en módulos prefabricados. "Hemos emprendido una nueva línea de industrialización propia que queremos seguir explotando", destacan desde la compañía.
Así, la ejecución de los baños se realiza en un entorno industrial, obteniendo recintos modulares, que posteriormente se transportarán y se ensamblarán en obra, como así se está haciendo en su promoción en Patraix.
Este proceso les permitirá reducir en cerca de un 8% los residuos generados, en comparación con los procesos de construcción tradicional. "De esta forma, conseguiremos uno de los principios que se marcan en la economía circular como es fomentar el uso eficiente de materiales y primar la flexibilidad y adaptación", destacan. Asimismo, lograrán un ahorro energético en el proceso de ejecución de aproximadamente un 30% en los procesos industriales, ya que se minimiza considerablemente los transportes y movimientos de material.
"Una de las ventajas de este proceso es que, además, se acortan los tiempos al pasar de los 21 meses de una obra tradicional a 18-17 meses con este sistema. También evita el problema de la mano de obra, que cada vez es más complicado encontrar en el sector. Además, la industrialización permite mejorar la seguridad y la calidad de los acabados, aspectos que la construcción in situ siempre es más artesanal", destacan desde Proyme.
Otro aspecto que está provocando el tirón de este método es que en plena escalada del precio de las materias primas se controlan los costes por la mecanización y optimización de procesos, afectando en menor medida al presupuesto de la actuación.
Aunque esta promoción de Patraix será la primera experiencia de la compañía en vivienda industrializada no será la última. La compañía ya ha adquirido otro suelo en la avenida José Roca Coll esquina con Canonge Tàrrega para otro proyecto similar, en el que incluso quieren ir un poco más allá incorporando núcleos de escalera con prefabricados. Pero por ahora solo es una idea. Están ajustando la iniciativa y a la espera de la licencia.
"Todavía está muy incipiente, pero la idea es que sea otro edificio en altura de 66 viviendas con construcción industrializada en fachada, aseos y quizás incorporemos algún elemento más en cuanto a estructura. Queremos seguir explorando esta línea", señalan.