VALÈNCIA. El presidente de la Generalitat, Ximo Puig, tiene este miércoles 20 de julio un acto en territorio amigo. Se trata de un evento convocado por el PSPV en el que acudirá en su calidad de líder del partido para "inaugurar" la nueva N-232 a su paso por Morella, localidad en la que fue alcalde durante 17 años.
El proyecto resulta de importancia para los habitantes de la zona, y parece que los socialistas, que gobiernan el municipio con Rhamsés Ripollés al frente, quieren sacar pecho a unos meses de las elecciones municipales de mayo de 2023.
Se da la circunstancia, sin embargo, de que una ley aprobada por el propio Consell del Botànic prohíbe a Puig acudir como presidente de la Generalitat. Debido a lo cual se ha optado seguramente por enmascararlo como acto de partido. Se trata de la ley de Publicidad Institucional para el interés ciudadano y la concepción colectiva de las infraestructuras públicas, que con su extenso título está gastando más de una mala pasada a los mismos responsables del Ejecutivo autonómico que la sacaron adelante.
La norma, en su artículo 5, expone las prohibiciones. "Se prohíbe la organización de cualquier acto de inauguración, o similares, de obra acabada o servicio por parte de personas con cargos electos o altos cargos, financiados con fondos públicos parcial o totalmente, directa o indirectamente. Esta prohibición incluirá los viajes en cabina de conductor de cargos electos o altos cargos respecto de las infraestructuras de transporte público colectivo", dice en uno de sus puntos.
En otro establece que se prohíben igualmente "los actos de puestas de primeras piedras, de inauguración o similares, de inicio de construcción de obra financiada, total o parcialmente, con fondos públicos por parte de personas con cargos electos o altos cargos".
La ley, presentada por Compromís y aprobada en 2018, no generó desde un principio demasiado entusiasmo en filas socialistas. De hecho, ha llegado a ser ya modificada con el objetivo de adjudicar de manera directa publicidad institucional. Para sortearla e inaugurar carreteras –cosa que el PSPV criticaba especialmente de alcaldes del PP–, ahora tiene que hacer actos de partido.
El evento de Morella irá acompañado, a continuación, de una comida con la militancia que tampoco saldrá excesivamente barata para los comensales. Tendrá un precio de 20 euros con inscripción previa.