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entrevista a Quico Fernández, alcalde de sagunto

"Mercadona no llega por casualidad, Parc Sagunt ha bajado los precios y va a tener un mejor ferrocarril"

8/01/2017 - 

SAGUNTO. La decisión de Mercadona de instalar su macroalmacén en Parc Sagunt ha sido la última de un carrusel de buenas noticias relacionadas con la localidad, que parece tocada con una varita. Este espacio industrial ha pasado en pocos meses de tener dificultades para pagar las nóminas a revalorizarse exponencialmente tras las importantes inversiones anunciadas por la Autoridad Portuaria de Valencia y el posterior desembarco de la cadena de Juan Roig. Pero el municipio ya había celebrado recientemente la reapertura de Galmed y está a un paso de firmar la continuidad de Lafarge tras un complejo tira y afloja entre la firma cementera y el ayuntamiento. El alcalde Quico Fernández atiende a Valencia Plaza para abordar estas y otras cuestiones relacionadas con la ciudad.

-Sagunto parece la ciudad de las buenas noticias empresariales… ¿Cómo lo hacen?

-El hecho de que en estas últimas  semanas hayan aparecido buenas noticias yo creo que es el resultado de mucho trabajo y esfuerzo. Teníamos temas muy parados cuando llegamos al gobierno, especialmente sobre reindustrialización. Disponíamos de grandes parques industriales prácticamente vacíos. Es cierto que hay un cierto cambio en el ciclo económico, pero después ha habido una gestión para desatascarlos, especialmente en Parc Sagunt. En los últimos 8 años no se había hecho nada por parte de las administraciones autonómica y estatal para poner en funcionamiento el parque. Nosotros, prácticamente desde el primer día, nos lo pusimos como objetivo. La noticia de la instalación de la base logística de Mercadona viene a confirmar que había que resolver esta cuestión.

-Pero no es un operador cualquiera... Parc Sagunt, ha pasado de no poder pagar las nóminas a revalorizarse de repente ante la expectativa de que el macroalmacén de Mercadona despliegue un parque de interproveedores en el lugar. ¿Han tenido tiempo de asimilar y cuantificar lo que va a suponer esta llegada?

-La decisión de Mercadona de instalarse en Parc Sagunt con una dimensión tan importante efectivamente va a suponer no sólo la llegada de otras empresas como los interproveedores, sino también dotarlo de una imagen que lo convierte de golpe en una realidad industrial. Pero esta llegada no ha sido fácil ni fruto de la casualidad. Hemos iniciado las obras para acabar el parque con un diálogo complicado con Madrid -que no nos ha puesto facilidades- y finalmente lo hemos podido solucionar gracias a la Autoridad Portuaria de Valencia (que gestiona tento el Puerto de Valencia como el Puerto de Sagunto). Yo, como alcalde, lo he presenciado de primera mano, puesto que formo parte tanto del consejo de administración de Parc Sagunt como del de la Autoridad Portuaria.

-¿Qué decisiones cree que han sido claves para la llegada de esta inversión?

-La Autoridad Portuaria ha entendido que hay una retroalimentación entre el desarrollo logístico de Parc Sagunt y el del Puerto de Sagunto. Su apuesta ha sido decidida y yo le quiero dar las gracias, porque la implicación ha sido total. Se ha puesto el dinero para finalizar las obras y hemos sido capaces de actualizar el precio del suelo en Parc Sagunt -que tampoco ha sido una cuestión sencilla-. Los precios estaban fuera de la realidad del mercado y hemos conseguido bajarlos. Además, por otro lado, y también gracias a la Autoridad Portuaria, se han tomado decisiones en el ámbito de las infraestructuras ferroviarias, que van a dotar de mucha competitividad tanto al Puerto de Sagunto como a Parc Sagunt. El Puerto no tenía un acceso ferroviario, cosa que es fundamental para potenciar la intermodalidad, y esta inversión va a superar los 30 millones sólo en la conexión de la líneas ferroviarias con los muelles del Puerto de Sagunto, una línea que pasa por Parc Sagunt y, concretamente, por la parcela de que ha comprado Mercadona.

-La Autoridad Portuaria de Valencia también va a hacer una importante inversión para modernizar el tren a Zaragoza... ¿ha pesado también esta decisión?

-La última decisón que se ha tomado ha sido la de mejorar la línea Sagunto-Teruel-Zaragoza que se prolonga hasta el Cantábrico. Sin esta línea nosotros perderíamos muchísimas posiciones. En estos momentos se trata de una línea tercermundista. Está exactamente igual que al principio del siglo XX: ni está electrificada, ni tiene posibilidades de frecuencia ni de permitir el tamaño suficiente del convoy. Los vehículos de General Motors que actualmente vienen a Sagunto lo hacen principalmente dando la vuelta por Tarragona, con el sobrecoste que ello supone. La principal oferta que nosotros brindamos, que es el transporte marítimo de vehículos, no tiene un acceso directo con Zaragoza ni con el Cantábrico. Pero ahora la Autoridad Portuaria de Valencia va a invertir una cantidad de alrededor de 60 millones de euros. Esperemos que el Ministerio de Fomento, que se ha desentendido hasta la fecha, también se implique con una línea fundamental para Sagunto, el área mediterránea y el conjunto del Estado.

-¿Pidió Mercadona esta inversión para venir a Sagunto?

-No. No ha habido una planificación conjunta con Mercadona en la que haya pedido nada. Mercadona ha visto que ahora las condiciones de Parc Sagunt -su precio, que ha bajado ostensiblemente- y sus conexiones son mucho mejores. Cuando se ha acabado el parque y se han puesto precios competitivos han llegado las inversiones.

-El conflicto asociado a la cantera de Lafarge parece estar en vías de solución. La empresa está dispuesta a no ampliar la cantera en Romeu y mudarse directamente a El Piñal ¿Qué más deben hacer para ganarse la confianza del Ayuntamiento?

-El tema de Lafarge es el conflicto más urgente que tenemos en estos momentos. La empresa está explotando una cantera desde hace décadas y los días de esa cantera están contados. No sólo porque haya voluntad política de que así sea sino porque existe un marque legal que, desde nuestro punto de vista, impide o al menos dificulta su continuidad. Por otra parte está la posibilidad real de seguir explotando la cantera en el mismo sitio pero en superficie, sin afectar a nuevas áreas forestales, que es la cuestión que ahora estamos negociando, la más urgente. Ante esta situación, se ha habilitado una posibilidad -que no es novedosa- que consiste en que se traslade la producción a El Piñal. Actualmente estamos en negociaciones muy avanzadas para que así ocurra, a falta de cerrar unos flecos. Consiste, básicamente, en abrir la puerta a una nueva cantera en El Piñal y cerrar Romeu de forma irreversible para proteger la montaña. El acuerdo, tras la última reunión en la Conselleria de Agricultura y Medio Ambiente, si no quedó cerrado estaba prácticamente en las últimas alegaciones para simultanear la apertura de un sector y el cierre del otro. Pensamos que se resolverá a lo largo de este mes de enero.

-¿Cuáles son esos flecos que restan para alcanzar el acuerdo?

-Tenemos que ponernos de acuerdo en el tiempo de ocupación de la cantera actual. Aquí tenemos una diferencia de interpretación. Nosotros queremos que como máximo sea hasta 2027 o 2030, aproximadamente. Lafarge, en sus últimas declaraciones, manifiesta que aspira hasta el año 2042. Nosotros creemos que esto está fuera de la ley y lejos de nuestras aspiraciones políticas.

-Por fin reabrió Galmed, después de tres años y en medio de una intensa disputa entre Thyssen y Ros Casares...

-En efecto. Se solventó la disputa entre Thyssen y Ros Casares, pero hay que subrayar que el cierre de Galmed en realidad fue prácticamente una deslocalización. La producción de Galmed abastecía al sector del automóvil y tenía demanda para seguir adelante. Lo que pasó es que dentro de los planes de ThyssenKrupp les interesaba cerrar -aunque no de manera definitiva- y trasladar la producción a Alemania. Fue algo injustificado. De hecho la compañía siguió con el mantenimiento de la planta y, con el argumento de un repunte de la demanda, ha retomado ahora la actividad y ha recuperado el nivel de ocupación, que para nosotros es lo más importante.

-¿Si le llegan a decir a principio de legislatura que iba a pasar todo esto en Sagunto en menos de dos años se lo habría creído?

-Difícilmente me lo habría creído, la verdad. Que hayamos tenido resultados tan pronto sí que me ha sorprendido. No porque no creyera en las posibilidades, sino por la velocidad. Nosotros teníamos claro que tenía que acabarse Parc Sagunt. Creíamos en sus posibilidades. Yo tengo claro que Sagunto, si no es el mejor lugar, es uno de los mejores para invertir. El Puerto de Sagunto está mejor situado que el de Valencia. La ZAL en Sagunto sería mucho más operativa, y no lo digo yo, lo dicen los actores implicados. Hacía falta confianza, y la confianza la dan inversores de la magnitud de Mercadona. En los próximos meses estoy convencido de que va a haber buenas noticias. Ya hay muchos interesados.

-¿Habría espacio en Sagunto para establecer la ZAL prevista en Valencia?

-Ahora parece que se hayan dado algunos pasos definitivos entre el Ayuntamiento de Valencia y la Autoridad Portuaria de Valencia. Y yo en absoluto quiero interferir. Pero nosotros disponemos todavía de una superficie de 3 millones de metros cuadrados. Está Parc Sagunt 2 en el horizonte, que era un proyecto contemplado hace años y que supondrían 6 millones de metros cuadrados más en un espacio colindante. Estamos hablando de un triángulo grandísimo, que supera en espacio a la ZAL de Valencia. 

-A nivel autonómico se habla mucho delas dificultades del 'mestizaje'. Usted gobierna con el apoyo de tres formaciones. Igual le pide consejo el presidente Ximo Puig durante el seminari d’hivern que va a celebrar el Consell aquí en Sagunto…

-El principal ingrediente, y yo tengo experiencia en gobiernos de coalición, es la lealtad. Compartir un proyecto y ser leal a ese proyecto. Yo creo que Parc Sagunt ha sido precisamente un ejemplo de sintonía. Nosotros estamos contentos con el Consell en el Ayuntamiento. El Gobierno de la Generalitat siempre ha estado ahí para desactivar los problemas que han afectado a Sagunto, tanto el presidente Puig como el conseller de Economía, Rafael Climent. Lo importante es saber ceder, no querer salirse siempre con la tuya. Los acuerdos de gobierno requieren renuncias.

-¿Qué solución hay que darle al encaje de Gent de Compromís dentro de la coalición? 

-Yo creo que los integrantes de Gent de Compromís tienen que tener exactamente los mismos derechos que cualquier otro integrante, tal y como se produjo con la configuración del Bloc desde el primer momento. En estos momentos no tienen exactamente los mismos derechos que el resto de afiliados, y a mí me incomoda muchísimo estar en una organización en la que todos sus miembros no tienen los mismos derechos. Compromís tiene que tener órganos de decisión para todos sus miembros que sean vinculantes y un sistema de decisión que no se pueda discutir. Es decir: que todos los miembros puedan decidir mediante un referéndum vinculante o a través de un Consell General que pueda tomar estas decisiones. La misma democracia que queremos para el conjunto de la sociedad tenemos que ser capaces de aplicarla internamente.

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