VALÈNCIA (EP). El juez de la Audiencia Nacional Santiago Pedraz ha rechazado la petición realizada por la defensa del líder del Frente Polisario, Brahim Ghali, para que reclamara al Centro Nacional de Inteligencia (CNI) dos informes de mayo y junio del año pasado que reflejarían una estrategia de Marruecos para acosar a Ghali con la finalidad última de "presionar" a España para propiciar un cambio de postura respecto al Sáhara Occidental.
Según las fuentes jurídicas consultadas por Europa Press, el titular del Juzgado Central de Instrucción Número 5 ha denegado la diligencia al considerar que dichos informes no guardan relación alguna con la causa que investiga, siguiendo de esta forma la línea marcada por la Fiscalía, que se había opuesto aduciendo que no cabía esperar que los citados documentos aportaran elementos probatorios relevantes para las pesquisas judiciales.
La defensa se interesó por estos informes de Inteligencia en el marco de la querella presentada por el activista saharaui de nacionalidad española Fadel Breica, que acusa a Ghali de delitos de detención ilegal, torturas y lesa humanidad presuntamente cometidos en 2019 en los campamentos de Tinduf (Argelia).
El jefe del Polisario pretendía que Pedraz recabara unos "informes reservados" que habría elaborado el CNI el 18 de mayo y el 24 de junio de 2021, en plena crisis diplomática entre Rabat y Madrid, de los que tuvo noticia a través de una información publicada en 'El País', al considerar que "acreditarían, entre otros extremos, los motivos espurios y la finalidad fraudulenta que impregnan el presente procedimiento".
En su escrito, Ghali detallaba, citando textualmente a dicho diario, que el informe del 24 de junio de 2021 "afirmaría, según fuentes de ese medio que, 'durante la crisis diplomática entre España y Marruecos, por la acogida al líder del Frente Polisario, los servicios de inteligencia marroquíes activaron una doble estrategia judicial y mediática con el fin de acosar a Ghali y dificultar su movilidad, así como crear un estado de opinión en la prensa afines a sus intereses'".
"Y por tanto, confirmaría el destino de recursos por parte de Marruecos para reactivar los procedimientos judiciales interpuestos contra el Frente Polisario y don Brahim Ghali, con la finalidad de presionar al Gobierno español en aras a un cambio de posición favorable a Marruecos respecto del contencioso del Sáhara Occidental", añadía de su puño y letra el abogado del líder saharaui.
Además, indicaba que "dicho informe incluiría un anexo con la identidad de personas y organizaciones supuestamente colaboradoras en España de la Dirección General de Estudios y Documentación (DGED), servicio de inteligencia exterior dependiente de las Fuerzas Armadas marroquíes, entre los que se señalaría a Fadel Breica, querellante en el presente procedimiento".
El otro informe, de 18 de mayo de 2021, "concluiría que 'la entrada masiva de inmigrantes en Ceuta del día anterior formaba parte de la estrategia de presión de Rabat para que España modificase su posición de neutralidad en el conflicto del Sáhara Occidental'", precisaba citando literalmente al referido periódico.
Cabe recordar que en estos momentos otro juez de la Audiencia Nacional, José Luis Calama, investiga el espionaje a los teléfonos móviles del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y los ministros de Defensa e Interior, Margarita Robles y Fernando Grande-Marlaska, con el programa Pegasus, que se habría producido en torno a esas mismas fechas.
Respecto a Ghali, la formulada por Breica es la única querella que queda viva en la Audiencia Nacional contra el jefe del Polisario después de que Pedraz archivara la presentada por la Asociación Saharaui para la Defensa de los Derechos Humanos (ASADEDH) por presuntos delitos de genocidio en relación con hechos presuntamente cometidos contra miembros del pueblo saharaui entre 1975 y 1990.
Por su parte, el titular del Juzgado de Instrucción Número 7 de Zaragoza, Rafael Lasala, continúa investigando la entrada de Ghali en España el 18 de abril de 2021, pero enfocada ahora hacia el pasaporte falso que se utilizó para identificar al líder del Frente Polisario a su llegada al hospital San Pedro de Logroño, donde estuvo ingresado por coronavirus.