Comunitat Valenciana, Tierra de Empresa. Este es el título de la jornada que en unos días celebrará este diario y en la que participaré como representante de Statkraft, primer productor renovable de Europa y líder en contratos PPA, que ha decidido instalar en Valencia sus oficinas centrales para España y Portugal. Será desde aquí, mi ciudad, desde donde nuestra compañía desarrollará sus proyectos renovables para toda la península ibérica, impulsando la urgente transición energética que tanto necesitamos.
Nuestra tierra es, efectivamente, una tierra de empresa. Han sido muchos los emprendedores valencianos que, con su trabajo y empeño, han logrado llevar el nombre de Valencia y de nuestro país por todo el mundo. Sectores como el agroalimentario, la cerámica, el turismo, el transporte… han conseguido, sin ninguna duda, ponernos en el mapa y dar cuenta del buen hacer de nuestros profesionales. Sin embargo, todos ellos son sectores que se enfrentan ahora a un gran desafío: la irrenunciable transición energética. Es por ello que, especialmente en la Comunitat Valenciana, las renovables deben ser solución y oportunidad.
Son solución porque algunos de los sectores mencionados se juegan en esto su propia supervivencia, dada su gran dependencia de los precios del gas y su altísimo consumo energético para poder mantener su actividad. En los últimos meses hemos visto como, más que nunca, se ha puesto de manifiesto lo que en Statkraft nunca nos cansamos de repetir: las renovables son la solución. Necesitamos más energía limpia, asequible y autóctona y la necesitamos ya; no podemos permitirnos el lujo de perder más tiempo. Estamos ante una emergencia climática y ante una crisis energética sin precedentes.
Y son oportunidad porque tenemos mucho por hacer: nos encontramos en el vagón de cola del desarrollo renovable en España, con apenas 400 MW renovables instalados y con el objetivo del Consell -a día de hoy, por desgracia, improbable- de alcanzar los 10.000 en 2030, de los que 6.000 deberían ser solares y, 4.000, eólicos. Además, contamos con el recurso natural suficiente -sol- y con un tejido empresarial que, de tener el respaldo de la Administración urgente que necesitamos, puede convertirse en referente de la cadena de valor renovable no solo a nivel nacional, sino también internacional. Nosotros, Statkraft, nos sentimos muy orgullosos de haber llevado a proveedores valencianos a participar en nuestros proyectos internacionales y, desde luego, nos gustaría que nos acompañaran en nuestra propia tierra.
Sin embargo, a pesar de ser solución y oportunidad de desarrollo económico y social, empresas como Statkraft nos estamos encontrando con trabas a la hora de hacer realidad nuestros proyectos renovables en esta tierra. Queremos apostar por la Comunitat y por su industria -como prueba nuestra decisión de asentarnos en Valencia- y, sin embargo, no siempre nos encontramos con el respaldo suficiente para nuestros proyectos. La voluntad y el objetivo parecen claros, pero a la hora de hacerlos realidad, normativas como el Decreto Ley 1/2022 del Consell ralentizan en parte el despliegue renovable en la región.
En el caso de Statkraft, contamos con cuatro proyectos solares repartidos entre Valencia, Alicante y Castellón. Más de 300 millones de inversión conjunta que, incluyendo la fase de construcción, generarían alrededor de 2.000 empleos. Y no queremos hacerlo de cualquier manera. Nos estamos sentando con ayuntamientos, cooperativas y vecinos para tratar de entender cuáles son sus preocupaciones y demandas y tratar de adaptar nuestros planteamientos a ellos. Es por ello que, por ejemplo, estamos estudiando fórmulas para la puesta en marcha de comunidades energéticas y analizando qué cultivos podríamos compatibilizar dentro de las plantas fotovoltaicas, de forma que el territorio y los ciudadanos sean también partícipes de esta transición. En ese sentido, también queremos que la energía limpia y asequible generada por estos proyectos sea suministrada a las industrias y empresas valencianas y así contribuir a su competitividad y resiliencia, de modo que esta tierra pueda seguir siendo una tierra de empresa.
Queremos y podemos hacerlo. Tenemos los recursos naturales e industriales para convertirnos en líderes de esta transición. Pero, para ello, insisto, debemos dejar de poner trabas a aquellos proyectos que tengan sentido económico, social y ambiental. Impulsar, como ha reiterado el president Puig, ese pacto valenciano por la energía que nos permita una transición justa y que acelere nuestra autonomía energética. Que permita a nuestra industria, de la que dependen miles de familias, asegurar su actividad a medio y largo plazo, dando respuesta al mismo tiempo al desafío climático al que nos enfrentamos. No perdamos más tiempo. La Comunitat Valenciana y sus ciudadanos no nos lo podemos permitir. Porque las renovables son solución y son oportunidad.
José Miguel Ferrer es director general de Statkraft para España y Portugal