VALÈNCIA (VP). En La Safor conviven de forma única marjal y playas, ríos, montañas y cuevas. Un territorio rico en cultura y patrimonio, un destino versátil y sorprendente con una deliciosa gastronomía que atrae cada año hasta sus municipios a miles de visitantes.
La Mancomunitat de La Safor está compuesta por 31 municipios: Ador, Alfauir, Almiserà, Almoines, Barx, Bellreguard, Beniarjó, Benifairó de la Valldigna, Beniflà, Benirredrà, Castellonet de la Conquesta, Daimús, El Real de Gandia, Gandia, Guardamar de la Safor, L’Alqueria de la Comtessa, La Font d’en Carròs, Llocnou de Sant Jeroni, Miramar, Oliva, Palma de Gandia, Palmera, Piles, Potries, Rafelcofer, Ròtova, Simat de la Valldigna, Tavernes de la Valldigna, Villalonga, Xeraco y Xeresa. Todos ellos forman parte del Plan de Dinamización y Gobernanza Turística, impulsado por Turisme de la Comunitat Valenciana y la Diputación Provincial de Valencia.
Desde el pico más alto, hasta el tramo más alejado de la costa, La Safor ofrece numerosas opciones para disfrutar de actividades en la naturaleza. Sus largos senderos de interior, son perfectos para realizar una ruta ciclista acompañada por el paisaje del Macizo del Mondúver; o una jornada de senderismo en el Paraje Natural Municipal Parpalló-Borrell.
La comarca cuenta con una gran oferta de rutas en la montaña, marjal, ríos y barrancos, además de numerosas cuevas, algunas de ellas aptas para practicar espeleología. En la costa, la arena blanca de sus largas playas y sus aguas cristalinas invitan a la práctica de deportes como el surf, paddle surf, voley-playa, kayak o piragüismo.
Una oferta casi infinita de actividades al aire libre y para disfrutar en cualquier época del año. Turismo activo y natural, en la Mancomunitat de La Safor.
La Safor atesora un rico patrimonio cultural que abarca desde el arte rupestre y prehistórico hasta destacadas obras del Renacimiento y numerosos vestigios de la España islámica como castillos, alquerías, torres vigía, baños o azudes.
De visita obligada son las numerosas muestras de pinturas prehistóricas encontradas en rocas, cuevas y abrigos, que han sido declaradas Patrimonio de la Humanidad por la Unesco. La comarca destaca también por la abundante presencia de espacios sacros, entre los que destaca el Monasterio de San Jerónimo de Cotalba, el Palacio de los Condes de Oliva o el Real Monasterio de Santa María de la Valldigna.
Pero si hay un nombre propio vinculado a este territorio valenciano, es sin duda el de la familia Borja o Borgia, que tuvo su residencia en Gandia durante siglos, dejando su influencia en forma de grandes hitos arquitectónicos de carácter civil y religioso. Un recorrido por palacios e iglesias servirá para apreciar el esplendor vivido en la comarca siglos atrás y la influencia que ejercieron en Europa los miembros de la familia Borja.
La convivencia entre el mar y la huerta se hace presente en la rica oferta gastronómica de La Safor, en la que destacan platos como las tortas de maíz o la sangre en cebolla.
Otra de las elaboraciones gastronómicas más conocidas es la fideuá, con una fama que supera incluso en ocasiones, a la de la tradicional paella. Este plato de cuchara contempla muchas versiones en La Safor, desde la más típica con pescado y marisco de la zona, hasta las más innovadoras con foie o vegetarianas.
La región evidencia su gran riqueza culinaria mediante un buen número de eventos gastronómicos, como la conocida Feria gastronómica y concurso de Blat Picat o la Mostra Gastronómica.
Para más información puedes visitar su web: Saforturisme.org