VALÈNCIA. El Ministerio de Sanidad no ha activado la alerta sanitaria estatal derivada de la venta de setas colmenillas procedentes de una empresa distribuidora de León. Este hecho implica que la empresa solo vendió la partida bajo sospecha al restaurante Riff de València. Es en este restaurante donde una mujer que comió el menú desgustación falleció tras varias horas vomitando y producirse una broncoaspiración, según la autopsia, tal como informó en exclusiva Valencia Plaza.
Según ha podido saber este periódico de fuentes de la Conselleria de Sanidad, las setas sólo llegaron al restaurante valenciano, lo que habría llevado al Ministerio de Sanidad a no emitir una alerta sanitaria estatal, a pesar de que desde Castilla y León se dijo lo contrario.
Por otro lado, el juez instructor decretó esta semana el secreto de sumario hasta que la semana que viene lleguen los informes del Instituto Nacional de toxcología. Informes que podrían explicar el porqué de la hiperméresis (no poder parar de vomitar) que terminó por provocar la broncoaspiración que determinó el fatal desenlace.
Con respecto a la posibilidad de que fueran las setas colmenillas servidas en el menú degustación, todas las fuentes consultadas ven apresurado echar la culpa a este alimento. De hecho, por el momento, Sanidad lo único que ha asegurado es que sí que había alimentos como, por ejemplo, el arroz, que nunca podrían haber provocado una reacción de vómitos como la que terminó con la vida de la comensal del Riff.
30 intoxicaciones leves
De la investigación se ha sabido que se detectaron 30 casos de intoxicación cuya clínica en todos los casos, excepto la persona fallecida, fue de sintomatología muy leve, principalmente vómitos y con buena evolución. Los inspectores de seguridad alimentaria realizaron el día 18 de febrero una visita de inspección al restaurante, que se encontraba sin actividad en ese momento, y no se detectaron deficiencias relacionadas con factores que hubiesen podido contribuir a la toxiinfección alimentaria.
Además, se procedió a la recogida de muestras de algunas materias primas y alimentos que formaban parte del menú degustación posible causante de la intoxicación. Hasta que no se esclarezca este caso el restaurante Riff permanecerá cerrado el público, según decidió su propietario, Bernd H. Knöller.