VALÈNCIA. Schneider Electric, especialista global en gestión de la energía y eficiencia energética, pone sus ojos en València. La multinacional francesa elige su planta valenciana de Meliana para la fabricación de un nuevo dispositivo conectable que permitirá conocer en tiempo real el funcionamiento de una instalación eléctrica y, de esta forma, anticiparse a cualquier posible fallo. Un nuevo producto que se empezará a desarrollar en 2021 en las instalaciones valencianas, una de las cinco fábricas que la compañía tiene en España.
Y es que la fábrica es una de las más punteras del grupo. Con más de 500 trabajadores y centrada en la producción de interruptores diferenciales tanto para uso domestico como industrial, siempre ha estado a la vanguardia de los cambios. Desde València se fabrican cerca de 11 millones de interruptores diferenciales anuales, lo que supone el 80% de su producción total. "Uno de cada dos interruptores diferenciales que están en los hogares españoles es nuestro", señala Guillermo Martínez, director de la planta.
Además, las instalaciones de Meliana producen el 95% de los interruptores diferenciales de la compañía que se venden en 140 países del mundo. "La planta valenciana es clave para la compañía porque la mayor parte del volumen de interruptores diferenciales los hacemos nosotros", subraya Martínez.
Ahora, la fábrica recibe este nuevo encargo en un momento de máxima incertidumbre por la pandemia provocada por el coronavirus, un contexto del que la planta no ha sido ajeno. Así, el nuevo producto bautizado como A9 Quattro será la gama de producto encargada de continuar asegurando la función Arc Fault Detection (AFD), esto es, la detección de fallos de arco eléctrico para evitar instalaciones con riesgos. Al mismo tiempo que integra en un solo producto de 36mm las detecciones de corriente residual y sobretensión propias de los MCB y RCCB, así como la función de Power Mesurement mediante una conexión Wireless Zigbee: 4 productos en 1 (Quattro).
De esta manera, permitirá conocer en todo momento el estado de la instalación mediante una conectividad directa y sencilla, con el fin de anticiparse a cualquier fallo o necesidad de la misma de manera preventiva a través del Data Analitics. De este modo, Smartness, Compactness y Easiness serán las principales características del A9 Quattro. Su lanzamiento está previsto para el primer semestre de 2021.
"Lo que se intenta cada vez más es aglutinar todas las funciones en un solo producto, pero sobre todo mejorar la experiencia del cliente. Y eso pasa por la conectividad para favorecer que en todo momento puedas conocer si tu instalación está funcionando, si tu producto está soportando una serie de inputs desde la instalación y cómo está reaccionando", explica Martínez. Se trata, en definitiva, de predecir qué puede pasar para evitar costes asociados.
Para Schneider, la conectividad es un factor clave. "Todos los productos que fabricamos ahora tienen que ser conectables porque al final te permite tener datos que puedas analizar y puedas explotar de tal manera que te permita hacer un mantenimiento predictivo para temas de seguridad o de resiliencia. De esta forma, se evita la caída de la instalación", puntualiza Josu Ugarte, presidente para la zona Ibérica de Schneider Electric. "Vamos a apostar por la transformación digital porque para nosotros es un elemento clave en nuestra propuesta de valor", remarca.
En un momento de aceleración digital, la compañía dedicada a la gestión de energía, se ha volcado en el asesoramiento de dos de los principales retos del futuro y que, además, copan las líneas de los fondos europeos: la digitalización y la sostenibilidad. "Las empresas españolas la dificultad que tienen es que son pymes y les cuesta absorber todas las disrupciones tecnológicas. Lo que nosotros hacemos es asesorarlas para decirles cómo hacerlo para poder digitalizarse y ser más sostenibles", indica Ugarte.
Además, la compañía invertirá en la fábrica València, ubicada en la zntigua fábrica de cerámicas Nolla, unos 6 millones de euros no solo para poner en marcha la nuevo línea de productos, sino también en I+D y en restauración de sus instalaciones dada la antigüedad de una de las naves que ocupan. "Estamos en un edificio con una serie de características complejas en cuanto a su mantenimiento, por lo que dedicamos inversiones anuales", señala Martínez. Su principal interés es también disponer de metros cuadrados para que Schneider siga confiando en Meliana y la tenga en consideración para la introducción de nuevos productos.
Asimismo, la firma está muy volcada con la innovación y la última tecnología. Así, la planta valenciana espera en unos meses ser homologada como Smart Factory debido a los procesos y las soluciones industriales que han implementado. "Nuestro plan es conseguir ser una fábrica del futuro para predecir fallos y mejorar los procesos a través dato", explica el director de la planta. También se busca automatizar con robots algunos movimientos y lograr que los empleados estén en puestos de trabajo en el que aporten mas valor añadido y con menor riesgo en cuanto a sus impactos ergonómicos.
Como la mayoría de sectores industriales, en la planta de Schneider se vivió con mucha incertidumbre los meses de confinamiento. "El 13 de marzo fue fue un shock a todos los niveles. No sabíamos si la gente tenía que venir a trabajar. Fue emocionalmente duro, sobre todo para las personas que tenían que venir aquí día a día a ejercer una actividad", rememora Martínez. .
El compromiso de los trabajadores fue total y la compañía implementó medidas de seguridad trabajando en torno al 50-60 por ciento de forma presencial en cada uno de los turnos. Anularon el turno de noche y cambiaron los horarios de entrada. "Fue una transformación bastante obvia a nivel industrial, pero sobretodo emocional y psicológica", señala. También se sumaron a toda esa ola de solidaridad que inundó el país. A título personal, los domingos iban los trabajadores la fábrica para producir máscaras de protección facial para donarla a los sanitarios. Todo totalmente altruista.
De cara al futuro, Meliana se prepara para acoger esta nueva producción, cuyos primeros prototipos arrancarán en breves con vistas de lanzarlo al mercado en 2021. No descartan tampoco recibir nuevos pedidos y, para ello, esa adecuación de sus instalaciones.
A nivel compañía, Ugarte explica que Schneider está centrada en esa transformación digital para ayudar a compañías a hacer ese viaje. "Ese nuestro objetivo, sobre todo en países con medianas y pequeñas empresas como España. Es clave que entiendan y puedan navegar en todas estas disrupciones tecnológicas para obtener eficiencias porque, en caso contrario, el futuro se antoja complicado para aquellas que no se transformen", puntualiza.