Facultad de Magisterio de la Universitat de València. Foto: UVVALÈNCIA. Los equipos directivos de tres escuelas valencianas han presentado a la Facultad de Magisterio de la Universitat de València (UV) su renuncia a recibir al alumnado de prácticas que ya había elegido las plazas ofertadas por los mismos desde junio, según informó este miércoles el decano, Óscar Barberá, al estudiantado mediante un comunicado.
Esta renuncia por parte de los tres centros educativos se presenta a causa de la situación actual propiciada por la crisis sanitaria de la covid. Una renuncia que para Barberà significa "anecdótica" si se compara con los aproximadamente 300 centros con los que se trabaja desde la Facultad, tal y como afirma a Valencia Plaza.
No obstante, el problema radica en que se rechazan unas prácticas que ya estaban adjudicadas al estudiantado de Magisterio desde el mes de junio y a pocos días de que comiencen las estancias en las escuelas. El nombre de los centros no ha sido revelado, pero el decano afirma que las personas afectadas por la decisión de estas ya han sido notificadas y asignadas en otros centros educativos para que puedan llevarlas a cabo. Del mismo modo, explica que el resto de estudiantes de tercero ya han recibido la aprobación de sus colegios para empezar las prácticas en las fechas asignadas sin ningún inconveniente.
En el comunicado remitido se especifica que se realizará una reunión para intentar "hacer valer el derecho" de los alumnos a ocupar esas plazas que estaban ofertadas y, por ello, se les demanda "un comportamiento exquisito a la hora de guardar las normas de higiene y seguridad que imponen las autoridades sanitarias". Sin embargo, el decano de la Facultad expuso este viernes que desconoce la actuación de la Conselleria al respecto.
Desde Conselleria informan a este periódico que se han comprometido a contactar con estos centros "para conocer las circunstancias que les han llevado a cancelar las prácticas y, si es por la Covid-19, detallarles todos las medidas de seguridad implementadas para que dichas prácticas no supongan riesgo alguno para la comunidad educativa". "No hay ningún problema con las prácticas del alumnado de Magisterio en los centros educativos sostenidos con fondos públicos este curso. Educación ha emitido una instrucción a los centros que acogen alumnado en prácticas en la que establece las normas de prevención a seguir para que las prácticas se desarrollen en condiciones de seguridad", aseguran.
Ante las renuncias presentadas, Alba Carsí, alumna de cuarto de Magisterio en la Universitat de València, opina a este diario que ve normal que los centros no quieran coger a gente de prácticas debido a que los niños y niñas tienen que estar en contacto con la menor gente posible. Sin embargo, considera "un poco injusto" que ahora las personas afectadas -ya notificadas- deban ir a otra escuela. "Si te dan a escoger un centro, es un poco injusto que ahora, con la plaza ya elegida, este te rechace y haya que optar por otro cuando ya están todos prácticamente escogidos", subraya.
Del mismo modo, Álex Tortajada, graduado en Magisterio y estudiante del Máster en Investigación en Didácticas Específicas en la UV, considera que si un colegio, dada la situación actual, decide que no quiere recibir alumnos de prácticas "está en todo su derecho".
De hecho, el joven sostiene que le parece "intolerable" que los colegios anuncien las suspensiones de esta forma con tan poca antelación y piensa que "se podría haber evitado fácilmente", aunque no sepa si el problema viene de los centros o de la Facultad. Además, para él las prácticas son la experiencia con la que el alumnado "más disfruta al estar en contacto directo con las distintas realidades escolares", por lo que afirma que este incidente -como otros causados por la covid- pueden llegar a quitar la oportunidad de vivir una formación "enriquecedora y agradecida por el estudiantado".
"Mis prácticas del curso pasado (2019-2020) no se llegaron a finalizar a causa la pandemia, lo cual es comprensible y a la vez desalentador. Igualmente, tuvimos que realizar los mismos trabajos (memoria de prácticas y unidad didáctica) supuestamente en base a la estancia en el centro que también repercute en el trabajo de fin de grado. Como esto no ha sido posible, todo este trabajo se realizaba en vano y de forma teorizada y lejana a la realidad escolar", explica Alex desde su experiencia.
