VALÈNCIA. Estas últimas semanas nos hemos levantado temiendo por la vida de Trump ya que, según rezaron los medios y su twitter, había cogido el virus, estaba hospitalizado y en algunos momentos la cosa iba mal. La cosa quedó en nada y Trump no solo ha vuelto a la carrera por la Casa Blanca, sino que lo hace más fuerte que nunca; además poniendo en circulación un nuevo cóctel de medicamentos que, según dicen, funcionaron muy bien en sus caso.
¿Verdad o ficción electoral? ¿Realidad o circo? Muchas veces es difícil separar una de otra. Y además ¿A quién le interesa la realidad? Como decían en aquella maravillosa serie sobre piratas 'Black Sails', la realidad no es tan divertida como los chismes del periódico.
De una forma o de otra nos encontramos en el último tramo de la carrera por la Casa Blanca. Facebook y Twitter limitan anuncios y retuits y no dejan publicar nada que pueda tener sospecha de pretender influenciar de algún modo. El 'circo electoral' está en plena función y muchos miran al resultado como un cara o cruz sobre su futuro. Pero, ¿cómo lo llevan los inversores y analistas?
Si atendemos a los que nos cuentan los analistas de Goldman Sachs, hay tres escenarios posibles en estas elecciones:
Pero ¿qué nos dicen los datos más allá de los movimientos que podamos ver a corto plazo? Si estudiamos los datos históricos encontraremos que los demócratas has sido mejores presidentes para los mercados que los republicanos: el S&P 500 subió de media un 46,5% con los demócratas, mientras lo hizo un 16,5% con los republicanos.
Esto nos debería inclinar hacia los demócratas como inversores. Pero cuidado porque si miramos la historia reciente, los dos últimos presidentes han cosechado casi idéntico resultado, algo mejor para el actual presidente estadounidense. Los dos desataron un ciclo alcista del S&P 500 -con Obama, el mercado norteamericano también superó el +12% anualizado-, con plena coincidencia en los sectores mas beneficiados. Concretamente con Obama los tres mejores sectores fueron consumo discreccional, tecnología y salud, los mismos que con Trump. Mientras que los peores fueron financieros y energía, los mismos nuevamente.
Parece por tanto que más allá del circo y más allá del ruido, éstas elecciones importan muy poco para los inversores. Así es. Esa es la realidad... si a alguien le importa. El establishment se habrá vengado de Trump y quizá los mensajes anti-inmigrantes desaparezcan si ganan los demócratas, pero las cosas van a cambiar muy poco en términos económicos gane quien gane porque el mar de fondo, el guiso que se cuece a fuego lento en la economía mundial, es imparable. Ese guiso, que se cuece como las ollas de mi abuela -lenta e inexorablemente- es el de un mundo ultraendeudado incapaz de crecer sino es gracias a la disrrupción tecnológica, que lo está cambiando todo más rápido de lo que pensamos
Algunos datos simples sobre el impacto -por ejemplo, de la inteligencia artificial (IA) en la economía- nos servirán para ver en qué estamos metidos aunque nadie nos lo cuente. En 2020, se espera un crecimiento en la facturación del mercado global de software de IA de aproximadamente un 154% en comparación con 2019, situándose por encima de los 22.000 millones de dólares estadounidenses. La IA representará en 2030 aproximadamente el 26,1% del PIB de China y el 14,5% del PIB de América del Norte.
La buena noticia es la capacidad de crecimiento del PIB que estas la nuevas tecnologías nos prometen. De acuerdo con los análisis de PWC, el PIB global aumentará un 14% en 2030 como resultado del desarrollo de la IA. el equivalente a 15,7 trillones. El impacto económico vendra de la mano de tres aspectos:
La mala noticia es que estamos demasiado ensimismados con el 'circo' para tomar asiento en la realidad que está construyendo nuestros futuro. España quedará fuera de este reparto como siempre... ¿alguien lo duda? Europa ya veremos.
Lo que sí es cierto es que la batalla entre EE UU y China -y el peso el sector tecnológico en la economía- seguirán aunque sean los demócratas los que ganen las elecciones, pues quien controle las nuevas tecnologías (5G, inteligencia artificial...) será sin duda la nueva potencia mundial. ¿Por quién apuestan?
Lorenzo Serratosa es cofundador de Kau Markets EAFI