VALÈNCIA. El primer día laborable en València de reparto de las mascarillas gratuitas para personas de riesgo, y mayores de 65 años ha comenzado este martes con largas colas en las puertas de las farmacias. El problema, según varios boticarios consultados es que ha habido una avalancha de usuarios en todas las farmacias y eso ha provocado que el sistema informático de Sanidad vaya muy lento, llegando a colapsarse y no permitir comprobar mediante la tarjeta SIP si el usuario pertenece a grupos de riesgo con derecho a mascarillas gratuitas.
En la farmacia de la calle Alboraya la fila de personas esperando llegaba de una esquina a la otra. El tiempo medio de espera, según explicaba el personal de la botica a Valencia Plaza en torno a las 10 de la mañana era de seis o siete minutos por cada usuario. Así, la media de espera para poder ser atendido oscila entre los 30 y los 40 minutos. Tanto es así, que el propio farmacéutico salía a la calle para informar a sus clientes del problema que están sufriendo, y pedirles paciencia.
La saturación era tal, que el sistema se llegó a bloquear en varias farmacias, lo que desembocó en un incremento del tiempo de espera. Las colas estaban formadas por dos tipos de usuarios: la mayoría, los que acuden en busca de las codiciadas mascarillas; el resto, los que van a buscar medicación normal.
En la cola, varias personas quejaban de "falta de información", pues muchos de ellos no sabían que podían venir con la tarjeta SIP de sus familiares más mayores para recoger sus mascarillas y, así, evitar que salgan de casa y se expongan a ser contagiados. Ello a pesar de que la Generalitat y el Colegio de Farmacéuticos lanzó una campaña en la que, entre otras cosas, se pedía a la población que evitara "colapsar la farmacia".
Hacia las 11.30 de la mañana, Valencia Plaza acudía a otra farmacia en Benetússer para comprobar si las colas en las farmacias eran como en la capital. En la Farmacia La Xapa, más de 20 personas esperaban en la calle poder ser atendidas. El farmacéutico, Nacho Carbonell, explicaba: "El sistema se ha caído". Junto a él, una mujer llevaba varios minutos esperando porque "no se puede acceder al sistema".