Vista de Alcublas. Foto: Alcublas RuralVALÈNCIA. "Alcublas rural", así se ha bautizado el movimiento vecinal contra la planta solar impulsada por EnerHi. La firma castellonense tiene en marcha un proyecto de parque solar que pretende ubicar entre Castellón y Valencia y cuya inversión superará los 126 millones de euros y se posicionará como una de las plantas más importantes de la provincia. La planta fotovoltaica programada en el entorno de la sierra Calderona –entre las provincias de Valencia y Castellón– prevé la instalación de unas 250.000 placas en una superficie de unas 250 hectáreas para la generación de 210 megavatios.
El objetivo es instalar más de medio millón de placas solares en Altura, Jérica y Alcublas, en su mayor parte, lo que ocupará más de 457 hectáreas “en zonas donde hay familias, campos de cultivos y bellos bosques”, según la plataforma vecinal que se ha unido para denunciar la situación. La macroplanta ocupará más de 13% de la superficie de Alcublas a una distancia de 1,1 km del pueblo, lo que equivale a 900 campos de fútbol. A su vez, la línea de alta tensión que conectaría pasaría por el centro del término.
Según los vecinos y vecinas, de llevarse a cabo, el proyecto desencadenará en algunas consecuencias como son la desaparición del 50% de la agricultura y, con ello, la “destrucción del turismo rural”. La despoblación y la emigración son algunas de las principales preocupaciones que plantea la plataforma vecinal. La implantación de esta granja solar conllevará, según Alcublas rural, la decadencia de la economía del pueblo y el aumento del desempleo. Además, pese a que el proyecto menciona como aspecto positivo la dinamización económica y/o el desarrollo de otras industrias, “no concreta las necesidades de mano de obra, ni plantea la contratación de personal local”, por lo que desde la plataforma consideran que estas instalaciones requieren de “muy poca mano de obra continuada”.
Otro conflicto que ha surgido a raíz del proyecto es el uso del agua que requerirá la instalación, en un contexto en el que el municipio presenta una situación de escasez de agua. Los documentos, según el movimiento vecinal, “no detallan la cantidad de agua necesaria para la limpieza y mantenimiento de las placas (500.000 módulos)” a lo que añade que “se realiza principalmente con agua”. El proyecto no detalla la procedencia de esa agua ni la cantidad prevista y temen que utilice “los escasos recursos acuíferos del municipio”.
En cuanto al entorno ambiental, el terreno en el que se instalen los módulos fotovoltaicos no podrá ser recuperado para la agricultura. Existen estudios que advierten de la reducción de la precipitación y de los cambios en las propiedades del suelo incluso después de siete años de ocupación de las tierras con paneles solares. De la misma forma, la biodiversidad del municipio el proyecto plantea el vallado de las instalaciones, lo que supondrá, según el vecindario, una fragmentación del hábitat de las especies de fauna y un impacto negativo en la biodiversidad, la supervivencia de especies y actividades como la caza.
El proyecto no detalla un plan de retirada de la infraestructura de la explotación, por lo que si se abandona su uso o finaliza su vida productiva de 30 años se decide no continuar, la instalación quedaría instalada y si se desea retirar en un futuro tendría que ser asumida por el municipio. A su vez, los vecinos en su mayoría dedicados al sector primario, temen que el terreno en el que se instalen los módulos fotovoltaicos no pueda ser recuperado para la agricultura, basándose en estudios que advierten de la reducción de la precipitación y de los cambios en las propiedades del suelo incluso después de siete años de ocupación de las tierras con paneles solares.
Por otra parte, plantean que una instalación de esa magnitud creará una isla de calor e incrementará la temperatura de manera significativa en los entornos locales próximos, como pueden ser las parcelas y chalets colindantes. Ello supondrá un aumento de la temperatura de 5 a 10°C por la presencia de placas de color negro y ausencia de vegetación, tal y como la organización vecinal señala.
Alcublas es un municipio pequeño, de apenas 600 habitantes, en la comarca de Los Serranos, perteneciente a lo que se denomina la "España vaciada" y con una población mayoritaria envejecida. En este contexto, nace Alcublas Rural, un movimiento vecinal preocupado por el futuro del pueblo tras el anuncio de un proyecto de la empresa Harbour Maestrat 3 para transformar parte de las tierras de cultivo del término en una macroplanta fotovoltaica. Este movimiento vecinal ha nacido de manera espontánea y debido a la premura de la situación, todavía siguen en proceso de conseguir la forma jurídica.
Ahora el Ayuntamiento puede limitar al 3% (entre las 100 y las 120 hectáreas) el suelo no urbanizable común para la instalación de plantas fotovoltaicas superiores a los 50MW. y los interesados o afectados pueden presentar las alegaciones que consideren oportunas hasta el 4 de enero de 2024. Es por ello por lo que desde la plataforma animan a “dar prioridad a las alegaciones” tanto desde la plataforma vecinal, como a nivel individual. Asimismo, reclaman alegaciones técnicas por parte del Ayuntamiento, Arba Alto Palancia y otras asociaciones de la Serranía y de asociaciones locales.
Como elementos simbólicos proponen acciones concretas. Entre ellas poner tela verde en los balcones y puertas y convertir un corazón verde en el símbolo de unión para que el dibujo en las ventanas sea una reivindicación. Asimismo, asocian el verde, color de la naturaleza y que usan en Villar del Arzobispo como símbolo de equilibrio, armonía y crecimiento positivo para hacer pancartas que lucirán en la manifestación de que se llevará a cabo a finales de enero en Valencia, organizada por la plataforma de Ubicación Racional de Energía Renovables de la Comunidad Valenciana.
Desde la plataforma afirman que pese a estar de acuerdo con la inserción de energías renovables, “esta no es la forma” y reclaman que “Alcublas es un pueblo rural, no una fábrica”. Es por ello por lo que han creado una página web (juntossalvamosalcublas.org) en la que proporcionan información al vecindario sobre la forma de unirse a la causa y frenar la instalación del macroproyecto.
