VALÈNCIA. Los habitantes de Marines Viejo, que vienen denunciando una situación de "abandono" desde hace años, se enfrentan a un nuevo problema. Según informa la asociación vecinal, la paralización de una actuación urbanística dificulta la accesibilidad a las viviendas, sobre todo a aquellos colectivos más vulnerables como el de personas con movilidad reducida.
Marines Viejo es el casco antiguo del municipio de Marines, repoblado tras el traslado masivo de su población a causa de un desprendimiento de rocas causado por las intensas lluvias en 1957. Se trata de un núcleo rural con alto valor patrimonial natural y arquitectónico que destaca por sus calles empedradas a mano con adoquín tradicional de rodeno extraído de las montañas de la zona. Parte de estas calles han sido sustituidas por hormigón impreso hace una década y otras se encuentran en muy mal estado de conservación, tal y como detallan.
La Calle Nueva era una de estas calles emblemáticas: paseando por ella se podía revivir la historia de un pueblo. Los vecinos se alegraron al conocer la noticia de que por fin, tras años de reivindicaciones, el ayuntamiento iba a restaurar esta calle, gracias a fondos obtenidos por parte de la Secretaría General del Estado y la Diputación de Valencia. Sin embargo, la alegría duró poco, al comprobar en el proyecto que, en contra de la voluntad popular, el adoquinado tradicional se iba a sustituir por adoquín prefabricado de hormigón.
Muchos vecinos se lamentan de esta situación y la asociación de vecinos ha pedido explicaciones y ha puesto en conocimiento de la corporación local el descontento general, sin obtener de momento repuesta por parte del consistorio.
Durante las últimas semanas, los vecinos han comprobado que las obras se habían interrumpido pero no fue hasta la mañana del 27 de junio cuando recibieron la comunicación oficial a través de un cartel colgado en las vallas de las obras: la Dirección Territorial de la Conselleria de Cultura y Deporte de la Generalitat Valenciana ha requerido documentación al ayuntamiento y las obras quedan paralizadas hasta la resolución del expediente.
Según relatan algunos vecinos, la alcaldesa del Ayuntamiento de Marines, Lola Celda, ha comunicado de forma informal en una de sus visitas que un vecino ha denunciado a Patrimonio y que este organismo ha pedido que visite las obras un arqueólogo, advirtiendo que esta denuncia tendrá "consecuencias graves" para los vecinos.
El estado actual de la calle impide el acceso a las viviendas y el tránsito de vehículos. Hasta el momento la administración local no ha establecido alternativas que faciliten la convivencia en esta situación, que provocará "graves incidencias" en la accesibilidad al núcleo antiguo de Marines, sobre todo de cara al verano, cuando multiplica su población, que durante el año ya suma más de 100 pobladores censados.
La incertidumbre y enfado de los vecinos y vecinas por la "mala" praxis del Ayuntamiento de Marines sigue creciendo, ya que llevan décadas denunciando el abandono institucional, como visibilizaron más de 200 personas en la manifestación organizada por la asociación el pasado 20 de mayo.
Ante esta falta de entendimiento general y la acusación de abandono, la alcaldesa de la localidad afirmaba este mes: "No es un tema de no querer, es un tema de no poder porque no tenemos los recursos necesario para hacerlo, estamos muy limitados. Tenemos un término de 35 km2 con muchos caminos en una zona forestal y es imposible llevar todo a la vez".