ALICANTE. El ente público Aena y los adjudicatarios de las zonas comerciales de los aeropuertos que gestiona, incluidos el Alicante-Elche y el de Valencia, intentan cerrar un acuerdo para rebajar un 50% el precio del canon que pagan estos últimos para compensar la caída del negocio por el hundimiento del tráfico aéreo desde que comenzó la pandemia del coronavirus en marzo de 2020. En el caso del aeropuerto de Manises, se trata de 9 locales de restauración y 14 tiendas, algunos de los cuales han optado directamente por cerrar ante la escasa afluencia de clientes.
Según explican fuentes de Aena, en términos generales la mitad de los propietarios ha rechazado la propuesta del ente público, mientras que el 40% la ha aceptado y quedan algunos comercios a los que se ha dado algo más de tiempo para contestar (el plazo finalizaba inicialmente el 2 de febrero, pero a estos propietarios se les ha concedido una ampliación porque la comunicación les llegó con algunos días de retraso). En cuanto a los propietarios que no han aceptado la rebaja propuesta, Aena les cobrará el canon completo correspondiente a 2020 y en todo caso les queda el recurso a la vía judicial para intentar mejorar la rebaja aludiendo a la fuerza mayor.
Aena ha establecido un marco general con los operadores, con el Real Decreto de 22 de diciembre de apoyo al sector turístico, la hostelería y el comercio como criterio, según explican las mismas fuentes. "El objetivo es facilitar la recuperación de la actividad comercial en las terminales y minimizar el impacto de la pandemia, tanto para Aena como para los distintos arrendatarios, ya que las dos partes se han visto igualmente afectadas por el desplome del tráfico aéreo como consecuencia de las restricciones a la movilidad internacional", explican.
La intención es ajustar los contratos a la situación de las partes, "ambas afectadas por la pandemia, de forma equilibrada", y mantener las relaciones de medio y largo plazo. "Hay que tener en cuenta que Aena es una empresa que se autofinancia, no tiene inversión pública, no depende de los Presupuestos Generales, no se sufraga con los impuestos, sino con los ingresos que genera la propia compañía y el tráfico ha caído más de un 70%", defienden desde el ente.
En todo caso, las mismas fuentes destacan que la rebaja del alquiler para 2020 es en realidad del 60% respecto al precio pactado, dado que se perdona el 100% durante el primer estado de alarma, y la mitad del importe desde que se produjo el desconfinamiento (Aena ha incluido el periodo entre estados de alarma, más allá de lo que marca el Real Decreto). La oferta ha convencido a casi la mitad de los afectados, pero el resto podría acudir a la vía judicial para obtener una rebaja mayor. Mientras, todo apunta a que Aena pasará al cobro el 100% del alquiler de 2020 para estos casos.
La caída del tráfico en el caso del aeropuerto de Manises es algo superior a la media, con datos del pasado mes de diciembre. Frente a la caída del 70% en la red, en Valencia el recorte es del 71%, de los 8,5 millones de pasajeros de 2019 a los algo menos de 2,5 millones del último ejercicio. El nuevo cierre de las conexiones con el Reino Unido ha terminado de rematar el hundimiento. Así, con menos de la tercera parte de los pasajeros previstos, muchos comercios han optado por el cierre, a pesar de que podrían abrir. En el caso de la hostelería, hay algunos establecimientos que siguen funcionando en la zona de embarque, ya que tienen la consideración de servicio esencial.
Entre las marcas que operan en la terminal valenciana destacan Duty Free, Ale-Hop, Relay o Sibarium, además de establecimientos de hostelería como Café y Te, Starbucks, Farggi o Mahou. En estos momentos, están abiertos seis comercios y un local de hostelería: además de la farmacia, está abierto un quiosco de Relay, la tienda de gafas Sunglass Hut, el Duty Free, PV21, Suku y Ale-Hop. En cuanto a restauración, los pasajeros pueden acudir a La Pausa, en la zona de embarque.