Más allá del lujo de presenciar el Gran Premio de Motociclismo desde la habitación, el complejo del circuito aspira a aglutinar durante el año las mundanas ceremonias de los más adeptos
VALENCIA. Un hotel en la misma línea de meta del circuito Ricardo Tormo, un lugar privilegiado desde el que presenciar la categoría reina de motociclismo, sin salir de la habitación. Dicho así el proyecto suena a lujo, tal vez a iniciativa del anterior ejecutivo popular en tiempos del circuito urbano de Fórmula 1. Pero el proyecto anunciado este martes por la empresa pública Circuito del Motor está mucho más pegado a la realidad de lo que puede parecer, o al menos así lo asegura el director de la sociedad, Gonzalo Gubert.
Para empezar, las cifras que se manejan para el proyecto no son en absoluto estratosféricas. Se trata de 4,5 millones de euros que, según los planes de Gobert, no saldrán de las arcas públicas. La previsión es que el coste lo asuma la firma que se adjudique el contrato -cuyos pliegos saldrán en dos meses- a cambio de un periodo de explotación. Además, la firma deberá abonar un canon anual a la administración. Otro aspecto significativo es que el edificio ya existe. La adjudicataria simplemente tendrá que remodelarlo.
Cifras aparte, los usos previstos para el complejo también lo alejan de los fastuosos hoteles de los circuitos más exóticos del mundo del motor. Tendrá cuatro estrellas -no cinco- con el fin de convertirlo en un capricho al alcance de la inmensa mayoría de los adictos al motor.
Evidentemente, el hotel hará su agosto durante el gran premio de motociclismo de la Comunidad Valenciana, así como con el resto de las grandes citas del motor que tienen lugar en el recinto, como los entrenamientos de la Fórmula 1. Pero su modelo de negocio va mucho más allá.
"Bodas, bautizos y comuniones", enumera Gobert. La mundana terna de celebraciones aspira a ser el sustento del recinto durante la temporada baja. Para ello, eso sí, aspira a convertirse en un auténtico referente a nivel nacional -quien sabe si también en el extranjero- por tratarse del único hotel temático en España de estas características.
El inmueble que se convertirá en hotel consta de planta baja y tres alturas. En la actualidad alberga un restaurante, un gimnasio y las cabinas de comentaristas de televisión del circuito. La operación cuenta con la asesoría de la firma PHG Hotels and Resorts, que explica que recibió el encargo por parte de la gestora del recinto de realizar un estudio de viabilidad. Una vez comprobada la rentabilidad del proyecto la sociedad pública se ha lanzado a materializarla.
El proyecto del complejo se impulsa justo el año en el que Ciurcuito del Motor negocia la continuidad del Gran Premio de Motociclismo, cuyo contrato concluye el presente 2016. Gubert se muestra optimista ante una negociación que prolongaría el gran premio durante cinco años más, hasta 2021, pero que cuenta con el handicap de que España tiene actualmente cuatro circuitos en el mundial y que la organización podría decantarse por la retirada de alguno para dar entrada a competiciones en otros países.