VALÈNCIA. Con el recuerdo de los daños provocados por el temporal Gloria, a principios del año 2020, las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baixa han afrontado unas últimas horas que han encendido todas las alarmas. De hecho, se ha establecido el nivel de Emergencia 1 por lluvias e inundaciones tras una noche, la del miércoles, en la que se registraron hasta 365 litros por metro cuadrado en municipios como Sueca. Las lluvias continuaron durante toda la mañana del jueves, dejando a su paso carreteras cortadas, centros educativos cerrados y calles inundadas.
Precisamente el término municipal de Sueca ha sido uno de los más afectados de la comarca, con 372 litros por metro cuadrado en la Muntanya dels Sants, 306 en la entidad local menor de Mareny de Barraquetes o 245 en El Perelló. A partir de las 12 horas del jueves, la localidad, que ha pasado a nivel rojo de alerta, decidió suspender las clases, actividades deportivas y el cierre de parques y jardines. "Esta noche se ha vivido una situación caótica, tanto en el casco urbano de Sueca como en nuestras playas", relataba el alcalde de Sueca, Dimas Vázquez. "Por fortuna, no se han tenido que lamentar daños personales, pero los bomberos han tenido que realizar alguna actuación para solucionar las consecuencias de la tromba de agua", añadía el primer edil.
Desde el consistorio han anunciado que la empresa encargada del servicio meteorológico va a confeccionar unos informes, homologados por el 112, que estarán a disposición de la ciudadanía de manera gratuita para poder presentar a las compañías aseguradoras si se han sufrido daños. Y ya trabajan conjuntamente con el Centro de Coordinación de Emergencias, quien les ha ofrecido recursos materiales y humanos. "Estamos confeccionando una hoja de ruta en la que especificaremos las necesidades que tenemos. Vamos a intentar ayudar a toda la población que ha sufrido problemas, desde nuestras competencias, facilitándoles información, documentación y recursos", aseguraba Vázquez.
Toda esta situación ha llevado al cierre de algunas carreteras y caminos que van dirección a la costa, así como el casco urbano donde las zonas más bajas han resultado inundadas. A lo largo del jueves, han permanecido cerradas al tráfico la carretera nacional Nazaret-Oliva, desde la salida de Bega de Mar hasta el Mareny; la carretera que conecta Sueca con Mareny Blau; y la que une la Creu con la Muntanyeta dels Sants. En el polígono industrial, algunas naves también han resultado dañadas por el agua.
La ciudad vecina, Cullera, también vivió una noche de miércoles pasada por agua, en la que se registraron más de 114 litros por metro cuadrado, según la Associació Valenciana de Meteorologia (Avamet). De hecho, tal como informó el Consorcio Provincial de Bomberos de Valencia, durante la madrugada tuvieron que rescatar a 16 vecinos de Sueca y Cullera que se habían quedado atrapados en sus viviendas y en un camping debido a las lluvias.
Por ello, el Ayuntamiento decidió suspender la actividad académica en el municipio durante la tarde del jueves, aunque se volvió a reanudar el viernes. También cerraron, a su vez, las instalaciones deportivas hasta el viernes, y se canceló toda la programación cultural prevista en la tarde del jueves. Desde el consistorio de Cullera, al igual que desde el resto de administraciones locales afectadas, han pedido a los vecinos y vecinas "máxima prudencia y que se eviten los desplazamientos innecesarios".
En el caso de Almussafes, la localidad amaneció este jueves con las clases canceladas debido a las inundaciones en las instalaciones educativas, y así han seguido durante toda la jornada del viernes. La actividad deportiva en los centros e instalaciones públicas, como el campo de futbol o el polideportivo han sido anuladas, y la biblioteca municipal cierra sus puertas. También en la comarca de la Ribera Baixa, el municipio de Sollana sufrieron abundantes lluvias durante la madrugada del miércoles que superaban los 250 litros por metro cuadrado. En consecuencia, desde la administración local han cancelado las clases y han cerrado las instalaciones municipales.
La capital de la Ribera Alta casi ha superado los 200 litros por metro cuadrado en las últimas horas y ha sufrido inundaciones en el casco urbano. "El sistema de colectores y desagües está lleno, y la persistencia de lluvia hace que diferentes zonas de la ciudad se encuentran inundadas", han explicado desde el consistorio tras declararse la emergencia roja en la ciudad.
De hecho, han recomendado que los vecinos y vecinas retiren los electrodomésticos y el mobiliario de las plantas bajas y que saquen sus vehículos de las zonas subterráneas para trasladarlos a puntos más altos de la ciudad y así evitar desperfectos. La CV-571, la carretera de Vilella, en el término municipal de Alzira, así como otras vías urbanas han quedado cerradas al tráfico por inundación.
Ante este escenario, el consistorio ha anunciado la anulación de las clases, tanto durante la tarde del jueves como durante la jornada del viernes, y ha cerrado la Murta hasta nuevo aviso.
Tras la activación de la alerta roja por lluvias por parte de la Agencia Estatal de Meteorología, el ayuntamiento de l’Alcúdia ha suspendido toda la actividad escolar tanto el jueves como el viernes. Del mismo modo, ha cancelado cualquier otra actividad que implique la afluencia de personas entre las seis de la mañana y las 12 de la noche, es decir, fuera del toque de queda, en las instalaciones municipales, como por ejemplo recintos deportivos, parques y jardines.
Esta situación, sumada a las intensas lluvias que se vivieron a lo largo del jueves en la Ribera Alta, han provocado el cierre de la A-7 entre Almussafes y l’Alcúdia. También se ha prohibido el paso en caminos cercanos a barrancos por la posibilidad de que se desborden. En Benifaió ha quedado prohibido el paso durante horas en la CV-520 en el túnel de la Avenida Reyes Católicos y en el paso inferior de la A-7, así como en otros caminos de la localidad.
La situación es similar en otros pueblos de la comarca como Alberic, donde a lo largo del jueves se ha cerrado al tráfico la CV-543 en el acceso de la pedanía de Cogullada, Carcaixent, Carlet, Algemesí o Guadassuar. En estas localidades, las autoridades municipales han cancelado la actividad educativas e incluso, en algunos casos, se han cerrado las instalaciones municipales y deportivas.
Este episodio de lluvias torrenciales ha afectado al sector de la agricultura, uno de los pilares de la economía de la Ribera. El sindicato agrario La Unió de Llauradors ha valorado que, solo el viento y el pedrisco de las últimas horas, ha ocasionado unas pérdidas cercanas los ocho millones de euros en las comarcas de la Ribera Alta y la Ribera Baixa. Desde el sindicato apuntan a que todavía habría que tener en cuenta los daños producidos por las inundaciones de los campos y que se trata de una "estimación inicial", ya que todavía sigue lloviendo con fuera en algunas zonas.
Concretamente, calculan que este temporal ha afectado a 1.100 hectáreas de cultivo de cítricos, caquis y hortalizas. Además, consideran que las localidades más damnificadas han sido Almussafes, Alginet, Benifaió, Sollana y Sueca. "La superficie de caqui es la más perjudicada con unas 579 hectáreas, seguida de la de cítricos con 417 hectáreas y finalmente las hortalizas con 147 hectáreas", han añadido desde La Unió de Llauradors.
Desde la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA) coinciden en esta valoración y alertan de que en localidades como Sollana, Almussafes y Benifaió, donde hay campos de caquis, hortalizas y cítricos "hay un grado de afectación que alcanza hasta el 100% de la cosecha". Este fenómeno meteorológico ha llegado en plena campaña de recolección, y desde el sindicato dan por perdida la temporada para los agricultores más afectados.
Un poco más al norte, ya en la comarca de l'Horta Sud, el temporal también ha causado importantes estragos. Este el caso de Picassent, donde la Policía Local recomendó a los ciudadanos no desplazarse en coche por miedo a que el desbordamiento del canal pudiera inundar las carreteras. La situación se alargó durante toda la tarde del jueves, hasta el punto de que los colegios y los trabajadores tuvieron que retrasar su hora de salida hasta que la situación se normalizase. Massamagrell, por su parte, también recomendó no recurrir al vehículo a no ser que la situación fuera de fuerza mayor.
En el área metropolitana de València, los ríos, arroyos y barrancos que corren cerca de las ciudades también acarician su tope a causa de las lluvias. En Paiporta, Picanya y Aldaia las aguas amenazan con tocar los puentes, mientras que en Massanassa ya comparan la actual situación del barranco con la que presentó en el año 2000, cuando se desbordó. Finalmente, casi todos los municipios se han visto obligados a cortar calles y entradas, por la afluencia de las lluvias. Paterna, Mislata, Benetússer o Alboraia son algunos de ellos. Además, cabe recordar que el paseo marítimo de la Patacona, en Alboraia, se inundó a causa de las importantes precipitaciones.
En el Camp de Morvedre, el puerto de Sagunto también ha sido víctima de las lluvias. A las dos del mediodía de este jueves, el complejo se vio obligado a parar toda su actividad ante la imposibilidad de continuar funcionando a causa del temporal.