Ana Núñez y Luis Fernández, nuevos consejeros del Banco de Crédito Social Cooperativo (Cajamar)

VALÈNCIA (VP).  Luis Rodríguez, presidente de BCC-Grupo Cajamar, en su discurso ante la Junta General Ordinaria de Accionistas, celebrada hoy en Madrid, ha recordado que la misión de la banca cooperativa, en los buenos y en los malos tiempos, es facilitar soluciones financieras a sus socios y clientes: contribuir al progreso social de las personas y al bienestar de las familias, y apoyar la actividad de nuestras empresas, autónomos y colectivos profesionales. Y ello “a través de una estrategia basada en los principios de la cooperación, la economía social y el desarrollo sostenible, que son los pilares que diferencian, vertebran y dan sentido a nuestro modelo de banca social cooperativa”. Precisamente por ello, “ante el alcance de esta crisis sanitaria y socioeconómica es cuando nuestra misión alcanza todo su significado, y debe servirnos de guía permanente en la toma de decisiones y en la actividad de cada día”, ha remarcado.

A diferencia de la crisis de 2008, esta crisis no ha tenido su origen en malas prácticas económicas o financieras; esta vez no se van a rescatar a bancos o cajas, sino a familias, autónomos, pymes y empresas. “Los bancos, entidades de crédito y demás entidades financieras hoy somos parte de la solución, y, con el apoyo del Gobierno y de los reguladores, desde el primer día estamos financiando la economía, apoyando a nuestros clientes, proporcionando liquidez y recursos a nuestro tejido productivo, a nuestras empresas, pymes y autónomos para paliar el impacto de lo que comenzó siendo una crisis sanitaria y ha devenido en una crisis, económica y social sin precedentes”.

En este escenario, “más allá de la cuenta de resultados que anotemos al cierre del ejercicio, esta crisis nos permitirá hacer visible nuestra sensibilidad como banca cooperativa y potenciar nuestra vocación de servicio a las personas y a la economía en general”. De modo que, “recordaremos este año por el alcance de nuestro desempeño financiero para contribuir a la estabilidad de los hogares y la recuperación de la actividad económica nacional”.

En este tiempo de grandes dificultades y retos económicos y sociales, “desde nuestro banco y nuestro Grupo Cooperativo Cajamar reivindicamos la función de la banca cooperativa. Su contribución a una economía más social y próspera ha quedado asimismo de manifiesto en otros periodos de nuestro siglo de existencia, con ocasión de otras crisis económicas, catástrofes y desastres naturales. Y ello siempre ha sido y es posible, porque en todo momento nuestras cooperativas de crédito cuentan con la confianza de sus socios y clientes, conscientes del papel que realizan nuestras entidades como sustento de la recuperación en su ámbito de actuación”, ha concluido.

Deterioro de la actividad empresarial

Por su parte, el consejero delegado de BCC-Grupo Cajamar, Manuel Yebra, en referencia a las dificultades que el actual contexto económico global y nacional conlleva para la actividad de las entidades financieras, ha dicho que, “ante el deterioro de la actividad empresarial y el aumento del desempleo, nos esperan días difíciles, especialmente en el segundo semestre del año, pero estamos preparados, dispuestos y contamos con recursos para apoyar a la economía productiva”.

A continuación, ha expuesto con detenimiento la labor financiera que la banca cooperativa Cajamar está realizando con motivo de la crisis y que se resume, con datos a 21 de mayo, en 8.942 moratorias y 20.731 operaciones de liquidez y ayuda a particulares, autónomos y empresas por importe de 1.491 millones de euros.

Manuel Yebra ha explicado que la pandemia del coronavirus ha alterado el comportamiento de la actividad comercial y en consecuencia de los ingresos de las entidades financieras, de modo que, de cara al cierre del ejercicio, el sector prevé una caída de resultados y aumento de la morosidad cuyo alcance dependerá del grado en que se extiendan los impagos de empresas y familias, a pesar de las medidas adoptadas para procurar paliar el alcance de la actual situación económica y social. “En nuestro caso no prevemos un incremento significativo de la morosidad para este año, dado que nuestra financiación en su mayor parte está concentrada geográficamente en las zonas menos afectadas del país y contamos con una cartera crediticia en la que tiene un peso relevante el sector agroalimentario, que se está viendo menos afectado que otros sectores industriales”.

Los accionistas han aprobado el informe de gestión y las cuentas anuales individuales y consolidadas, así como al informe de sostenibilidad-estado de información no financiera correspondiente al ejercicio 2019. Asimismo, han dado su conformidad a la propuesta de incorporación como nuevos miembros del Consejo de Administración de Ana Núñez Álvarez y Luis Fernández-Revuelta Pérez, ambos como consejeros independientes, que se hará efectiva cuando finalicen los procesos de autorizaciones e inscripción en el registro de altos cargos.

Suspensión del pago de dividendos

Atendiendo a la recomendación del Banco Central Europeo, la junta general ha acordado también la suspensión del pago de dividendos, por criterios de prudencia, decisión que se mantendrá al menos hasta el próximo mes de octubre.

La reunión, debido a las restricciones de movilidad entre provincias impuestas por el vigente estado de alarma, se ha celebrado en la sede del Banco en el Paseo de la Castellana, por vía telemática. Por parte de los órganos de gobierno de la entidad únicamente han estado presentes el presidente Luis Rodríguez, el consejero delegado Manuel Yebra, y la presidenta del Comité de Auditoría Amparo Ribera; así como el secretario no consejero, Francisco de Borja Real Asua Echevarría.