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EXPOSICIÓN INDIVIDUAL

Carla Fuentes: la ilustración es el medio

13/01/2016 - 

VALENCIA. La ilustradora Carla Fuentes (Godella, 1986) abrirá al público este viernes 15 de enero su primera exposición individual en Valencia (Galería Pepita Lumier, C/ Sogorb 7). Es el último de sus pasos tras una fugaz carrera marcada por una creación que bebe de formas y referentes clásicos, pero que reinterpreta un universo de personas crudos en su sentido más frío a partir de un estilo técnico muy contemporáneo. 

Con esta fórmula ha trabajado para Pull & Bear, Women' Secret, Nike, Bimba & Lola, Swarovski, Lladró o Mango. Son sólo algunas de las empresas que han confiado en ella para manchar sus diseños (se podría citar también a Coca Cola, MySpace, Vice o Lladró), pero precisamente esas son las que tienen una conexión con el que ella siempre pensó que era su vocación: la creación textil. "Me gustaba la confección, pero en mi imaginario no existía la figura del diseñador. En mi casa la ropa era la octava cosa por orden de importancia y mi madre me ponía cosas de mi hermano. Así que estudié Diseño de Moda en la Escola d'Art i Superior de Disseny (EASD) de Valencia y descubrí una jerarquía a partir de esa figura, de la creación de tendencias, que no me gustó nada". Y sigue generándole la misma distancia.

El origen de LittleisDrawing

Carla es LittleisDrawing, el heterónimo con el que jugó a dibujar en las redes sociales (Fotolog, MySpace, Tumblr...) hace ahora aproximadamente una década. El desencanto por las estructuras comerciales de la moda y la reacción de un público anónimo a esos dibujos, una forma de expresarse con la llevaba trabajando de forma ingenua desde que era pequeña, fueron abriendo espacios para que descubriera que había un activo de creatividad en su interior encontrando salida a través de la ilustración.

De hecho, a su alergia por lo descubierto en el lado industrial de la moda, trató de hacerle frente hibridando los dos aspectos y así prácticamente toda su producción durante esta etapa formativa estuvo dedicada a la serigrafía y la estampación. Y, entre tanto, más dibujos y más reacciones a través de las redes: "dibujaba algo y enseguida lo subía. Entonces me di cuenta que gente que se dedicaba a ello profesionalmente había empezado a copiarme. En mi caso, mis referentes venían de catálogos de arte (también estudió el primer ciclo de Bellas Artes en la Universitat Politècnica de València), de clásicos y no entendía como la gente podía copiar algo que estaba en Fotolog, en Myspace... ¡pero si hay estímulos visuales desde la Prehistoria!".

Entonces decidió aproximarse todavía más a una solución pictórica: "me planteé publicar dos colecciones al año de 12 a 15 ilustraciones con una temática y técnica concretas". Ella misma acepta que, de alguna forma, era una solución para protegerse, sin esconder que "todo el mundo empieza copiando. Me daba rabia que lo hiciera gente que vive de esto". 

El descubrimiento de sí misma

La de Pepita Lumier es la segunda de sus exposiciones individuales, tras el estreno de Los sentados en Madrid el pasado mes de diciembre. (Herrero de Tejada, Madrid. Hasta el 28 de enero). En ella recopila cinco colecciones realizadas durante los dos últimos años, en las que ha explorado las líneas visuales del boxeo, el ciclismo, los vaqueros (sin los indios), los moteles y las peluquerías africanas: "durante años he tenido miedo a exponer. Sabía que los dibujos no eran suficientemente buenos y peor aún los materiales con los que trabajaba. Un poco como con la moda, no quería ser el dibujante que expone, sino alguien que trabaja para los demás". Pero eso ha cambiado y la comercialización ha tenido su peso.

"La gente empezó hace algún tiempo a pedirme originales. Ya no eran sólo cosas para marcas, sino gente buscando originales. Esta fórmula tenía cada vez más sentido ante la ausencia de galerías capaces de hacer lo que hacen las chicas de Pepita Lumier en Valencia o lo que sucede en Mad is Mad o Combustión Espontánea en Madrid".

Fuentes recela de exponer en espacios como bares, aunque entiende "perfectamente que la gente quiera vender su trabajo. Eso es lícito. No obstante, si yo expusiera en, por ejemplo, un restaurante, no podría evitar hacer algo vinculado a la gastronomía, a lo que allí sucede". Ella misma cree que hay "una idea de negocio válida" en esta suerte de nuevas galerías que surgen en torno a la explosión de la ilustración, cada vez más accesible para el público general a través de las redes sociales. Ella es un caso. De éxito, deshaciendo el camino que la ruptura de demanda de las galerías y el sistema de compra-venta de arte ha desgastado durante los últimos años.

"Es natural que haya sucedido así. La mayor parte de la gente no ha consumido arte, no lo ha tenido en casa. Llega a ello a través de las redes, de Internet. Le gusta, lo consume, lo quiere. El camino hasta aquí sólo ha sido una forma de acceder a una creación gráfica y que ahora, como está sucediendo con bastantes artistas, vienen a buscarnos a nosotros". Así ha sucedido en el caso valenciano y en el madrileño y el inicio de estas exposiciones individuales parece el comienzo de un periplo de muestras en torno a su trabajo.

Hombres, músicos y más moda

Ese trabajo tiene una marcada presencia masculina que ella misma admite: "los retratos (predominan en su producción) de chicas me cuestan más. Las caras masculinas son más crudas y he aprendido a trabajar más esos rasgos; me llaman la atención. No obstante, no sé cómo surgió. Cuando hago un autoretrato mis amigas me dicen que salgo fea. Sin embargo, nunca me dicen nada de los hombres. Parece que hay una exigencia de belleza o estética mayor en las mujeres". También se suma la influencia de Eduardo Arroyo, y de ahí su deriva profunda en el ya citado retrato y en los deportes, como el boxeo y el ciclismo presentes en esta exposición.

Con una veintena de trabajos vinculados a la música (carteles, ediciones físicas, etcétera), Fuentes es especialmente crítica con lo que las revistas de moda -su otra principal influencia, marcada en todos sus personajes- generan sobre estos creadores: "hemos pasado de que sean los músicos los que influyan a que les disfracen y se pervierta su imagen. Llega el grupo y le visten de Prada. ¿Qué sentido tiene eso? A mí me han disfrazado dos veces y me he negado otras tantas porque no va a pasar". 

El proceso que siempre parte desde la fotografía como referencia, sólo ha encontrado avances técnicos en la calidad de los materiales empleados y en lo que se ha generado a partir de trabajar en tamaños más grandes, hasta alcanzar en los últimos años la atención por el mural. En esencia, Fuentes profundiza en un trabajo que se inició en el estudio familiar de Godella, en una casa en la que ella misma misma pone en valor la afición de sus padres por el coleccionismo de arte. Su hermano es el escultor Fuentes Fuertes.

En el paraíso

Lejos de lo que desprende su creación, de apariencia espontánea, temáticamente ecléctica, que busca resolver a través de ambientes entre que combinan misterios lynchiano y equilibrios de explosión cromática, Fuentes siente un profundo arraigo. A la casa familiar, al estudio, a su entorno más inmediato. "No me imagino viviendo fuera de España. Acabo de vivir en Mallorca gracias a una beca durante seis meses y para mí es esencial estar donde puedo improvisar mi día, donde puedo trabajar con un horario nada estricto, donde vea esta luz".

Se refiere a la casa-estudio donde atiende a Valencia Plaza, a 10 segundos de Plaza de la Virgen, tras un periplo durante los últimos años en Madrid: "me fui de forma impulsiva, porque para mí irme a Madrid es como estar aquí al lado. Igual que he vuelto, que para mí es totalmente nuevo porque nunca he vivido en Valencia capital. Madrid es una ciudad complicada, carísima, donde tener tu propio espacio es económicamente inviable". 

Asegura que "España es un paraíso. He estado en mil sitios y no creo que haya un lugar comparable. Pienso ahora por ejemplo en las Baleares y creo que no saben ni lo que tienen allí, pero sobre todo soy una brutal defensora de Valencia. Y tengo envidia del autobombo que en Madrid o Barcelona saben darse. Aquí nos tiramos todos piedras sobre nuestro propio tejado, cuando tenemos referentes increíbles, geniales, en nuestra historia reciente y en este mismo momento. Hablo de músicos, pintores, diseñadores de producto, ilustradores, diseñadores de mobiliario... Sé que en los últimos años ha pesado la gestión política, que se le ha hecho mucho daño a la cultura, pero tengo envidia de ese autobombo. Me gustaría que eso cambiara aquí, nada más".

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