VALÈNCIA (EP). La banca española cuenta con margen para reducir aún más la red de sucursales en el país sin que se produzca un perjuicio para los clientes, según el presidente del Consejo de Supervisión del Banco Central Europeo (BCE), Andrea Enria.
En una entrevista con Expansión, el italiano destaca que los bancos españoles tienen una posición de capital bastante sólida y dice no apreciar ninguna contradicción entre mejorar la eficiencia de costes con el cierre de oficinas, potenciando la digitalización, y garantizar un buen servicio a los clientes menos digitales.
En este sentido, recuerda que durante la pandemia una porción importante de los clientes se movió con facilidad hacia la banca digital, lo que ha liberado recursos que los bancos pueden utilizar para dar servicio a los usuarios menos digitales.
Asimismo, en general, Enria valora de manera positiva el proceso de consolidación en el sector en términos de ganar eficiencia y rentabilidad.
"Las sucursales son un componente de distribución importante para los bancos y lo seguirán siendo durante mucho tiempo. No obstante, todavía hay margen en España para reducir la red de oficinas sin dañar a los clientes, defiende.
A este respecto, apunta que en 2020, de media, había 20,9 oficinas por cada 100.000 habitantes en Europa, mientras que en España eran 45,5 oficinas.
Por otro lado, el italiano reconoce que en España es más común que en otros países la figura del presidente ejecutivo, un modelo sobre el que el BCE ha expresado algunas preocupaciones, aunque destaca que la mayoría de bancos españoles ha reaccionado a estas solucionado los problemas que podrían surgir de este modelo, incluyendo la excesiva concentración de poder, la falta de una distinción clara de roles entre el consejero delegado y el presidente y la capacidad insuficiente del consejo de administración para cuestionar decisiones críticas.
"Muchos bancos se han comprometido a realizar una transición para cambiar el modelo de su ejecutiva o han introducido cambios para abordar estas cuestiones. Por el momento, estoy satisfecho con el progreso de los bancos españoles y me siento cómodo con los acuerdos de gobierno actuales", afirma.
Asimismo, Enria reconoce que la guerra en Ucrania ha supuesto una gran disrupción que habrá que ver cómo afecta a la trayectoria de capital y a la rentabilidad de los bancos europeos en los próximos años, después de que a principios de año muchas entidades anunciasen planes para aumentar la rentabilidad de los próximos años y mejorar la remuneración de sus accionistas.
"Lamentablemente, la guerra ha supuesto una gran disrupción y aunque seguimos viendo un desarrollo positivo comparado con el pasado, tenemos que ver cómo evoluciona la situación en los próximos meses", advierte.
En cualquier caso, el funcionario del BCE asegura que no tiene intención de volver a recurrir a la restricción del reparto de dividendos, implementada durante la pandemia.
Sin embargo, Enria asegura que si volviera atrás al comienzo de la pandemia, volvería a restringir de forma general la distribución de dividendos. "Haría exactamente lo mismo porque era un momento de extrema incertidumbre sin precedentes", añade.