Ignorantes con iniciativa

VALENCIA. Hay varios temas que tenía ganas de compartir hoy como, por ejemplo, lo perverso que resulta incentivar a la economía a que se endeude más -cuando el endeudamiento es el problema-; o los 'robo advisors' y su cerebro de mosquito; o quizá el peligro de que a Deutsche Bank haya que rescatarlo antes de que acabe el año y suban los tipos en EE UU. Hasta que he abierto Twitter y he leído algo que, tristemente, no era broma.

Al parecer, el pasado lunes en la asamblea de delegados de Asturias el secretario general de UGT hizo propuestas, y citó "tan importantes como, simplificándolo mucho, que los robots paguen a la Seguridad Social por los trabajadores que restan a las empresas". Por el contrario, “el sistema puede llegar a colapsarse”. Pueden consultar la noticia completa pinchando aquí. 

La verdad es que no daba crédito: la tecnología como destructora de empleo. ¿Aún estamos con eso? Sin entrar en el tema de los robots cotizantes, que daría para un libro muy divertido, me asombra que andemos detrás de la inteligencia artificial cuando aún cuesta encontrar la humana, especialmente en puestos de responsabilidad. No pude evitar recordar una historia, que me contó hace poco mi amigo Miguel Juan.

Viene a ser así: Durante la visita a un país emergente, el ministro de Trabajo enseña orgulloso a su visitante cómo trabajan cientos y cientos de personas en obra pública, cavando zanjas al sol con sus palas.

• “¿Ha visto usted? Es duro pero así avanza nuestro país: gracias al sudor del trabajador".
• El visitante, inocentemente, pregunta: “Ustedes tienen dinero: ¿Por qué no utilizan máquinas en vez de palas? Sería mucho más fácil y rápido”.
• El ministro, con gesto paternalista, explica: “Usted no lo entiende amigo. Si ponemos máquinas todas estas personas irán al paro. ¡Sería una catástrofe!”.
• El visitante, entendiendo por fin, vuelve a preguntar: “Entonces, si el objetivo es el empleo, ¿por qué no les dan cucharillas?”

Creo firmemente que hay dos tipos de persona: las que entienden esta historia y las que no. Al parecer el secretario general de UGT no la entiende, y si lo hace pretende mantener ignorantes a sus afiliados y oyentes, en general. En lugar de estimular a su gente y aprovechar su puesto para fomentar la polivalencia laboral, que es la cualidad número uno para el mundo en el que hemos entrado, sigue con el debate de los telares mandando a las calles a las hilanderas. 

¿Cuáles son los países del mundo que mayor gasto en I+D sobre PIB tienen? Corea del Sur, Israel y Japón. ¿Qué nivel de paro tienen? 3,1%, 5% y 3,3%. ¿Y cuál es el país del mundo que menor gasto en I+D sobre PIB tiene? Pues mire, no lo sé, pero ya sabe por dónde voy (en cualquier caso no se pierda este recurso fantástico para averiguarlo).

Desde luego no pretendo demostrar algo que ustedes harían mejor que yo, y es que la tecnología favorece el progreso y el progreso es algo bueno (para todos). Trato de demostrar lo peligroso que es tener ignorantes en puestos de responsabilidad.

Creo que la pregunta es clara, y sobre todo después de un fin de semana de motín en el PSOE y más bochorno político: ¿Son la inteligencia, la experiencia, la honestidad y la altura de miras condiciones necesarias para alcanzar un puesto de responsabilidad pública? Relean las grandes ideas del secretario de UGT, y juzguen el nivel.

Alejandro Martínez es socio director de inversiones y cofundador de EFE & ENE Multifamily Office