VALÈNCIA.Los sanitarios jóvenes y el envejecimiento de la población empujan a un cambio en las guardias médicas. Así se apuntaba este jueves en la mesa "Las Guardias Médicas. Un modelo cuestionado. Propuestas y viabilidad de las mismas.", enmarcadas en el VII Congreso de Derecho Sanitario, celebrado por la Asociación de Derecho Sanitario de la Comunitat Valenciana. (ADSCV) en el paraninfo de la Universidad CEU Cardenal Herrera de Alfara (Valencia).
En ésta la presidenta de Agrupación Mutual Aseguradora y exministra de Sanidad, Ana Pastor, la Directora General de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Celia Gómez, y el presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, Miguel Lázaro, coincidieron en calificar de obsoleto el actual modelo retributivo de la sanidad pública española, y confían en consensuar una mejora de las condiciones laborales en las negociaciones sobre la reforma del estatuto de los trabajadores sanitarios.
La ex ministra Ana Pastor reflexionaba sobre que, las nuevas generaciones, los cambios en las expectativas de vida, el número de mujeres que trabajan en el ámbito sanitario y el patrón de paciente más envejecido y con enfermedades crónicas obliga a revisar el modelo de guardias. Un modelo de guardia de 24 horas con "jornadas extenuantes" que no permite el descanso y la protección de la salud, además de la conciliación. Además, éstas, que son obligatorias, suponen una cuarta parte del salario de los facultativos, por lo que también se planteó la necesidad de cambiar el modelo salarial.
"El modelo retributivo que tenemos de salario y complementos creo que ha devenido especialmente para algunas profesiones sanitarias en algo obsoleto", señalaba Pastor, que además recordaba que estas horas no tributan para la jubilación. Una fórmula que aumenta la litigiosidad frente al ejercicio profesional. "Aunque no haya mala praxis, hay de forma permanente reclamaciones. El cansancio y las guardias excesivas, puede llevar a que los profesionales no se sientan plenamente preparados para hacer la función que se les ha encomendado", reconocía.
La directora general de Ordenación Profesional del Ministerio de Sanidad, Celia Gómez, recordaba que a día de hoy el Estatuto Marco está en pleno proceso de reforma. "Hay mucho que revisar por el cambio de contexto. Las demandas de los más jóvenes influyen mucho y en muchos casos tienen razón", reconocía. "La pandemia también fue una manera de sacudirnos y ver algunos elementos de cambio que se debían de producir en las organizaciones".
Gómez señalaba la necesidad de caminar hacia un modelo donde se contemple que las cargas de trabajo no son iguales durante toda la jornada. "En una jornada de 24 horas, si las primeras 7 son de actividad programada, no es igual que otra actividad que pueda llegar por alerta", reconocía. "Hay servicios que al menos teóricamente, como intensivos, Urgencias, Anestesia, no tiene sentido que tenga jornada ordinaria y guardias, porque es constante", recalcaba, ya que el precio de las horas de guardias es inferior al de las ordinarias. Además, señalaba la necesidad de encontrar un régimen retributivo con más sentido.
"Nuestro sector exige presencialidad, pero es verdad que para las guardias puede haber soluciones como la localización y que parte de esa atención se puede hacer en remoto con historias clínicas", señalaba. "Hay que acompasar retribuciones, carga de trabajo y ver que las diferencias no provoquen desigualdades", destacaba. "Mi opinión es que el consenso se debe de tener a nivel local".
El Presidente de la Confederación Estatal de Sindicatos Médicos, Miguel Lázaro, aseguraba que una encuesta arrojaba que la opción preferida y exigida por la mayoría de médicos jóvenes son las guardias entre 12 y 16 horas, y que además sean voluntarias. "Las guardias de 24 horas rompen la conciliación laboral y la calidad de vida. Los valores de los médicos jóvenes no son los que teníamos nosotros y muchos se van fuera buscando otras condiciones laborales y retributivas", aseguraba.
De la mencionada encuesta sobre el reglamento, el 87% señalaba hacer guardias, aunque el 60% preferiría no hacerlas y el 20% cree que no deberían existir. Además, el 75% señalaba que debía ser voluntarias y mejor retribuidas. "Muchos médicos están socarrados", insistía.