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entrevista - presidente provincial del pp de valencia

Mompó: "En 2019 suplicábamos a la gente que se presentara; ahora hay pueblos con tres candidatos"

Foto: KIKE TABERNER
7/01/2023 - 

VALÈNCIA. Vicente Mompó (Gavarda, 1981), se enfrenta como presidente provincial del PP de Valencia a su mayor reto hasta la fecha con las próximas elecciones municipales que tendrán lugar el próximo mes de mayo.

Aupado como presidente provincial en julio de 2020, el alcalde de Gavarda y portavoz popular en la Diputación de Valencia, se enfrenta a la recta final en la designación de candidatos a las alcaldías. Un proceso en el que siempre surgen discrepancias con las agrupaciones locales e incluso con la dirección regional. El dirigente analiza estas y otras cuestiones para Valencia Plaza.  

-Llegamos al final de la legislatura, ¿cómo ha visto la gestión de PSPV y Compromís en la Diputación de Valencia?

-En general ha sido una legislatura complicada por la gestión del coronavirus. En las formas de hacer política puedo estar de acuerdo con Toni Gaspar, pero lo que echo en falta es que crean de verdad en la diputación. Ellos renegaban de la institución pero cuando entraron dentro tuvieron que navegar con la incongruencia de quererlas eliminar y al mismo tiempo gobernarlas. Pero lo que he echado de menos es que se ayude de verdad a los municipios, que es la principal función, y no ser un mero cajero de la Generalitat.

Foto: KIKE TABERNER
-Han pedido impulsar una comisión de investigación para analizar los contratos de José Luis Vera. ¿Cómo ven al partido de gobierno con esto?

-Ahora lo veremos. Hemos pedido un pleno extraordinario para solicitar una comisión de investigación. Sin querer adelantarme a la justicia, es cierto que no podemos dejar de pensar en todo el procedimiento y lo vivido en Divalterra, con esas prisas por cerrar la empresa gastándose un dineral, los problemas que surgieron con el despido de Vera... en fin, es humano hacerse preguntas y más aún con lo que se está conociendo del caso Azud. En definitiva, cada vez se se observa más claro que nos hacíamos preguntas sobre esto por algo. En cualquier caso, lo que esperamos es que el grupo socialista no haga como en Les Corts y sí permita la comisión de investigación para ver si podemos desentrañar un poco este lío.

-¿Qué opina del final de Divalterra y el traspaso de trabajadores que se ha hecho a la corporación provincial?

-Hemos incidido mucho en ese tema porque no entendemos cómo se sale un día diciendo que la empresa funciona, sacas un concurso para elegir a una jefa de Recursos Humanos... y a partir de ahí, como no sale lo que querían, terminan nada menos que cerrando la empresa. José Luis Vera estaba pero no estaba... era todo extraño. Entonces, ahora todo lo que está saliendo, pues no da para pensar demasiado bien. Pero bueno, hay que dejar trabajar a la justicia y ver lo que hay.

-Si usted hubiera presidido la institución, ¿hubiera cerrado también Divalterra?

-Yo es que no creo que las empresas sean malas y que lo público sea bueno ni al revés. Lo que hay son malos gestores y buenos gestores. No conozco ningún gestor que en lo público sea bueno y en lo privado sea malo y viceversa. Lo que tengo clarísimo es que las brigadas son vitales para los municipios, no sólo por la faena que hacen, sino como herramienta para combatir la despoblación en las zonas más deprimidas, porque tres brigadistas trabajando son tres familias que viven en el pueblo. ¿Cuál era la fórmula adecuada? A ver, yo estoy a favor de la colaboración público-privada, aunque en este caso si no hubiera estado creada la empresa no sé qué es lo que hubiera hecho. Pero una vez estaba creada y venía realizando unas funciones que ellos decían que eran vitales, lo que habría que haber hecho es trabajar para que Divalterra se centrara en su tarea y no hacer cosas que no tocaban.

-Se habla mucho, además de Vera, del caso Azud en relación con el PSPV, pero no hay que olvidar que este asunto surge del PP como actor principal. ¿Qué papel cree que va a tener este asunto en la recta final de la legislatura?

-En general, a mí estas cosas me dan vergüenza. Que yo digo que quien haya hecho algo mal lo pague y que devuelva el dinero sea del partido que sea. Pero pienso que menuda cara tienen, porque el PSPV, sabiendo que estaban haciendo lo que estaban haciendo, ha estado alzando la bandera, creando el ambiente mediático que crearon y acusando al Partido Popular, a sabiendas de que, en todo caso, ellos estaban haciendo lo mismo... sientes que todo este tiempo han estado engañando y manipulando a los valencianos.

Foto: KIKE TABERNER
-Han presentado 300 enmiendas sobre los Presupuestos de 2023 para la provincia de Valencia. ¿Qué han echado en falta en las cuentas?

-Ningún partido va a estar nunca contento del todo con los presupuestos respecto a su pueblo, su comarca o su provincia. Eso es normal. Siempre habrá unos que saldrán más beneficiados y otros más perjudicados. Nosotros sabíamos que la falta de presupuesto en la provincia de Alicante terminaría afectando a Valencia por la necesidad de compensación existente ante el maltrato en los Presupuestos Generales del Estado. En cualquier caso, el problema es que los presupuestos del Botànic tienen credibilidad cero porque por mucho que creen partidas al final de la legislatura llegan al 50% de ejecución en el mejor de los casos, por lo que sus presupuestos son papel mojado. Nosotros lo que intentaríamos es hacer unos presupuestos en los que se cumplan con inversiones que se ejecutan.

-Al PP en la provincia de Valencia le está costando en cierta medida sacar adelante varios candidatos de los grandes municipios. ¿Cuáles son los problemas o qué está ocurriendo aquí?

-Yo no creo que esté costando más de lo normal. Las fechas no son distintas a las de otros años. Lo que ha cambiado es que el PP es consciente de que está elaborando unas listas que van a gestionar las instituciones, y eso es una responsabilidad. En el 2019 sabíamos que el resultado difícilmente sería bueno pero ahora creemos que el PP en todos los municipios va a ser alternativa de gobierno. Si mañana fuéramos a las elecciones tendríamos candidatos en todos los municipios de Valencia.

-Entonces... ¿qué pasa? Porque hay problemas en más de un sitio...

-Nosotros tenemos un centenar de municipios ya aprobados. Tenemos 60 o 70 que no los aprobamos porque damos la libertad a cada municipio que lo puedan anunciar porque cada uno tiene sus peticiones y circunstancias. Y luego quedan unos 70, de los cuales hay cerca de 40 que son en su mayoría muy pequeñitos donde no hay una agrupación local y cuesta más la implantación; ahí es más difícil. Y después tienes 20-30 municipios que, insisto, si fueran mañana las elecciones sí tendríamos candidatos pero queremos afinarlo. Hay localidades que en 2019 teníamos que suplicar a la gente que se presentara y ahora hay sitios en los que hay tres personas, a menudo del mismo equipo, que quieren ser candidatas. La faena es hacerles ver que cualquiera de los tres serían buenos aspirantes pero la dirección tiene que elegir a uno, y lo importante es que los otros entiendan que deben apoyar la decisión.

Foto: KIKE TABERNER
-Claro, porque no puedes arriesgarte a perder efectivos...

-Para sumar a los que no son del partido, tienes que asegurarte primero que sumas a los que son del partido.

-Numéricamente, ¿cuáles son las claves para darle la vuelta a la Diputación de Valencia? Porque la desventaja entre bloques es clara: la izquierda suma 19 diputados y la derecha, 12.

-La Diputación tiene nueve partidos judiciales, cinco de ellos con dos diputados en juego que son Gandia, Alzira, Llíria, Sagunt y Xàtiva. Si hubiera elecciones mañana yo creo que serían uno para el PSPV y otro para el PP, es decir, que creo recuperaríamos el de Alzira. 

-El de Sagunto tampoco lo sacó el PP con mucha diferencia...

-Sí, pero si lo conseguimos en 2019 con peor pronóstico, pienso que si no nos confiamos y con las candidaturas que estamos conformando, lo mantendremos.

-Luego están los partidos judiciales con un sólo diputado en liza.

-Sí. Requena, Sueca y Ontinyent. No tenemos ninguno de los tres y son complicados: en Ontinyent está La Vall ens Uneix y es difícil, pero estamos trabajando en ello y tenemos que ver cómo acaba el caso Alquería. El partido judicial de Sueca es el más complicado porque es donde a más distancia tenemos al PSPV, peo estamos haciendo cambios importantes en Sueca, y estamos trabajando fuerte en Cullera y Tavernes. Y luego está Requena, que no sólo está Requena y Utiel, también hay otros municipios en comarcas como la de Buñol y el Valle de Ayora, y estamos haciendo apuestas fuertes para recuperar ese representante.

Foto: KIKE TABERNER
-Pero la clave es el partido judicial de Valencia, donde se juegan 18 representantes.

-Sí. A ver, son las Hortas enteras más la capital. Estas elecciones son de bloques: creo que vamos a recoger muchos votos de Ciudadanos. El PP tiene cuatro diputados, Ciudadanos tres y Vox uno; yo creo que nosotros vamos a doblar fácilmente nuestros representantes. A partir de ahí, que consigamos siete, ocho, nueve... ahí va a estar la diputación. Yo creo que el bloque de derechas sacará 16 y el de izquierdas, 15. En cualquier caso, estará igualado y pienso que en todas las instituciones estará ajustado. No vamos a ganar las elecciones como en 2011.

-¿Usted tiene garantías de que si ganan la Diputación de Valencia será el presidente o si se pierde seguirá siendo portavoz?.

-De eso no hemos hablado porque no creo que sea importante. Tampoco es que me entre en la cabeza otra posibilidad si ganamos, la verdad; porque al final soy yo el que está coordinando el PP en la provincia apoyado por la dirección nacional y regional. No quiero pensar en el escenario de perder, porque no tengo dudas de que vamos a ganar en la Generalitat, en el Ayuntamiento de València y en la Diputación.

-¿Dónde diría que es más factible la victoria del PP? ¿En qué institución?

-Creo que estarán reñidas las tres. Pienso que ganaremos pero que no será una victoria holgada, pese a las políticas que se están haciendo desde la izquierda. Hacer un pronóstico no es fácil, porque las elecciones en sí no tienen nada que ver porque son muy distintas. Pero como no me gusta esquivar la pregunta, yo creo que lo más asequible de ganar ahora mismo es la Generalitat.

-Han tenido tensiones en Alzira, Sueca, Torrent... en la elección de candidatos. ¿A qué se deben tantas tensiones?

-Bueno, la interpretación positiva es que mucha gente quiere dar el paso. Como dirección tienes que tomar decisiones, a veces tendremos razón y otras veces no. El PP es un partido jerárquico donde sus estatutos marcan lo que se puede hacer y lo que no, y cada directiva tiene sus competencias y sus obligaciones. También lo que pasa es que coincidimos en el 90% de las cosas pero es normal en la política que la gente se centre en ese 10%. Hemos sacado sin problemas 100 municipios y tú mencionas en algunos que ha habido un poco de discrepancias. Bueno, pues ya te adelanto que habrá más discrepancias porque es normal. Te pueden decir: ¿por qué no tiene la legitimidad una agrupación local para elegir el candidato? La tiene, pero si siempre pasara lo que dice la agrupación local, ¿para qué tendrías una directiva provincial o regional?. Nosotros tenemos la función de valorar desde un ámbito superior con cierta distancia y perspectiva, más allá de intereses personales, el buscar el mejor resultado en el municipio. A veces las agrupaciones están formadas por el círculo del candidato anterior, eso hay que tenerlo en cuenta. Para mí lo que legitima totalmente a un candidato, al margen de los congresos que son importantes, es el resultado en las elecciones anteriores. Por eso todos los alcaldes repiten, al margen de alguna cuestión muy puntual. Por otro lado, a mí me gusta que si te digo que no vas a ser candidato, te enfades, porque quiere decir que tienes sangre, que estás implicado y que quieres ganar. Pero bueno, es un procedimiento: tomo una decisión que no es la que quería una agrupación local; se enfadan, es lícito y humano; patalean unos días, es lícito y humano; pero a partir de ahí hay que apoyar al equipo y colaborar en la victoria. Porque si ganamos, ganamos todos.

Foto: KIKE TABERNER
-Pero claro, el problema es que puedas tener fugas por enfados en municipios...

-Eso es una máxima, si no sumamos a todos, perderemos. Yo siempre les digo lo mismo: si elijo a un candidato y esto implica que la otra parte no apoye, ya nos podemos ir porque cualquier decisión será mala entonces. Aquí hay que elegir a alguien y la otra parte debe apoyar; que es lo más importante: apoyar a la dirección cuando crees que no tiene razón, que a lo mejor luego sí la tenemos.

-¿Qué disensiones ha habido entre la dirección provincial y la regional en estos procesos?

-Muchos. Discrepancias hay muchas y no siempre en la persona tampoco, sino en las cosas que debe hacer un candidato, por ejemplo. El territorio lo trabaja la dirección provincial y aquí todos queremos ganar. Los que estamos trabajando más en el territorio bajamos a los municipios pequeños, la competencia de la provincial son las localidades de menos de 20.000 habitantes. Pero hablamos sobre todos ellos con el vicesecretario de Organización, Juanfran Pérez Llorca, comentamos las decisiones, damos nuestra opinión y en casi todo estamos de acuerdo, pero surgen siempre algunas discusiones también. Ambos estamos pensando en lo mejor para el PPCV, se habla también con el presidente... y se toman decisiones. Lo veo un proceso normal. Es verdad que por la forma de ser de cada uno, entiendo que alguien se enfade o se frustre porque tiene la ilusión de ser el candidato y no es el elegido. La otra persona, la elegida, tiene que ser empática y tender la mano. De momento, ninguna persona que no haya sido escogida se ha apartado del proyecto y eso es muy positivo.

-En un mitin reciente tuvo un incidente curioso por hablar valenciano y echó mano del "bilingüismo cordial" que acuñó Núñez Feijóo. ¿Cree que al PPCV aún le falta sensibilidad en estas cosas?

-No, yo creo que no. Ni siquiera llegó a ser un incidente. Alguien del público pidió si podía hablar en castellano y fue el propio presidente quien me dijo desde abajo: "Bilingüismo cordial". Fue una anécdota sin más. Yo hago discursos en valenciano, alguna vez en castellano si la comarca por ejemplo es más castellano-parlante. Con Feijóo yo no hablo en valenciano, igual que él no habla conmigo en gallego (ríe), pero ambos defendemos el valenciano y el gallego. 

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