VALÈNCIA (EP). En la última década, el boom de las redes sociales, las empresas tecnológicas y las aplicaciones han generado una sobredemanda de profesionales del mundo de la programación, convirtiendo al sector en uno de los pocos con paro cercano a cero e incrementando los costes salariales en la contratación de especialistas de este ámbito.
En un país como España donde el 95% de las compañías son pymes, añadido a los problemas derivados de la pandemia, la digitalización no avanza al ritmo de otras regiones, lo que supone una pérdida de competitividad para numerosas firmas.
Hace menos de dos años SharingAway inició un proceso para crear una comunidad basada en el NoCode, a la que se han adherido ya cerca de 800 especialistas constituyendo la mayor referencia de España en este sentido.
De hecho, durante 2020 y 2021 han organizado el #NoCodeFest, con miles de personas conectadas online gestionando proyectos de manera conjunta en formato de hackaton. Una cita que esperan celebrar de forma física en Valencia en mayo de 2022.
Programar sin código permite a cualquier trabajadora o trabajadora, con una pequeña formación inferior a tres meses, ser capaz de afrontar la construcción de páginas web, CRM o apps.
De hecho, diversas empresas que cotizan en bolsa española ya han sido instruidas por sus fundadores, en un curso que incluye una introducción, construcción de CRM y automatizaciones o construcción de aplicaciones para equipos.
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