VALÈNCIA (EFE). La Unió Llauradora ha solicitado a la Conselleria de Agricultura, Desarrollo Rural, Emergencia Climática y Transición Ecológica una ampliación del periodo de quema de márgenes de cultivo, de eliminación de residuos agrícolas y forestales mediante uso del fuego y transformación de fincas hasta el próximo día 16 de junio.
La organización argumenta que ante las condiciones meteorológicas actuales y previstas que impiden las prácticas culturales y un peligro de incendios bajo, solicita que se amplíe desde el 1 al 16 de junio ese periodo de quemas agrícolas.
Como consecuencia de un periodo de ausencia acumulada de precipitaciones y temperaturas anormalmente elevadas que incrementaban el peligro de incendios por una elevada disponibilidad de vegetación forestal, la Conselleria emitió la Resolución de 28 de marzo de 2023 que modificaba el anexo III de la Resolución de 10 de febrero de 2023, donde se ampliaba el periodo en el cual no se podía autorizar, en los terrenos forestales, en los limítrofes o con una proximidad menor de 500 metros de aquellos, la quema de márgenes de cultivo o de residuos agrícolas o forestales.
Esta resolución comportó la paralización o atraso de trabajos agrícolas tan importantes como la poda en muchos cultivos durante la primavera, así como la gestión de los restos de cultivos en parcelas con reestructuración de estos, es decir, parcelas donde se ha arrancado el cultivo para poner otro.
Posteriormente, se publicó la Resolución de 27 de abril de 2023, por la cual se dejaba sin efecto la Resolución de fecha 28 de marzo de 2023, y establecía prohibir hasta el 31 de mayo el uso del fuego para la eliminación de residuos agrícolas y forestales, así como la quema de márgenes de cultivo, en los terrenos forestales, en los colindantes o con una proximidad menor de 100 metros de aquellos.
Esta segunda quincena de mayo, señala La Unió, se ha caracterizado por elevadas precipitaciones que han reducido el tiempo efectivo para gestionar restos de poda o quema de márgenes desde el 29 de abril y las previsiones para los próximos días y hasta la habitual prohibición de esta práctica a partir del 1 de junio, no son mejores.
En consecuencia, van a quedar en muchos campos los restos de poda sin gestionar que pueden provocar un incremento del peligro de incendios y un aumento de la fauna silvestre (conejos), así como dificultar la gestión de las cubiertas vegetales de las parcelas y los tratamientos fitosanitarios contra plagas y enfermedades que pueden aumentar por la presencia de los restos vegetales, según advierte.
La Unió ha trasladado ya estos motivos a la Dirección General de Prevención de Incendios forestales de la Conselleria de Agricultura.