VALÈNCIA. El impacto de la pandemia de coronavirus se ha notado y mucho en las administraciones, que suspendieron todos los plazos durante el confinamiento al mismo tiempo que debían asegurar la prestación de muchos servicios y la puesta en marcha de otros urgentes y necesarios para amortiguar el golpe de la pandemia en el tejido social, especialmente en las personas más necesitadas. Para ello, se ha utilizado un procedimiento mucho más ágil que el habitual, al realizar muchas contrataciones por la vía de emergencia.
Sin ir más lejos, el Ayuntamiento de València lo ha utilizado al menos un centenar de ocasiones desde que se declarara el estado de alarma y ha gastado mediante este procedimiento al menos 3,2 millones de euros. Son contratos de todo tipo: desde suministro de material higiénico hasta compra de desayunos y comida para personas mayores y en situación vulnerable, pasando por alquileres de alojamiento para asegurar el confinamiento a vecinos sin techo o incluso servicios de limpieza y desinfección en espacios públicos y dependencias municipales.
También se pueden encontrar otros relativos a campañas de publicidad y concienciación sobre la pandemia o concernientes a la implementación del teletrabajo: compra de webcams, ordenadores portátiles, ratones o "problemas surgidos con la utilización del teletrabajo por parte del personal del Ayuntamiento". Y además de todos ellos, de manera adicional a los mencionados 3,2 millones, se ha adjudicado el servicio de control de las playas a Cruz Roja por 1,3 millones de euros, después de que la concejalía de Playas, dirigida por Giuseppe Grezzi, desistiera en el concurso público por los retrasos administrativos como consecuencia de la pandemia.
Para todos ellos se ha utilizado una vía contemplada en la legislación de contratación del sector público: el artículo 120, que permite excepcionalmente a las administraciones tramitar de emergencia los contratos, exime de la obligación de crear un expediente de contratación y faculta a ejecutar lo que sea preciso para satisfacer la necesidad sobrevenida y "contratar libremente su objeto" sin someterse a los parámetros de la contratación ordinaria, ni siquiera en lo que se refiere a la existencia de crédito suficiente. En este supuesto, se podría dotar de unaa línea presupuestaria a posteriori.
Todo ello siempre a causa de "acontecimientos catastróficos, situaciones de grave peligro o de necesidades que afecten a la defensa nacional", como se ha considerado la pandemia de coronovirus en los sucesivos decretos publicados por el Gobierno estatal.
Así, del centenar de contratos practicados por el Ayuntamiento de València mediante esta vía, destacan las adjudicaciones a la firma Gestió Sociosanitaria del Mediterrani, por un valor total superior al medio millón de euros, para la ayuda a domicilio de personas mayores en la ciudad. Una cuantía similar a la recibida por la Cruz Roja para los servicios de atención sociosanitaria de personas mayores, el reparto de comida saludable entre este sector de la población y programas de sensibilización para la desescalada.
Por detrás quedan otras como Novaterra Catering -para la alimentación de personas sin hogar y la comida a domicilio para personas mayores- con más de 260.000 euros; Povinet -para la ayuda a domicilio a gente mayor-, con 160.000 euros; o Comedores Levantinos Isabel -para la elaboración de kits alimentarios-. En total, el listado registrado por el grupo municipal de Ciudadanos asciende a 103 contrataciones con 53 adjudicatarios diferentes. Entre ellas hay servicios empezados en el mes de marzo y que más tarde han tenido que volver a ser contratados para mantener la prestación.
Las cuantía total de lo desembolsado estos meses es bastante superior al explicado, dado que que algunas contratas ofrecen el precio por persona atendida o por semana de prestación. Con todo, el portavoz de Ciudadanos, Fernando Giner, denunció que tras una pregunta de su grupo municipal, el equipo de gobierno local recogía 33 contratos del centenar que han detectado en el sistema informático interno del Ayuntamiento.
Asimismo, Giner censuró que el Ayuntamiento de Valencia no haya publicado estos contratos de emergencia en la web municipal como sí lo hacen otras grandes ciudades. "Cuando hemos preguntado sobre estos contratos no han sido capaces de enumerarlos y nos remiten a la Plataforma de Contratación del Sector Público, lugar donde ni están publicados todos los contratos, ni tiene un tratamiento específico la contratación de emergencia", lamentó.
En este sentido, aunque el portavoz naranja dijo entender la necesidad de inmediatez de la contratación, solicitó que "una vez se ha acabado el estado de alarma, los contratos tengan un espacio exclusivo en el perfil del contratante de la web municipal tal y como tienen ayuntamientos como el de Madrid y Barcelona". Ciertamente, ambas localidades ostentan un apartado en sus plataformas donde cuelgan una relación actualizada de los contratos de emergencia suscritos estos meses por la pandemia.
Una transparencia diligente que, de hecho, según el portavoz naranja, han pedido ya dos organismos dependientes del Ministerio de Hacienda, como la Oficina Independiente de Regulación de la Contratación o la Junta Consultiva de Contratación Pública.
Para Giner, de la relación recabada en València por el grupo municipal "llama la atención que el mayor gasto de emergencia por el coronavirus haya sido del contrato de 1,3 millones por el socorrismo para las playas, un contrato que se estaba tramitando de forma ordinaria y que por la dejadez de Grezzi se tuvo que cancelar y contratar en el último momento”, dijo.