La inversión prevista para la ciudad de Trujillo queda aplazada por el Gobierno peruano, que centra sus esfuerzos en responder a la catástrofe natural que azota Latinoamérica
VALENCIA. Aplazado sine die. Así queda el millonario concurso al que aspiran las firmas valencianas Torrescamara, Vossloh España -rebautizada como Stadler Valencia tras el cambio en su propiedad- y FGV, que optaban juntas a la construcción y explotación de dos líneas de tranvía para la ciudad de Trujillo, en Perú, con una inversión prevista de 485 millones de dólares (alrededor de 450 millones de euros). El motivo: El Niño, el fenómeno meteorológico que ya azota Latinoamérica y que este año se prevé más terrible que nunca.
Así lo trasladan a Valencia Plaza fuentes de la alianza empresarial valenciana. Según explican, en vista de la magnitud de la catástrofe -los expertos pronostican fuertes lluvias, inundaciones, desbordes de ríos y deslizamientos de tierras provocadas por el calentamiento de las corrientes oceánicas del Océano Pacífico- el Gobierno peruano ha decidido congelar todas sus inversiones, una decisión que también afecta a la infraestructura ferroviaria, que estaba a punto de ser licitada.
La 'iniciativa privada cofinanciada'(IPC) presentada por el consorcio de empresas valencianas ya había sido admitida a trámite por la Agencia de Promoción de la Inversión Privada (Proinversión), dependiente del Gobierno de Perú. El consorcio proponía la ejecución del proyecto denominado 'Rapidtram', consistente en la implantación de dos líneas de tranvía para dar servicio a la demanda de desplazamientos entre el centro de la ciudad de Trujillo y su periferia.
La primera tendría 14 kilómetros de longitud y 64.300 viajeros diarios, y la segunda contaría con 17 kilómetros y 51.300 usuarios al día. El proyecto prevé construir un total de 45 estaciones a lo largo del recorrido, así como los talleres y cocheras de mantenimiento para ambas líneas, pero de momento la iniciativa está condenada a esperar en el papel.
Las tres firmas, sin embargo, mantienen intactas sus opciones para otros dos megaproyectos ferroviarios: el del tranvía de la capital colombiana Bogotá, valorado en más de 900 millones de euros; y el del tren eléctrico de cercanías de la capital de Paraguay (Asunción), cuyo coste será de alrededor de 600 millones de euros, según los cálculos de la firma coreana que elaboró el anteproyecto.