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cleop vence en el supremo pero sigue presa del concurso de su filial

Justicia vs. solvencia: las armas de la batalla final por el control de Urbem

28/10/2017 - 

VALÈNCIA. El Tribunal Supremo le dio este miércoles la razón a Inversiones Mebru -filial de Cleop- en la larga disputa de la compañía contra Regesta Regum -la familia Pastor- por las ampliaciones de capital que tuvieron lugar años atrás en la promotora Urbem. Pero tal circunstancia -que otrora se auguraba como determinante- podría ser insuficiente para que la firma vencedora tome realmente el control, todo debido a que Inversiones Mebru se encuentra en concurso de acreedores y a que los Pastor han sabido aprovechar esta circunstancia.

La inesperada batalla final por el control de la mercantil será una pugna de justicia vs. solvencia. Cleop, en efecto, ha recibido el respaldo del Supremo, pero se encuentra entre la espada y la pared tras la maniobra de los Pastor de acudir al concurso de acreedores de Inversiones Mebru para comprar a CaixaBank unos créditos impagados de esta última que tienen como garantía sus 46.000 acciones en la histórica promotora valenciana. Es decir: si la familia logra ejecutar la prenda obtendría de nuevo la mayoría.

Así las cosas, las bazas con las que cuenta cada parte son las siguientes. Según explican fuentes de Resgesta Regum, revertir la ampliación de capital realizada en su día por los Pastor no es en absoluto sencillo, pues requeriría una importante liquidez para devolverle las aportaciones realizadas a la familia.

En cualquier caso, incluso tras esta hipotética devolución a los Pastor, el accionista mayoritario que debería instar a la destitución de José Pastor como administrador convocando la preceptiva junta de accionistas sería en la actualidad el administrador concursal de Inversiones Mebru, Fernando Lesmes, una iniciativa que debería tomar en contra del criterio de unos de sus acreedores -los Pastor-.

Preguntadas al respecto, fuentes de Cleop han declinado hacer declaraciones a Valencia Plaza sobre el nuevo escenario de la disputa, si bien fuentes del entorno de la constructora explican que la mercantil espera superar también este escollo por la vía de la justicia. ¿Cómo? En primer lugar advierten de que el auto del Supremo establece que los Pastor no son los administradores de Urbem, de modo que su deber sería dejar el cargo para no exponerse a medidas judiciales contra su continuidad.

Por otra parte, deslizan que según establece la Ley Concursal no se puede comprar el crédito de una empresa con el objetivo de instar a la liquidación de la misma -aspecto que podría ser otro flanco de ataque de Cleop hacia los Pastor-.

Una década de guerra judicial

La guerra accionarial entre ambas partes comenzó el 4 de abril de 2006 cuando Cleop compró el 50% de Inversiones Mebru, que tenía una opción de compra sobre el 35,9% de Urbem de la familia March Andreu -una opción que ejecutó-. Meses antes, José Pastor había rechazado la entrada de Cleop en su capital, por lo que calificó esta maniobra como "hostil". El otro 50% de Inversiones Mebru pertenecía al Grupo García Ojeda, aunque posteriormente Cleop se hizo con la mayoría.

Pastor conservó la mayoría de Urbem y ambas partes convivieron peor que mejor en la promotora, con impugnaciones y recursos judiciales de los minoritarios hacia las decisiones del accionista mayoritario. Ya en 2011, iniciada la crisis inmobiliaria y ante las dificultades de Inversiones Mebru para pagar parte lo comprometido a los March, Cleop planteó la venta de su 35,9% a Pastor y se iniciaron negociaciones, pero entonces una sentencia dio un vuelco a la situación.

En octubre de 2011, el Tribunal Supremo daba la razón a Inversiones Mebru en un litigio sobre una ampliación de capital aprobada en 2006. Según esa sentencia, la filial de Cleop tenía derecho a suscribir su parte de aquella ampliación de capital, lo que significaba que si desembolsaba antes de 15 días 26 millones de euros, alcanzaría el 55%. Pero no lo hizo.

Pastor afirmó entonces que, al no haberse ejecutado la sentencia por parte de Inversiones Mebru -circunstancia que le habría dado la mayoría-, él tenía derecho a suscribir un tramo de 10 millones de la ampliación de 2006. Y así lo hizo sin pensárselo dos veces ante el Registro Mercantil de València.

Aquella controvertida maniobra le permitió recuperar de nuevo el mando, aunque luego la revocaría la justicia. No obstante, gracias a los recursos consiguió ganar tiempo y mantenerse al frente de Urbem.

Se recrudeció entonces la guerra con multitud de recursos en los tribunales, que fueron dando la razón y la mayoría a unos y a otros alternativamente, aunque Pastor nunca perdió el control real de la empresa al mantenerse como administrador. También hubo denuncias penales por ambas partes, una de las cuales le supuso a José Pastor una condena de la Audiencia Provincial de Valencia de siete meses de cárcel por administración fraudulenta (una condena que está recurrida ante el Tribunal Supremo).

Pero el verdadero golpe para los Pastor llegó de la Audiencia Provincial de València, que el 6 de mayo de 2015 revocó la dictada anteriormente por el Juzgado de lo Mercantil número 1 de València y anuló la ampliación de capital de 2011 suscrita por la familia que le daba la mayoría accionarial en la empresa. La familia Pastor también la recurrió ante el Tribunal Supremo, y aquí se esperaba una final a todo o nada, pero los Pastor todavía se guardaban un as en la manga.

El contraataque concursal

La familia, como informó recientemente este diario, acudió al concurso de acreedores de Inversiones Mebru para comprar unos créditos impagados de esta última que tienen como garantía sus 46.000 acciones en la histórica promotora valenciana. Es decir: en un escenario adverso en los tribunales lograron convertirse el acreedores de su rival para darle la vuelta a la tortilla. La compra de este crédito de 30 millones fue efectuada por las hijas de José Pastor a CaixaBank en julio de 2016. 

Según explicaron hace unos meses los Pastor, aun en caso de perder el pleito en el Supremo -tal y como finalmente ha ocurrido- la compañía ejecutaría la prenda de los créditos para sumar un 15% más de acciones de Urbem que le permitirían conservar la mayoría.

Pero Cleop también tuvo respuesta para esta astuta maniobra de los Pastor. Con el objetivo de frenar esta ofensiva judicial, la firma de Carlos Turró -uno de los empresarios imputado en el caso Taula- presentó una denuncia por falsedad y estafa contra la directora general, Vicenta Pastor.

Cleop consideraba que la dirigente había presentado en el juzgado un documento falso, en concreto el auto dictado por el juez de lo mercantil para autorizar la subasta notarial de las acciones.

El juez encargado del caso decidió archivar esta denuncia con el argumento de que no se trataba de un documento falso, sino del auto verdadero del juez de lo mercantil pero sin la preceptiva autentificación del secretario judicial que le diera validez legal. Pero Cleop recurrió esta decisión -pendiente todavía de resolución definitiva-.

De este modo, al haber un procedimiento penal abierto, la subasta de las acciones quedó detenida, circunstancia con la que Cleop ganó un tiempo valiosísimo, hasta el punto que antes ha llegado el esperado pronunciamiento del Supremo que la ejecución de la prenda.

Y precisamente ha sido a su favor. El Tribunal Supremo dio este miércoles por buena la sentencia de la Audiencia Provincial de Valencia, de modo que tumba las ampliaciones de capital de José Pastor en Urbem. Ello (al menos por el momento) sitúa a la concursada Inversiones Mebru SA como máxima accionista de la promotora con un 55,2% de las acciones, según cifra la propia enseña. Pero será finalmente el devenir de las acciones de las que son acreedores los Pastor -y la pugna judicial que seguro habrá por las mismas- el que decida a la postre quién es el accionista mayoritario de Urbem.

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