VALÈNCIA. No se puede decir precisamente que les sorprendiera. Así lo admitían este miércoles desde el Puerto de València, donde no querían entrar en futuribles. “Ya había sido anunciado”, apuntaban lacónicos. El recurso presentado por Per L’Horta contra la ZAL ha sido admitido a trámite y eso supone la puesta en marcha, de nuevo, de la maquinaria legal. Independientemente de si finalmente la Justicia le da la razón a los miembros de la asociación ecologista, el Puerto de València debe afrontar el futuro con la previsión de que, siguiendo la lógica de casos anteriores, la puesta en marcha de la ZAL tenga que suspenderse cautelarmente.
Por no entrar, desde el Puerto de Valencia no quisieron ni valorar la demanda presentada por la asociación ecologista Per L'Horta. “El Puerto ve con normalidad la presentación de este recurso”, explicaban las fuentes consultadas; 'normalidad' como sinónimo de previsible. Los miembros de la plataforma ya habían anunciado en repetidas ocasiones su intención de detener la ZAL. Se ha cumplido, pues, el guión previsto.
Horta és futur. No a la ZAL, la plataforma que impulsa la demanda, se presenta como un “espacio de colaboración” formado por cerca de 50 grupos y organizada para impedir este proyecto de la ZAL. La plataforma ha decidido recurrir a los tribunales y para esta acción han delegado la representación legal a Per l’Horta, una de las asociaciones fundadoras, ya que se trata de una entidad legalmente constituida.
Para poder financiar el recurso, han acudido a la plataforma de crowdfunding Goteo, donde llevaban recaudados a última hora de la noche del miércoles más de 7.000 euros, cuando se habían planteado como objetivo mínimo 9.000. Por si fuera poco, quedan aún cuatro semanas para concluir la campaña de captación de fondos, por lo que resulta lógico pensar que se alcanzará el objetivo mínimo. Con más de 160 cofinanciadores, los donativos oscilan desde los 5 a los 300 euros, y casi la mitad (69) han aportado 25 euros.
Si se cumplen los tiempos legales previstos, la Generalitat deberá remitir al TSJ el expediente de la ZAL en un plazo de 20 días hábiles, aproximadamente un mes natural si se tienen en cuenta fines de semana y festivos. Una vez el tribunal disponga la documentación, la plataforma dispondrá de un plazo similar para presentar su demanda. Para entonces ya contarán con el capital necesario para afrontar el pleito.
Las peticiones de la plataforma están muy claras: paralizar la ZAL y revertir el espacio para que vuelva a ser huerta. Como quiera que solicitan la suspensión del plan de la ZAL y su puesta en marcha, reclamarán la paralización cautelar. En teoría, y por precedentes anteriores, la Justicia se lo concederá. En este contexto, desde Per L'Horta reclaman a la Generalitat que sea proactiva y paralice ella misma la ZAL, sin tener que esperar a la acción de la Justicia.
Pero no parece que vaya a ser así. Sin ir más lejos, en el último pleno ordinario del Ayuntamiento de València, una moción presentada por la portavoz de ValC y segunda teniente de alcalde, María Oliver, que planteaba dirigirse a la Autoridad Portuaria y a la Conselleria para paralizar la ZAL hasta que se conozca la resolución del contencioso, fue rechazada por el resto de partidos; todos, desde los miembros del Govern de la Nau hasta la oposición en pleno, votaron en contra.
El propio alcalde, Joan Ribó, no ha ocultado su oposición a la reversión. Ingeniero agrónomo de profesión, Ribó acude a su experiencia y conocimiento del terreno para asegurar que la reversión es imposible. Una imposibilidad técnica a la que une también un coste económico inasumible para la ciudad. Según aseguró en el pleno, revertir la ZAL costaría a las arcas municipales 170 millones de euros.