VALÈNCIA. Ya se sabía que los nombres de los extrabajadores de la antigua RTVV se amontonan en los primeros puestos en la mayoría de las 35 categorías profesionales de la bolsa de trabajo temporal de À Punt. De forma provisional, eso sí, matiza la Corporació Valenciana de Mitjans de Comunicació (CVMC).
De los 11.525 aspirantes, volverán a ser los ex quienes más papeletas tengan para ser incorporados a la plantilla de la nueva televisión. ¿Cómo? En À Punt han equiparado a los empleados que en su época tenían contrato de guionista (la mayoría) con los que tenían contrato de periodista, lo que dificultará aún más entrar a los de fuera.
Muchos de estos profesionales ya habían realizado funciones de redactor -con un salario bastante más bajo-, y si a los años trabajados en algún medio público autonómico y al haber superado distintos procesos de selección (7,5 puntos) se les ha concedido una importancia especial, quienes se acaben de incorporar al mercado laboral, recién licenciados, pueden seguir esperando. Pero sentados.
Es tal la casualidad, que incluso perfiles profesionales que no existían hace una década, como es el caso del periodista de datos, también los copan los exempleados gracias a su experiencia.
La del reconocimiento de la categoría laboral era una reivindicación de los afectados desde los tiempos del exsecretario general de Radiotelevisión Valenciana Vicente Sanz. Y ahora la CVMC ha transigido.
"Había suficiente gente como para que esta regularización fuese conveniente", justifican en la empresa que dirige Empar Marco. "Con esta equivalencia, no significa que no tengan que cumplir el resto de requisitos de cada categoría. Y también deben acreditar que ejercían como redactores pero el contrato era de guionista", añaden.
La Unió de Periodistes Valencians, que recela del amaño de esta convocatoria desde el principio, por vulnerar "el principio de igualdad" y cerrar "la puerta en la práctica al conjunto de periodistas que hayan sido antiguos trabajadores de RTVV", impugnará el proceso.
Por su parte, la Diputación de Alicante, convertida en una dura oposición al Consell a cuenta del decreto de plurilingüismo, ya ha avisado de que también estará "vigilante" para que la puesta en marcha del nuevo canal autonómico se haga con transparencia y con arreglo a la ley.