VALÈNCIA. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sorprendía este sábado con una profunda remodelación del Ejecutivo, que dejaba fuera a uno de los pesos pesados: el ministro de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana, José Luis Ábalos. La salida del valenciano, que ocupaba una de las carteras que más inversión en obras concentra, ha dejado cierto halo de preocupación entre el empresariado autonómico por la posible pérdida de sensibilidad hacia las reivindicaciones valencianas.
Si bien muchos lamentan que la Comunitat haya perdido un importante aliado en La Moncloa, con especial atención por la agenda valenciana, lo cierto es que también reconocen que no ha cumplido las expectativas generadas porque aunque se hayan anunciado actuaciones, infraestructuras históricas como el Corredor Mediterráneo siguen con importantes retrasos y la licitación en obras para nuevas carreteras es prácticamente nula.
De hecho, el último balance que para la Cámara de Contratistas de la Comunitat (CCCV), refleja que Transportes solo licitó un 3% en obras para carreteras valencianas en los primeros meses de este año y ninguna es para actuaciones nuevas. Únicamente se trata de dos proyectos de conservación de vías. Una situación que para la entidad es "preocupante" y "sonrojante" y deja en evidencia la escasa apuesta del exministro valenciano por la autonomía valenciana. Pero, además, temen que este "agravio" pueda acuciarse con nuevos retrasos en las licitaciones por el traspaso de carteras y los posibles nuevos nombramientos en el equipo de la ministra entrante, Raquel Sánchez.
Lo cierto es que la pandemia provocó un fuerte parón de la actividad licitadora de la obra pública que, poco a poco, se ha ido retomando. En 2020, la contratación a nivel nacional cayó un 22,91% hasta los 14.114,5 millones de euros frente a los 18.300 millones del ejercicio anterior. En el caso de la Comunitat Valenciana el descenso fue menos acusado, un 5,52% menos hasta rozar los 1.304,9 millones.
No obstante, en los cinco primeros meses de este año la licitación pública ejecutada por la Administración General del Estado ha recuperado niveles y superó los 8.714 millones de euros, un crecimiento del 74,5% respecto al mismo periodo del año pasado. A nivel valenciano, la inversión fue de 577,9 millones de euros, un 23,26% más, según los datos de la Cámara de Contratistas de la Comunitat (CCCV).
Eso sí, desde la entidad ponen de manifiesto el escaso nivel de inversión en las carreteras valencianas por parte del Ministerio de Transportes. "Solo se ha licitado un 2,95% hasta mayo de 2021, mientras que ha sido un 4,20% por parte de Adif para el tan necesario y verbalizado Corredor Mediterráneo", reprocha el director-gerente de la Cámara de Contratistas de la Comunitat, Manuel Miñés, para quien estas ratios son "insultantes". "Solo se han licitado dos obras de conservaciones, pero ni una carretera nueva ni desdoblamiento ni nada más. La ampliación del bypass de València de la A-7 que anunció el ministro se ha quedado pendiente de lanzar en el BOE. Esperemos que este proyecto no sufra retrasos inconcebibles con la nueva ministra", señala.
De acuerdo con el informe, el Estado fue la administración que menos licitó hasta mayo de este año en la Comunitat Valenciana, aunque la inversión aumento un 13,73% respecto al mismo periodo del año anterior, con un total de 110,3 millones. A nivel nacional, se contrató en este mismo periodo 2.752 millones, un 190,1% más. De este modo, la autonomía valenciana aglutinó el 4% de la inversión total de la administración estatal, una ratio que preocupa a los contratistas. "Siempre estamos por debajo del 10,63% que es nuestro peso poblacional. Es preocupante", señala Miñés.
De ese montante del Estado, el Ministerio de Transportes, Movilidad y Agenda Urbana es el que concentra mayor obra pública y, por ende, el que más licitó en la Comunitat Valenciana: 103,5 millones de los 2.019,7 millones a nivel nacional, lo que supone el 5,12% del total. De ellos, 13,5 millones fueron para el área de carreteras, el 2,95% del total nacional; mientras que 49 millones corresponden a obras de Adif, el 4,20% del total en el conjunto de España.
"La Comunitat Valenciana ha pasado de una escasa y ridícula participación del 5,13% de Adif en el año 2019, a un indignante 2,47% en 2020. Y ahora hasta mayo de 2021 está en un 4,20%, después de haber licitado el ancho internacional del Corredor Mediterráneo. Todo ello tras 6 años de espera, en el tramo Castellón‐Vinaroz", señala el director gerente de la entidad. "Los retrasos son ya decenales y sistémicos. Han pasado 18 años desde la primera piedra del Corredor en 2002 y tan solo tenemos operativos 45 kilómetros y el AVE Regional, ni está ni se le espera", lamenta.
Pero, además, los contratistas alertan de la "doble discriminación" que padece la Comunitat Valenciana a lo largo de los últimos años respecto a las inversiones del Estado. En este sentido, el informe refleja que en el periodo comprendido entre 2012‐2021, la ratio de licitación en la autonomía se sitúa en el 6,28%, por debajo de su peso poblacional que es del 10,63%. "Dado que la Comunitat está francamente infrafinanciada, las inversiones de la Administración del Estado en el territorio deberían ser un incentivo para reactivar la economía, pero se persiste en la doble discriminación, es decir, financiación e infraestructuras", recalca Miñés.
En cambio, la Generalitat Valenciana aumentó hasta mayo de 2021 un 22,35% la contratación de obra pública hasta los 215,4 millones de euros, principalmente por inversiones de Ferrocarrils de la Generalitat Valenciana (FGV). De hecho, las obras para la futura Línea 10 de Metrovalencia acaparan gran parte del montante, así como también el nuevo ramal de la L12 del tranvía, que conectará el centro de la ciudad con el Hospital La Fe. Además, la Administración Valenciana fue una de las autonomías que acometió en estos cinco primeros meses del año un mayor esfuerzo inversor, por detrás de la Generalitat de Cataluña, Madrid, País Vasco y la Junta de Andalucía.
También las administraciones locales aumentaron su consignación para obra pública durante este periodo. Así, la inversión ascendió a los 252,120 millones, un crecimiento del 28,8%. En concreto, el Ayuntamiento de València ha invertido en 18 obras; el de Alicante, en 2; y el de Castellón, en 6. Por su parte, la Diputación de València licitó 5 actuaciones; la de Alicante, 22; y la de Castellón 4 obras, según los datos de los contratistas.