VALÈNCIA. Apple puso este viernes a la venta en España dos de sus nuevos terminales, el iPhone 8 y el iPhone 8 plus. La firma, como en otras ocasiones, esperaba una gran afluencia de público, pero en esta ocasión las expectativas superaron a la asistencia a la tienda oficial de la marca en València.
La empresa, con el propósito de ordenar la entrada al establecimiento, preparó un amplio dispositivo. Los responsables del "control" -según rezaba en sus camisetas- eran más de una treintena repartidos entre las calles Colón y Roger de Lauria, pero el grueso del personal contratado a tal efecto apenas tuvo trabajo a lo largo de la mañana.
Tampoco fueron necesarias la mayoría de las protecciones de metal que Apple preparó en la calle Colón para organizar la cola, que permanecieron amontonadas en varios puntos de la arteria comercial de la ciudad. Hubo cola, en particular a primera hora, pero se quedó lejos de prolongarse hasta las cinco fincas para las que preparó vallas la compañía.
Según publicaron algunos medios como El País o El Periódico el fenómeno se repitió en las ciudades de Madrid y Barcelona: el iPhone 8 no despertó en las tiendas la pasión de otros terminales en su primer día a la venta.
¿La razón? Presumiblemente, el mayor interés lo ha despertado el iPhone X, el modelo más avanzado de los anunciados cuyo lanzamiento no se ha producido todavía.